Armenia habría suministrado a Ucrania una cantidad considerable de equipo militar, incluyendo sistemas de misiles, según medios rusos.
Armenia supuestamente envía equipo militar a Ucrania en medio de tensiones con Rusia
La fuente rusa Fighterbomber, encabezada por Ilya Tumanov, informó que Ereván ha transferido una cantidad significativa de equipos de defensa aérea a Kiev. Entre los sistemas enviados se incluyen misiles antiaéreos S-300, Buk, Tor y Osa, junto con las reservas de misiles asociadas. Las afirmaciones aparecieron luego de reportes rusos que señalaban la venta de armamento armenio a Ucrania por valor de 210 millones de euros, facilitada a través de la UE.
En noviembre de 2023, surgieron rumores en Rusia sobre la posible transferencia de lanzadores y misiles del sistema OTRK Tochka-U, además de más sistemas de la era soviética, especialmente los Osa. Armenia contaba en 2020 con hasta tres divisiones S-300PT-1, varios sistemas Buk y Tor, así como entre 70 y 90 sistemas Osa, aunque sufrió pérdidas en la segunda guerra de Nagorno-Karabaj. Ucrania también ha informado de la destrucción de varios sistemas armenios.
Uno de los sistemas S-300 armenios fue destruido durante la guerra de Nagorno-Karabaj, siendo captado por drones Bayraktar TB2, lo que evidenció su vulnerabilidad frente a tecnologías más modernas.
Armenia busca diversificar sus proveedores de armas tras conflictos recientes
Desde la guerra de Nagorno-Karabaj de 2020, Armenia ha mostrado interés en adquirir armas de otros países, sobre todo de Francia, como parte de un esfuerzo para reducir su dependencia de Rusia. Durante la guerra, los sistemas militares armenios de fabricación soviética quedaron obsoletos frente al arsenal más moderno de Azerbaiyán, que incluía drones turcos e israelíes. Esta experiencia llevó a Ereván a buscar mejores proveedores de defensa.
Entre los equipos franceses que Armenia estaría considerando se incluyen los sistemas de defensa aérea portátiles Mistral, los obuses autopropulsados Caesar y sistemas de radar avanzados como el Thales Ground Master. Estas adquisiciones tienen como objetivo mejorar las capacidades de defensa de Armenia, especialmente en lo que respecta a la protección contra drones, área en la que Azerbaiyán demostró tener una gran ventaja.
En 2023, el primer ministro armenio, Nikol Pashinyan, se reunió con el presidente francés, Emmanuel Macron, para discutir la cooperación en defensa, una señal clara de las intenciones de Armenia de reforzar su capacidad militar con ayuda francesa.
Armenia se enfrenta a una difícil reestructuración de sus alianzas estratégicas
Armenia está en proceso de reevaluar sus alianzas estratégicas, especialmente con Rusia. Aunque no hay pruebas definitivas de que Ereván esté transfiriendo masivamente sus sistemas de defensa a Ucrania, las relaciones entre Armenia y Rusia han sufrido tensiones en los últimos años. Pese a los llamados de Armenia, Moscú no ha activado los mecanismos de la OTSC para ayudar en la guerra con Azerbaiyán, lo que ha generado desconfianza.
Rusia acusa a Armenia de traición, mientras que Ereván busca otras fuentes de armamento. Armenia podría estar equilibrando sus alianzas hacia Occidente, pero no parece probable que renuncie completamente a sus sistemas defensivos, ya que esto la dejaría indefensa en la región.
El ministro de Defensa de Francia, Sébastien Lecornu, declaró en 2024 la disposición de su país para vender sistemas de defensa aérea de mediano y largo alcance a Armenia. Los informes sugieren que Ereván también está interesada en adquirir el sistema israelí Barak-8.
El futuro incierto de las alianzas armenias en un contexto geopolítico cambiante
El aparente distanciamiento entre Armenia y Rusia plantea interrogantes sobre el futuro de las alianzas de Ereván. Con Rusia centrada en la guerra en Ucrania, Armenia podría estar buscando mejorar sus relaciones con Occidente mediante la venta de equipos militares a Ucrania. La falta de pruebas contundentes sobre la supuesta transferencia de sistemas S-300 a Kiev no ha impedido que estos rumores generen especulación.
Es probable que Armenia continúe diversificando sus proveedores de armas en un esfuerzo por reducir su dependencia de Rusia, mientras busca mejorar sus capacidades de defensa. La posibilidad de una reestructuración en sus alianzas es real, pero no está claro hasta qué punto estará dispuesta a comprometer sus relaciones con Moscú.
El silencio del gobierno armenio ante las acusaciones sobre la transferencia de sistemas de defensa a Ucrania deja abierta la posibilidad de futuros cambios en la política de defensa del país. A medida que Armenia explora nuevas opciones, los cálculos estratégicos en la región del Cáucaso podrían cambiar considerablemente.