Alexander Lukashenko confirmó que Bielorrusia produce lanzadores para los misiles Oreshnik de Rusia, fortaleciendo la cooperación militar entre ambos países en medio de tensiones regionales.
Minsk avanza en la producción de lanzadores para Oreshnik
El presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, anunció que su país está fabricando lanzadores para el sistema de misiles balísticos Oreshnik, desarrollado por Rusia. Durante una declaración a los medios, aseguró que Minsk espera la llegada de los misiles desde Rusia, lo que refuerza la alianza militar entre ambos países.
Según la agencia estatal BelTA, esta iniciativa busca integrar el sistema Oreshnik en la estrategia de defensa de Bielorrusia. Lukashenko precisó que su país se encarga de fabricar los lanzadores, mientras que los misiles serán suministrados por Rusia, a la que se refirió como su “hermano mayor”.
El desarrollo de esta infraestructura genera interrogantes sobre la estrategia conjunta de Moscú y Minsk, especialmente en el contexto de la guerra en Ucrania y el aumento de tensiones con la OTAN. Analistas advierten que la cooperación en defensa entre ambos países podría modificar el equilibrio de seguridad en Europa del Este.
Acuerdo entre Bielorrusia y Rusia para el despliegue del Oreshnik
La primera referencia pública sobre el posible despliegue del Oreshnik en Bielorrusia ocurrió en diciembre de 2024, cuando Lukashenko recibió en Minsk al presidente ruso, Vladimir Putin. En esa reunión, ambos líderes firmaron un tratado de seguridad dentro del marco del Estado de la Unión, la alianza política y económica entre sus países.

Durante el encuentro, Lukashenko solicitó la instalación de los misiles en territorio bielorruso, argumentando preocupaciones por la presencia militar de la OTAN en las fronteras occidentales y la guerra en Ucrania. Putin aceptó la propuesta y mencionó que la entrega de los misiles podría concretarse en la segunda mitad de 2025, dependiendo del progreso en la producción.
Las declaraciones recientes de Lukashenko indican que Bielorrusia ha avanzado en la fabricación de los lanzadores y está cerca de completar el primer lote. “Cuando analizamos el proyecto, vimos que, además del misil, era necesario fabricar otros componentes. Nos encargamos de eso en Bielorrusia”, afirmó en la entrevista con BelTA.
Detalles clave sobre el sistema de misiles Oreshnik
- Primer uso en combate: Rusia empleó el Oreshnik el 21 de noviembre de 2024 en un ataque contra una instalación militar en Dnipro, Ucrania.
- Capacidades del misil: Según Putin, es un arma hipersónica con múltiples ojivas y una velocidad superior a Mach 10 (7.600 millas por hora).
- Alcance estimado: Puede superar los 2.000 km, lo que lo pone en posición de alcanzar múltiples objetivos en Europa si se despliega en Bielorrusia.
- Reacciones occidentales: Analistas en EE. UU. lo comparan con el misil RS-26 Rubezh, sugiriendo que es una adaptación de tecnología existente.
Perspectivas militares y estratégicas del despliegue

El sistema Oreshnik llamó la atención internacional tras su debut en combate en noviembre de 2024. En respuesta al ataque ruso sobre Dnipro, el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky alertó que se trataba de un paso hacia una escalada mayor. Mientras tanto, Putin justificó su uso como represalia ante los misiles ATACMS y Storm Shadow británicos lanzados por Ucrania sobre territorio ruso.
Estados Unidos identificó el Oreshnik como una variante del RS-26 Rubezh, minimizando su impacto estratégico al considerarlo una modificación de un proyecto previo en lugar de una nueva tecnología. No obstante, la posibilidad de que transporte ojivas nucleares ha generado preocupación en Europa.
Desde el punto de vista militar, la colocación del Oreshnik en Bielorrusia refuerza la estrategia rusa en la región. Minsk se encuentra al norte de Kiev y cerca de países de la OTAN como Polonia, Lituania y Letonia. Al reducir el tiempo de vuelo de los misiles hacia posibles objetivos, Rusia amplía su capacidad de respuesta y disuasión.
Implicaciones para Bielorrusia y su relación con Rusia
Para Bielorrusia, la producción de lanzadores representa una oportunidad para fortalecer su industria de defensa y su relación con Moscú. En 2023, el país ya había recibido sistemas Iskander-M, misiles de menor alcance con capacidad nuclear.

No obstante, este nivel de cooperación con Rusia también incrementa la dependencia de Minsk de Moscú y refuerza su papel dentro del bloque de seguridad ruso. Aunque Lukashenko ha permitido que Rusia utilice su territorio como base militar desde 2022, ha evitado una participación directa en la guerra en Ucrania.
Expertos sugieren que la fabricación de los lanzadores puede interpretarse como un respaldo indirecto a Rusia. Sin embargo, algunos analistas argumentan que la decisión responde a preocupaciones estratégicas propias de Bielorrusia más que a una intención de involucrarse activamente en la guerra.
Reacción internacional y perspectivas futuras
Tras la aparición del Oreshnik en la guerra, los países de la OTAN condenaron la escalada de Rusia, aunque sin anunciar medidas inmediatas. El Pentágono reconoció las capacidades del misil, pero destacó que sigue en fase experimental y que su producción es limitada.
Funcionarios de defensa de Estonia y el Reino Unido han expresado preocupación por su posible despliegue en Bielorrusia, advirtiendo que puede ser más una señal política que una amenaza militar inmediata. En contraste, Putin insinuó en noviembre de 2024 que podría usarlo contra “centros de toma de decisiones” en Kiev, aumentando la especulación sobre su futuro empleo.
El reciente anuncio de Lukashenko sobre la fabricación de los lanzadores confirma que Bielorrusia se ha convertido en un actor clave en la infraestructura militar rusa. Sin embargo, esta alianza también coloca a Minsk en una posición delicada frente a Occidente, que sigue de cerca cualquier movimiento en la región.