El próximo mes se conmemorarán cuatro décadas desde el vuelo inaugural del primer Rockwell B-1 Lancer de producción.
B-1 Lancer: Cuatro décadas como bombardero estratégico con mejoras constantes
Desde su capacidad operativa inicial en octubre de 1986, este bombardero estratégico ha sido un elemento clave de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, pese a que se eliminó su misión nuclear en 1994. Aunque la retirada del B-1 comenzará a finales de esta década con la entrada en servicio del B-21 Raider de Northrop Grumman, los cerca de 45 Lancers restantes han sido modernizados para seguir cumpliendo su misión.
Recientemente, la flota de B-1B recibió mejoras tecnológicas significativas gracias al programa BEAST de la Fuerza Aérea en la base Dyess. Estas mejoras incluyen sistemas de identificación modernizados, comunicaciones tácticas Link 16, almacenamiento de datos mejorado y nuevas capacidades de comunicación segura, según detalló Maya Carlin en The National Interest.
La continua operatividad del B-1 Lancer se debe, en gran medida, al arduo trabajo del 28.º Grupo de Mantenimiento, cuyos técnicos han demostrado su experiencia durante el ejercicio Raider Reach, un evento de entrenamiento enfocado en probar las capacidades de la unidad en escenarios reales y garantizar que los B-1B de la Base Ellsworth estén listos para cualquier misión.
Ejercicio Raider Reach: Mantenedores ponen a prueba la eficacia del B-1 Lancer

Los aviadores del 28.º Grupo de Mantenimiento recientemente tuvieron la oportunidad de mostrar su preparación técnica y habilidades en el ejercicio Raider Reach. Esta actividad de entrenamiento simula escenarios reales, permitiendo a los equipos comprobar que los bombarderos B-1B Lancer puedan responder eficientemente tanto en situaciones de combate como de entrenamiento.
El sargento Garry Moore, técnico del 37.º Escuadrón de Generación de Bombarderos, destacó que la experiencia adquirida en ejercicios previos ha sido crucial para enfrentar jornadas prolongadas y aumentar la generación de aeronaves. Durante el ejercicio, los técnicos demostraron su conocimiento en el mantenimiento de estas aeronaves.
Sin embargo, a pesar de las mejoras y esfuerzos, la Fuerza Aérea ha tenido que ser creativa para mantener la flota, recurriendo a bombarderos B-1 retirados del “Boneyard” en la Base Davis-Monthan de Arizona. Ejemplo de ello es el Lancer “Lancelot”, que fue reactivado para sustituir a un B-1 irreparable por un incidente de motor en Dyess AFB en 2022, así como el bombardero “Rage”. Ambos fueron seleccionados de un grupo de 17 bombarderos retirados mantenidos en condiciones recuperables.
B-1 Lancers en el “Boneyard”: almacenamiento y posibles retornos al servicio
Los bombarderos B-1 almacenados en el “Boneyard” de la Base Davis-Monthan no se dejan simplemente al aire libre. Estos aviones se mantienen bajo el almacén Tipo 2000, un nivel inferior al Tipo 1000, apto para vuelo. La preservación de estos bombarderos implica cubrirlos con un sellador similar a la silicona, protegiendo huecos, motores y cristales.
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El proceso de almacenamiento garantiza que la aeronave se conserve en buen estado, permitiendo su potencial retorno al servicio si fuese necesario. La restauración de aviones como “Lancelot” y “Rage” demuestra la capacidad de la Fuerza Aérea para reutilizar sus activos estratégicos.
Sin embargo, aún se desconoce si algún otro B-1 retirado será reactivado para reemplazar al bombardero que sufrió un accidente el pasado 4 de enero en la Base Ellsworth de Dakota del Sur.
El futuro del B-1 Lancer: Modernización constante y sustitución por el B-21 Raider
A pesar de las recientes mejoras y actualizaciones, la retirada de los B-1 Lancer comenzará gradualmente con la llegada del bombardero de próxima generación, el B-21 Raider de Northrop Grumman. La Fuerza Aérea prevé que esta transición se lleve a cabo a finales de esta década.
El B-21 Raider reemplazará a los B-1 Lancers como principal bombardero estratégico de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, incorporando tecnología de punta y capacidades avanzadas para misiones de largo alcance.
La continua modernización y los ejercicios de entrenamiento, como el Raider Reach, mantienen a la flota de B-1 lista y operativa para cualquier desafío hasta que el B-21 asuma su lugar en la flota.
Importancia del B-1 Lancer en la estrategia militar de largo alcance
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Durante casi 40 años, el B-1 Lancer ha sido una pieza esencial en la estrategia militar de largo alcance de Estados Unidos. Sus capacidades y mejoras constantes lo han mantenido relevante y eficaz en diversas misiones a lo largo de su servicio.
El mantenimiento, actualización y operación de estos bombarderos han permitido que sigan siendo un componente vital de la flota aérea, siendo adaptados a nuevos roles y capacidades conforme evoluciona la tecnología militar.
Con la entrada en servicio del B-21 Raider, el legado del B-1 Lancer continuará, asegurando la superioridad estratégica y de bombardeo de la Fuerza Aérea de Estados Unidos para futuras generaciones.