El B-21 Raider es un bombardero estratégico de próxima generación, diseñado para misiones de penetración profunda con tecnología de sigilo, alcance inigualable y fácil mantenimiento.
El secretario de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, Frank Kendall, informó al Comité de Asignaciones del Senado que las negociaciones con Northrop Grumman han logrado reducir el costo del B-21 Raider. Aunque los montos específicos siguen siendo confidenciales, inicialmente se había estimado un coste de entre 600 y 700 millones de dólares por unidad. Este bombardero, diseñado para realizar ataques de penetración profunda contra sistemas avanzados de defensa aérea, se considera crucial para posibles conflictos con potencias como China y Rusia.
A pesar de que muchos detalles del B-21 Raider permanecen clasificados, se espera que supere a todos sus predecesores en alcance, sigilo y durabilidad. Como parte de la próxima generación de bombarderos estratégicos de la Fuerza Aérea, el B-21 complementará al B-52 en misiones que requieran ataques de precisión contra objetivos de alto valor en territorios disputados.
En 2022, la Fuerza Aérea había proyectado un costo unitario elevado para el B-21 Raider debido a sus capacidades revolucionarias en misiones estratégicas de bombardeo. Este avión está específicamente diseñado para llevar a cabo ataques de penetración profunda contra sistemas de defensa sofisticados, lo que lo hace indispensable en la planificación militar frente a posibles conflictos con naciones como China y Rusia.
El desarrollo del B-21 Raider ha avanzado considerablemente desde su presentación hace menos de dos años. Varios prototipos han realizado vuelos de prueba, recopilando datos cruciales para la versión final de producción, la cual ya ha recibido luz verde para su fabricación a gran escala por parte del Pentágono.
La Fuerza Aérea y Northrop Grumman han manejado con gran cautela la divulgación de detalles sobre las capacidades del Raider debido a la alta clasificación del programa. Sin embargo, durante su presentación, el secretario de Defensa, Lloyd Austin, destacó las características que diferencian al B-21 de cualquier otro bombardero existente.
Austin destacó que el B-21 no solo tiene un alcance sin igual, permitiéndole operar sin necesidad de bases cercanas al teatro de operaciones, sino que también su tecnología de sigilo, producto de cincuenta años de avances en baja visibilidad, lo hace prácticamente indetectable incluso para los sistemas de defensa aérea más sofisticados.
Además, Austin subrayó la durabilidad del B-21, señalando que ha sido diseñado para ser el bombardero más fácil de mantener jamás construido. Esta capacidad de mantenimiento es fundamental para asegurar su operatividad a largo plazo.
La Fuerza Aérea planea una futura flota compuesta tanto por los bombarderos B-21 Raider como por los B-52 Stratofortress. Mientras que el B-21 estará destinado a las misiones más complejas y de mayor riesgo, el B-52 se empleará en operaciones menos desafiantes, donde la Fuerza Aérea tenga mayores probabilidades de éxito.