La Fuerza Aérea de EE. UU. equipa al B-1B con pilones externos para aumentar su capacidad de carga de misiles, incluidas armas hipersónicas, antes del B-21.
Programa de pilones externos para el B-1B Lancer
La Fuerza Aérea de Estados Unidos asigna $50 millones en su presupuesto del año fiscal 2026 para el programa External Heavy-Stores Pylon, que equipa al bombardero B-1B Lancer con nuevos pilones externos. Este proyecto, definido como un “nuevo inicio”, tiene como objetivo ampliar la capacidad de transporte de armas, especialmente misiles hipersónicos, en los 42 aviones B-1B activos. La flota se ampliará a 44 unidades en el próximo año fiscal.
Los pilones externos utilizan seis puntos duros en cada B-1B, diseñados originalmente para misiles nucleares de crucero. Después de que se eliminó la capacidad nuclear del bombardero en la posguerra fría, estos puntos quedaron sin uso, salvo uno que se destinó a una cápsula de puntería avanzada. Los nuevos pilones, denominados Load Adaptable Modular (LAM), permiten transportar cargas de hasta 7,500 libras, según desarrollos previos de Boeing.
El programa contempla pruebas de dinámica de fluidos computacional y en túnel de viento para evaluar combinaciones de pilones y armas. Además, se diseñará hardware, se modificará el cableado de las aeronaves y se actualizará el software para integrar las nuevas estaciones de armas. Estas modificaciones permiten que el B-1B conserve su operatividad hasta la entrada en servicio del B-21 Raider.
El programa de integración hipersónica demostró que el B-1B es capaz de transportar un arma de 5,000 libras y lanzar una forma de prueba desde un pilón LAM. Esta capacidad permite que el bombardero realice misiones con mayor volumen de disparos a distancia en el contexto de la transición de la flota de bombarderos hasta el despliegue del B-21.
Capacidades ampliadas del B-1B con pilones LAM
- Permite transportar misiles hipersónicos como el AGM-183A ARRW.
- Aumenta la carga externa hasta 12 misiles JASSM o LRASM.
- Soporta armas de hasta 7,500 libras por pilón.
- Permite la ejecución de misiones antibuque en el Indo-Pacífico.
Integración de misiles hipersónicos y convencionales
Los pilones LAM permiten que el B-1B lleve el misil hipersónico AGM-183A ARRW, capaz de lanzar un vehículo de planeo sin motor. La Fuerza Aérea retomó los planes de adquisición de este misil en 2026, después de considerar su cancelación en 2023. Las pruebas previas de ARRW utilizaron bombarderos B-52, pero los B-1B ahora se identifican como plataformas seleccionadas.
El programa de misiles de crucero hipersónico HACM, que desarrolla un arma de respiración aérea, también avanza. Informes indican que un B-1B con pilones puede llevar hasta 31 armas hipersónicas mediante cargas internas y externas. Estas capacidades refuerzan el empleo del bombardero en conflictos de alta intensidad, especialmente en el Pacífico frente a China.
Además de armas hipersónicas, los pilones permiten la integración de la variante C-3 del misil antibuque AGM-158C LRASM, con un alcance aproximado de 600 millas, el doble que la versión C-1. El B-1B, único avión de la Fuerza Aérea certificado para LRASM, se utiliza como vector de lanzamiento. La integración del C-3 comenzará en 2026.
El B-1B también utiliza el misil de crucero AGM-158 JASSM, del cual se deriva el LRASM. Con los nuevos pilones, el bombardero puede transportar hasta 12 JASSM adicionales de forma externa, alcanzando un total de 36. La Fuerza Aérea tiene previsto adquirir 389 JASSM y 118 LRASM en 2026, con solicitudes adicionales destinadas a ampliar su producción.
Modernización del B-1B ante la llegada del B-21
Los pilones externos reducen los riesgos durante la transición hacia el B-21 Raider, cuyo ingreso operativo está previsto para finales de la década. El B-21, desarrollado por Northrop Grumman, presentó pérdidas financieras atribuibles a la inflación, lo que podría retrasar entregas. Los nuevos pilones permiten que el B-1B mantenga capacidad de combate hasta la entrada en servicio del Raider.
La Fuerza Aérea introduce otras modificaciones en el B-1B, como un sistema híbrido de comunicaciones por satélite para operaciones en el Indo-Pacífico. Este sistema, financiado en 2026, proporciona conectividad de red alternativa y mejora la capacidad operativa. También se proyecta actualizar los señuelos AN/ALE-50 para contrarrestar misiles guiados por radar.
El B-1B permanece como plataforma de empleo en misiones de ataque a distancia y antibuque, especialmente en el Pacífico. Los pilones permiten una combinación de misiles como JASSM y LRASM con municiones de menor costo, lo que incrementa la adaptabilidad táctica del bombardero en escenarios de alta intensidad.
Ellsworth, en Dakota del Sur, será la primera base que reciba unidades operativas del B-21 y funcionará como centro de entrenamiento. Mientras tanto, las actualizaciones al B-1B, incluida la incorporación de pilones LAM, amplían su capacidad operativa hasta su retiro definitivo.