En plena Guerra Fría, el Avro Vulcan se erigió como un símbolo de la potencia militar británica, preparado para la Tercera Guerra Mundial.
Mucho antes de que el emblemático personaje de Spock captara la imaginación de innumerables aficionados de Star Trek con el exótico Planeta Vulcano, la Real Fuerza Aérea Británica (RAF) ya tenía su propio “Vulcano”. No era un mundo lejano, sino una creación terrenal: el Avro Vulcan.
La versión del Vulcan de la RAF distaba mucho de ser un mensajero de paz; su concepción era decididamente más sombría. Diseñado para una eventual guerra nuclear contra la Unión Soviética, su propósito era actuar en un escenario catastrófico.
El Avro Vulcan, marcando un hito, despegó por primera vez el 30 de agosto de 1952, y en septiembre de 1956, se integró oficialmente a las filas de la RAF.
El bombardero estratégico Vulcan: pilar de la disuasión nuclear británica
Este bombardero estratégico, con su distintiva ala delta y propulsión a reacción, era uno de los tres “bombarderos en V” de la RAF, siendo precedido por el Vickers Valiant y sucedido por el Handley Page Victor. Estas formidables máquinas voladoras fueron la espina dorsal de la disuasión nuclear del Reino Unido durante 15 años. En 1969, con la introducción de los submarinos de la clase Polaris de la Royal Navy, el Vulcan cedió su rol de disuasión nuclear.
Según la página de patrimonio de BAE Systems, el diseño del Vulcan fue considerado el más avanzado y audaz entre las propuestas para la especificación B.35/46 del Ministerio del Aire. Incluso el propio Ministerio, impresionado, proclamó en 1958 que el Vulcan era capaz de superar en vuelo y maniobrabilidad a cualquier caza en servicio en ese momento. Sin embargo, el avance de las defensas antimisiles soviéticas hizo que en 1966 los Vulcan cambiaran su estrategia de misiones de alto a bajo nivel. Para 1970, su rol se había transformado completamente, sirviendo como bombarderos convencionales en apoyo a las fuerzas de la OTAN en Europa, según indica el sitio web del Museo de la RAF.
El Vulcan B.2 en combate: una máquina de guerra impresionante
La variante B.2 del Vulcan es notable por ser la única que vio acción en combate. Con dimensiones imponentes —un fuselaje de casi 100 pies de largo, una envergadura de 111 pies y una altura de más de 27 pies—, este gigante aéreo tenía un peso vacío de más de 83,000 libras y podía alcanzar un peso máximo en el despegue de 250,000 libras. Con una velocidad máxima de 645 mph y una capacidad de crucero de 620 mph (Mach-0,84), su arsenal inicial incluía la bomba nuclear de gravedad Danubio Azul o Barba Roja, reemplazada más tarde por 21 bombas convencionales de 1.000 libras. Este avión carecía de armamento defensivo.
Aunque el enfrentamiento nuclear de la Tercera Guerra Mundial, agravado por la disolución de la Unión Soviética, nunca ocurrió, el Vulcan sí jugó un papel clave en combate.
Este avión fue un factor decisivo en el triunfo británico en la Guerra de las Malvinas de 1982, un conflicto conocido en Argentina como La Guerra de las Malvinas.
Operación Black Buck: un récord de bombardeo en la historia militar
La etapa más crítica en la campaña de las Malvinas fue conocida como la Operación Black Buck. Esta operación mantuvo durante 19 años el récord mundial por el bombardeo de combate más extenso en la historia militar, con una impresionante distancia de 6.600 millas náuticas y una duración de 16 horas de vuelo ida y vuelta. Este récord solo fue superado en 2001 por el B-2 Spirit “Stealth Bomber” durante la Operación Libertad Duradera.
La Operación Black Buck se dividió en siete fases distintas, teniendo como objetivo principal el aeropuerto de Port Stanley, incluyendo su pista de aterrizaje, instalaciones operativas y emplazamientos de radar. El inicio de esta operación se marcó el 30 de abril de 1982, cuando dos Avro Vulcan, respaldados por 22 Victors en tareas de reabastecimiento en vuelo, despegaron de la RAF Ascension Island. Desafortunadamente, uno de los bombarderos V tuvo que regresar debido a un fallo en la presurización de la cabina, dejando al teniente de vuelo Withers y su equipo de cuatro hombres en una misión singular y desafiante con un solo avión.
