WASHINGTON – Australia planea comprar la última versión del misil estadounidense de ataque terrestre de largo alcance Tomahawk en un acuerdo de 985 millones de dólares que el Departamento de Estado de Estados Unidos dijo haber aprobado el jueves.
Se trata de la última de una oleada de demanda del Tomahawk, fabricado por Raytheon Technologies, después de que los responsables de la Marina estadounidense dijeran esta semana que su proyecto de presupuesto, con ventas militares al extranjero, llevaría al máximo la línea de producción. Según se informa, el nuevo presupuesto de Japón compraría en grandes cantidades 400 Tomahawks por un importe de 1.600 millones de dólares, entre otras capacidades de contraataque.
El acuerdo entre EE. UU. y Australia incluye hasta 200 misiles Block V y 20 Block IV, además del apoyo correspondiente, según el anuncio del Departamento de Estado.
Canberra ha declarado que los misiles se instalarán en sus destructores de la clase Hobart, lo que les permitirá atacar objetivos terrestres a mayor distancia y con mayor precisión. Las variantes del Block V pueden cambiar de objetivo en vuelo y atacar objetivos en movimiento en el mar.
El alcance de más de 1.000 millas del Tomahawk es especialmente importante en la región de Asia-Pacífico, donde la fuerza coheteril china tiene un alcance extraordinario, ya que sus misiles DF-26 y DF-21 tienen alcances de 2.490 y 1.335 millas respectivamente, según el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales.
En 2021, la Marina estadounidense comenzó a desplegar el Tomahawk Bloque V para los sistemas de lanzamiento vertical en buques de superficie, pero también en submarinos de ataque que pueden operar más fácilmente dentro del alcance de la fuerza coheteril china.
El acuerdo entre Estados Unidos y Australia se produce días después de que ambos países y Gran Bretaña anunciaran que Australia adquiriría submarinos de propulsión nuclear antes de 2040, primero acogiendo y después comprando submarinos de ataque estadounidenses de la clase Virginia durante el ínterin.
En 2021, Canberra anunció su intención de adquirir Tomahawks, junto con misiles Joint Air-to-Surface Standoff Missiles-Extended Range para sus cazas y misiles antibuque de largo alcance, ambos fabricados por Lockheed Martin. También participa en el programa estadounidense de Misiles de Ataque de Precisión (PrSM).
“La venta propuesta mejorará la capacidad de Australia para interoperar con las fuerzas marítimas estadounidenses y otras fuerzas aliadas, así como su capacidad para contribuir a misiones de interés mutuo”, reza el anuncio del Departamento de Estado.
“Con el despliegue del sistema de armas Tomahawk, Australia contribuirá a la preparación global y mejorará la capacidad de las fuerzas estadounidenses que operan a su lado en todo el mundo. Australia utilizará la capacidad mejorada como elemento disuasorio frente a las amenazas regionales y para reforzar su defensa nacional”.