Recientes ataques con drones realizados por Ucrania en territorio ruso evidencian un cambio estratégico en su respuesta a la agresión de Moscú. Los objetivos incluyen estructuras claves en la capital rusa y su infraestructura petrolera.
Ucrania despliega drones contra Moscú y su infraestructura petrolera
Los ataques con drones en Moscú y contra la infraestructura petrolera rusa representan una nueva estrategia por parte de Ucrania. Con este cambio táctico, Ucrania está llevando la guerra a suelo ruso. Entre los objetivos se encuentran un complejo empresarial y un buque naval en el puerto de Novorossiysk, crucial para la exportación de crudo.
Además de los objetivos en la capital, se ha registrado un ataque a un petrolero ruso en el estrecho de Kerch, cerca de Crimea. Estos ataques son parte de una serie de esfuerzos que buscan desafiar la invasión de Moscú en Ucrania.
Esta táctica parece ser una respuesta a la narrativa de Putin, que presenta la intervención en Ucrania como una “operación militar especial”, y no como una invasión. Los ataques están diseñados para mostrar que las acciones militares en Ucrania tienen repercusiones directas en Rusia.
Los ataques generan inseguridad en la población rusa
Las consecuencias de los ataques con drones se hacen sentir en el país eslavo. Según informes, los inquilinos de las oficinas en la zona atacada en Moscú están buscando reubicarse en lugares seguros. La preocupación ha llegado a tal punto que incluso se han dado recomendaciones para no permanecer en las oficinas después de las 11 de la noche.
Este miedo también se extiende a aquellos que trabajan en las cercanías de los lugares atacados. Incluso el periódico ruso Kommersant reportó que estos ataques podrían afectar la popularidad de la ciudad de Moscú y que muchas empresas están optando por el trabajo remoto.
Los ataques con drones: ¿una estrategia efectiva?
Según expertos militares, la utilización de drones puede representar una táctica de distracción a Rusia, alejando su atención de la campaña dentro de Ucrania y potencialmente obligándola a reasignar recursos hacia Moscú.
En respuesta a estos ataques, el Kremlin ha instalado sistemas de defensa antiaérea en los tejados de los edificios gubernamentales y de seguridad del Estado en Moscú, aunque no se han observado otros movimientos de recursos o tropas.
Uso de drones como táctica disuasoria
La táctica ucraniana de emplear drones en sus operaciones parece estar destinada no solo a dañar las estructuras militares rusas, sino también a desafiar la seguridad del espacio aéreo ruso.
Estos ataques de bajo impacto, aunque no estratégicos en su naturaleza, tienen el potencial de degradar la moral de las fuerzas rusas y de los civiles que respaldan la lucha, sugieren las fuentes.
A pesar de que Kiev no confirma ni desmiente los ataques, los drones están en uso por la necesidad de alternativas de largo alcance.
El papel crucial de los drones UJ-22 de Ukrjet
La mayoría de los ataques ucranianos parecen ser llevados a cabo por el dron UJ-22 de Ukrjet, según la opinión de analistas. Capaz de volar hasta 800 km, podría alcanzar Moscú desde la frontera ucraniana.
El desarrollo de drones con capacidades de largo alcance, como el proyecto Beaver, también está en marcha con una recaudación de fondos significativa de 500.000 dólares.
Estos drones han sido identificados en videos en línea, mostrando su uso en el campo de batalla.
Desarrollo de la segunda generación de drones marinos
Además de los drones aéreos, Ucrania también ha estado trabajando en una segunda generación de drones marinos, conocidos como Magura V5, que tienen un alcance de 450 millas náuticas.
En mayo, uno de estos drones atacó un buque de inteligencia ruso en el mar Negro, señalando un cambio en la táctica ucraniana.
Ucrania también ha anunciado su intención de desarrollar un torpedo no tripulado, el Toloka.
La lucha de Ucrania y la percepción de Rusia
Estas tácticas de ataques con drones parecen ser un esfuerzo de Ucrania por mantener su contraofensiva contra Rusia. Al mismo tiempo, esta estrategia parece destinada a desafiar las percepciones de seguridad en Rusia.
El ex jefe adjunto del Estado Mayor ucraniano, Ihor Romanenko, ha hecho alusiones a que Rusia no tendrá respiro. Al mismo tiempo, señala que el pueblo ruso debe reconocer las fallas en su liderazgo.