Es como el estreno de una nueva película. Después de una larga espera en la que sólo se han visto imágenes conceptuales, el nuevo bombardero B-21 Raider se mostrará al público por primera vez el 2 de diciembre. Northrop Grumman dijo el 20 de octubre en Twitter que el contratista de defensa “desvelaría el primer avión de sexta generación del mundo”. Esta novedad llegará a la fábrica de la compañía en Palmdale, California.
B-21: El suspenso está creciendo
Hay al menos seis de los aviones de prueba B-21 en montaje en California. El vídeo de 11 segundos incluido en el tuit daba pocas pistas, ya que el B-21 estaba cubierto por un velo. Se puede decir que es un diseño de ala volante bajo la cubierta. El vídeo también decía: “Esto lo cambia todo”.
Va de acuerdo con el plan
No ha habido un nuevo bombardero de las Fuerzas Aéreas presentado públicamente desde que el B-2 Spirit hizo su primera aparición en 1988, hace 34 años. 2022 ha sido un año ajetreado para el programa B-21 Raider. El primero de los bombarderos de prueba completó las pruebas de estrés del fuselaje en mayo.
Desde entonces, se ha evaluado tras el encendido, se han inspeccionado los subsistemas y se ha aplicado la pintura y los revestimientos furtivos.
El Ejército del Aire cree que el B-21 realizará su vuelo inaugural en 2023. No está claro si el público será invitado a ese evento. Northrop Grumman cree que el calendario se ajustará para que el primer bombardero sea probado con éxito en tierra primero.
No hay desviaciones de coste ni de calendario hasta ahora
Los mandos de la Fuerza Aérea y miembros del Congreso como el senador Mike Rounds, de Dakota del Sur, han dicho desde el verano que el B-21 estaba a tiempo y por debajo del presupuesto y que la primera presentación sería a principios de diciembre, por lo que el bombardero está cumpliendo sus hitos. El B-21 será una importante pata de la tríada nuclear en las próximas décadas si todo va bien. También destacará en el ataque de precisión para armas convencionales. El bombardero debería proporcionar datos de inteligencia, vigilancia y reconocimiento en sus vuelos furtivos y engañar a las defensas aéreas enemigas con sus capacidades de guerra electrónica.
Un programa caro para todo lo que aporta
El Ejército del Aire espera comprar al menos 100 de los nuevos bombarderos. No serán baratos, ya que costarán 639 millones de dólares cada uno. El objetivo es que se produzcan en serie en 2025 o 2026 y que entren en servicio a finales de la década. Los B-21 se instalarán en la base aérea de Ellsworth, en Dakota del Sur.
Ahora es el momento de aumentar la flota de bombarderos
A medida que mejoran las defensas aéreas de Rusia y China, es imprescindible contar con un nuevo bombardero furtivo que sustituya al B-1B Lancer y al B-2 Spirit. La Fuerza Aérea sólo tiene 20 B-2 junto con 58 B-52H y 45 B-1B Lancers. Los B-2 son cada vez más caros de operar y la flota de B-1B está envejeciendo.
Hay formas de ahorrar dinero
Aunque el B-21 tiene un precio elevado, las Fuerzas Aéreas y Northrop Grumman tienen previsto ahorrar costes durante la fase de fabricación con herramientas digitales y modelado digital. Además, esto reducirá el tiempo de inactividad por mantenimiento cuando el avión entre en servicio, lo que permitirá mejorar los tiempos de entrega entre misiones. Las Fuerzas Aéreas también decidieron abandonar la idea de añadir un dron “Loyal Wingman” al programa para ahorrar dinero.
Listo para el prime time
El B-21 tiene un interesante futuro por delante. La actual flota de bombarderos furtivos es pequeña y está envejeciendo. El B-21 podrá acercarse sigilosamente a China y Rusia en caso de ser necesario en un futuro conflicto y entregar sus municiones con facilidad. No está claro cuál es su alcance, pero se puede apostar que será capaz de repostar en el aire y de atacar objetivos en cualquier parte del mundo. El bombardero dará probablemente dolores de cabeza a los generales rusos y chinos cuando realice su primer vuelo el año que viene.