El acuerdo AUKUS permitirá a Australia adquirir submarinos de clase Virginia y desarrollar el SSN-AUKUS con tecnología de EE. UU. y Reino Unido.
El proyecto SSN-AUKUS redefine la flota submarina australiana
El programa de reemplazo de la clase Astute del Reino Unido, denominado Reemplazo Nuclear de Buques Sumergibles (SSNR), tomó un nuevo rumbo en marzo de 2023 con la incorporación de Australia. Este acuerdo trilateral fortalecerá la Marina Real Australiana y facilitará el intercambio de capacitación y mejoras tecnológicas entre Estados Unidos, Reino Unido y Australia.
Actualmente, Australia opera submarinos diésel-eléctricos de clase Collins, en servicio desde 1996. Aunque el gobierno ha intentado extender su vida útil, enfrenta dificultades para mantener operativa esta capacidad crítica. Para 2025, estos submarinos estarán bajo una supervisión ministerial más estricta.
A pesar de que Australia sigue siendo un país sin armas nucleares, contar con submarinos de propulsión nuclear ampliará su alcance operativo y mejorará su capacidad estratégica en la región.
El acuerdo AUKUS y su impacto en la seguridad regional
El acuerdo AUKUS proporcionará a Australia tres submarinos nucleares de clase Virginia fabricados en Estados Unidos y el desarrollo conjunto del futuro SSN-AUKUS. Esta decisión ha generado tensiones con China.
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La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Mao Ning, instó a los tres países a contribuir a la estabilidad regional y criticó el pacto, según informó Bloomberg. No obstante, este avance fortalece la cooperación entre las tres naciones y mejora su capacidad disuasoria en el Indo-Pacífico.
Detalles clave sobre la adquisición de submarinos nucleares
- Australia comprará tres submarinos de clase Virginia a Estados Unidos como parte del acuerdo AUKUS.
- El SSN-AUKUS será desarrollado con tecnología compartida entre EE. UU., Reino Unido y Australia.
- Los nuevos submarinos incluirán propulsión nuclear, sistemas de misiles de lanzamiento vertical (VLS) y armamento avanzado.
- La construcción en astilleros británicos y australianos aliviará la carga de los astilleros estadounidenses.
- El secretario de Defensa de EE. UU., Pete Hegseth, confirmó el pago inicial de 500 millones de dólares por el primer submarino.
Submarinos de clase Virginia y el futuro de la flota australiana
La llegada de los submarinos de clase Virginia cerrará la brecha tecnológica antes del retiro de los seis submarinos de clase Collins. Estas nuevas embarcaciones ofrecen mejoras significativas en comparación con los modelos actuales.
Los futuros submarinos serán más eficientes en construcción y mantenimiento, incorporando avances inspirados en los diseños de la clase Dreadnought. Se espera que incluyan propulsión eléctrica y una configuración mejorada en sus superficies de control posteriores.
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Además, la producción en astilleros británicos y australianos generará empleo y fortalecerá la infraestructura naval de ambas naciones. Esto permitirá un mayor equilibrio en el Pacífico Sur, donde China ha incrementado su presencia militar.
Australia realiza el primer pago para la compra de submarinos
Durante una reunión con el ministro de Defensa australiano, Richard Marles, el secretario de Defensa de EE. UU., Pete Hegseth, confirmó que Australia ha realizado un pago inicial de 500 millones de dólares por su primer submarino de ataque nuclear de clase Virginia.
Este pago marca un paso clave en la modernización de la Marina Real Australiana y refuerza la cooperación militar con Estados Unidos y Reino Unido en el marco del acuerdo AUKUS.
Primer mantenimiento local de un submarino de EE. UU. en Australia
A mediados de septiembre, Australia finalizó con éxito el primer mantenimiento local de un submarino de ataque nuclear estadounidense. Como parte del Pilar I del programa AUKUS, ingenieros australianos, en conjunto con sus homólogos de EE. UU., llevaron a cabo tareas de mantenimiento en el USS Hawaii (SSN 776).
Paralelamente, marineros australianos se capacitan en la Escuela de Energía Nuclear de Goose Creek, en Carolina del Sur. Estados Unidos, que desde 1958 solo ha compartido su tecnología de propulsión nuclear con el Reino Unido, da un paso significativo al incluir a Australia en este programa.
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El plan contempla además el envío de trabajadores australianos a astilleros británicos y estadounidenses para mejorar su comprensión del proceso de construcción y mantenimiento de submarinos. Esto permitirá a Australia desarrollar la infraestructura necesaria para albergar y dar soporte a sus propios submarinos y a los de la Armada de EE. UU. en futuras visitas.
Cooperación estratégica y sus beneficios para EE. UU. y Australia
El vicealmirante Rob Gaucher, comandante de las fuerzas submarinas estadounidenses, señaló en una conferencia de abril de 2024 que esta colaboración fortalecerá la flota submarina de EE. UU. al incrementar la cantidad de barcos aliados en operaciones conjuntas.
El entrenamiento del personal australiano en submarinos de EE. UU. también aliviará la escasez de tripulación en la Armada estadounidense, una situación agravada por la pandemia de COVID-19. Además, el acceso a la base HMAS Stirling en Australia Occidental ampliará las opciones de despliegue y mantenimiento de submarinos estadounidenses en la región.
Datos clave sobre el entrenamiento y mantenimiento submarino
- Australia completó su primer mantenimiento local de un submarino nuclear estadounidense.
- El USS Hawaii (SSN 776) recibió mantenimiento con apoyo de ingenieros australianos y estadounidenses.
- Marineros australianos se capacitan en la Escuela de Energía Nuclear de Goose Creek, EE. UU.
- Se planea la construcción de infraestructura para alojar submarinos nucleares en Australia.
- EE. UU. graduará a 50 australianos como operadores de propulsión nuclear y a otros 50 como operadores de combate submarino en 2024.
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Desafíos en la producción de submarinos para AUKUS
Uno de los principales obstáculos es la baja producción en los astilleros de EE. UU. y Reino Unido. Los astilleros estadounidenses operan a un tercio de su capacidad, con un retraso de aproximadamente tres años en la fabricación de submarinos debido a la pandemia y otros factores.
Para cumplir con los compromisos del acuerdo AUKUS, EE. UU. deberá lanzar un programa de reclutamiento masivo para atraer ingenieros y trabajadores especializados en construcción naval. Sin una mayor producción, la entrega de submarinos a Australia podría demorarse significativamente.
Posibles desafíos políticos en EE. UU. y el futuro del acuerdo
El expresidente Donald Trump ha criticado en el pasado los acuerdos que considera unilaterales. Si vuelve al poder, podría cuestionar el hecho de que EE. UU. comparta su tecnología nuclear con Australia sin recibir beneficios equivalentes.
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El secretario de Defensa de EE. UU., Pete Hegseth, deberá justificar los beneficios estratégicos del acuerdo. Será clave convencer a la administración estadounidense de que esta cooperación refuerza la seguridad en el Indo-Pacífico y beneficia a las tres naciones involucradas.
Mientras tanto, en Reino Unido, el submarino de clase Astute HMS Audacious avanza en su construcción en el astillero de Barrow-in-Furness, Cumbria. Es el cuarto de los siete submarinos previstos para la Marina Real Británica. Este esfuerzo conjunto entre aliados representa una oportunidad clave para contrarrestar la expansión china en la región.