Boeing ha asegurado un contrato valorado en 2.560 millones de dólares por parte de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, para la adquisición de dos prototipos rápidos de la aeronave E-7A AEW&C Wedgetail. Este contrato no solo abarca el desarrollo de las aeronaves, sino también el ciclo de vida completo, la formación y el apoyo necesario para la flota de E-7A de la Fuerza Aérea.
La E-7A Wedgetail, un avión probado en combate, se destaca por sus capacidades avanzadas de seguimiento y control de mando, así como por su gestión de batallas, proporcionando una ventaja estratégica clave al permitir a las fuerzas conjuntas detectar y atacar primero. Esta plataforma AEW&C ya está en servicio en la Real Fuerza Aérea Australiana, la Fuerza Aérea de la República de Corea (conocida como E-737 Peace Eye) y la Fuerza Aérea Turca (denominada E-7T Peace Eagle).
La aeronave, construida sobre la base del Boeing 737-700 NG, ofrece una serie de ventajas como menores costos operativos y de mantenimiento, además de una mayor preparación para misiones y una interoperabilidad sin precedentes entre los usuarios de esta creciente comunidad global.
Dan Gillian, vicepresidente y director general de la división Mobility, Surveillance & Bombers de Boeing Defense, Space & Security, destacó la importancia de la E-7A para los clientes: “Nuestros clientes necesitan urgentemente un sistema integrado que controle y gestione el espacio de batalla. El E-7A es fundamental para explorar el espacio aéreo continuamente, comandar y controlar el espacio de batalla e integrar datos de todos los dominios, ofreciendo así una ventaja decisiva contra las amenazas. Con nuestro enfoque de arquitectura de sistemas abiertos, podemos incorporar rápidamente nuevas capacidades conforme las amenazas evolucionan”.
Stu Voboril, vicepresidente de Boeing y gerente del programa E-7, añadió que los operadores a nivel global han demostrado que el E-7 AEW&C es crucial para la superioridad aérea en el campo de batalla moderno. “Nuestra colaboración con la Fuerza Aérea de los EE. UU. se centra en una ejecución estable y predecible para ofrecer capacidades cruciales listas para la misión actual, lo que allanará el camino para el crecimiento a largo plazo de la aeronave y su misión”, explicó Voboril.
El Boeing E-7 Wedgetail es una aeronave bimotor de alerta temprana y control aéreo basada en el diseño del Boeing 737 Next Generation. A diferencia del Boeing E-3 Sentry, que cuenta con una antena giratoria, el E-7 tiene una antena de radar de barrido electrónico activo fija, conocida como MESA (Multi-role Electronically Scanned Array), fabricada por Northrop Grumman Electronic Systems. Este radar, ubicado en una aleta dorsal sobre el fuselaje y conocido como “sombrero de copa”, está diseñado para minimizar el impacto aerodinámico y es capaz de realizar búsquedas aéreas y marítimas simultáneas, además de controlar cazas y realizar búsquedas en áreas amplias, con un alcance máximo de más de 600 km en modo de búsqueda.
Actualmente, Boeing está fabricando tres E-7A adicionales para la Real Fuerza Aérea Británica, que están siendo sometidos a modificaciones militares en el Reino Unido. La OTAN también ha seleccionado el E-7A como su solución preferida para AEW&C. Existe un acuerdo de cooperación trilateral entre la Real Fuerza Aérea Británica, la Real Fuerza Aérea Australiana y la Fuerza Aérea de los EE. UU., enfocado en el desarrollo, evaluación, prueba de capacidad, interoperabilidad, mantenimiento, operaciones, entrenamiento y seguridad del avión E-7.
El 26 de abril de 2022, la Fuerza Aérea de EE. UU. anunció que el E-7 reemplazará al E-3, siendo la única plataforma capaz de cumplir con los requisitos de gestión de batalla táctica, comando y control, y de indicación de objetivos móviles del Departamento de Defensa en el plazo necesario. En 2023, se otorgó un contrato inicial de 1.200 millones de dólares para desarrollar dos nuevas variantes del E-7 específicamente para los Estados Unidos.
El radar MESA también funciona como un sistema ELINT (inteligencia electrónica), con un alcance máximo de más de 850 km cuando la aeronave vuela a una altitud de 9.000 metros (30.000 pies). El equipo de procesamiento de señales de radar y una computadora central se encuentran instalados justo debajo del conjunto de antenas, lo que asegura un procesamiento eficiente y rápido de la información recolectada.