Después de atravesar una tormenta eléctrica llena de tensiones, el avión alcanzó su objetivo, lanzando sus 21 bombas, de las cuales 16 detonaron. A pesar de que solo una bomba alcanzó directamente la pista, este impacto tuvo una consecuencia crucial en el desarrollo del conflicto.
Impacto y legado de la Operación Black Buck en las Malvinas
Según palabras del propio Withers:
“Logramos impactar una bomba en la pista de aterrizaje, lo cual impidió que los argentinos usaran esa pista para que sus aviones aterrizaran y repostaran si deseaban atacar nuestros barcos… Fue realmente surrealista participar en el primer ataque del conflicto… El nuestro fue el primer ataque de la guerra”. Withers describió también la emoción de ver al último Vulcan repostando antes del regreso a casa como “la vista más hermosa del mundo”.
Más allá de su papel histórico, el Avro Vulcan tuvo su momento de gloria en la cultura popular, específicamente en el universo de James Bond. En “Thunderball” (1965), la cuarta entrega de la saga, el principal antagonista, Emilio —segundo al mando de SPECTRE tras Ernst Stavro Blofeld— urdió el secuestro de un Vulcan cargado con armas nucleares.
Finalmente, el Vulcan se retiró en 1984. De los 134 modelos producidos, 19 aún permanecen, exhibidos en museos en Estados Unidos, Canadá y el Reino Unido. En Estados Unidos, estos históricos bombarderos pueden ser admirados en lugares como el Strategic Air Command & Aerospace Museum en Ashland (Nebraska), el Castle Air Museum en Atwater (California) y el Barksdale Global Power Museum en Barksdale AFB (Luisiana).
El Avro Vulcan fue un símbolo clave de la potencia militar británica durante la Guerra Fría, diseñado para una eventual guerra nuclear contra la Unión Soviética. Su propósito era actuar en un escenario catastrófico, formando parte de la disuasión nuclear del Reino Unido. Con su distintiva ala delta y capacidad para llevar bombas nucleares y convencionales, el Vulcan jugó un rol crucial en mantener el equilibrio de poder durante este tenso periodo.
El Avro Vulcan se destacó por su diseño avanzado y audaz, superando en vuelo y maniobrabilidad a los cazas de su tiempo, según el Ministerio del Aire británico en 1958. Formaba parte de los “bombarderos en V” de la RAF, junto con el Vickers Valiant y el Handley Page Victor. Este trío representó la columna vertebral de la capacidad de disuasión nuclear del Reino Unido, con el Vulcan como un pionero tecnológico en su categoría.
El Avro Vulcan se distinguía por su impresionante envergadura de 111 pies, velocidad máxima de 645 mph y capacidad de crucero de 620 mph. Podía llevar la bomba nuclear Danubio Azul o 21 bombas convencionales de 1.000 libras. Sin armamento defensivo, su diseño se enfocó en la velocidad y capacidad de carga, lo que lo hacía formidable en misiones de bombardeo estratégico.
En la Guerra de las Malvinas de 1982, el Avro Vulcan fue decisivo para el triunfo británico. Participó en la Operación Black Buck, el bombardeo de combate más extenso hasta entonces, con un vuelo de 6.600 millas náuticas. Un Vulcan, después de un viaje desafiante, logró impactar la pista de aterrizaje de Port Stanley, limitando significativamente las operaciones aéreas argentinas.
El Avro Vulcan se retiró en 1984, marcando el fin de una era en la aviación militar. De los 134 modelos producidos, 19 aún se exhiben en museos en Estados Unidos, Canadá y el Reino Unido. Lugares como el Strategic Air Command & Aerospace Museum en Nebraska, el Castle Air Museum en California y el Barksdale Global Power Museum en Luisiana, son hogares para estos icónicos bombarderos.