Boeing Co. ha comenzado las pruebas de vuelo de su avión 777-9, con la participación directa de reguladores estadounidenses.
Pruebas de vuelo del 777-9 comienzan con la supervisión de la FAA
Este evento representa un avance significativo hacia la certificación de este gran avión de pasajeros, tras varios años de contratiempos. El primer vuelo de prueba se llevó a cabo el viernes por la noche, con la presencia de personal de la Administración Federal de Aviación (FAA), según informó la compañía.
Este evento marca el inicio de las pruebas de vuelo de certificación, conocidas como Autorización de Inspección de Tipo. Este es un paso crucial en uno de los programas de prueba comercial más extensos en la historia de Boeing. El avión de prueba 777X está siendo sometido a una evaluación exhaustiva por parte de los reguladores, en un momento en que la compañía enfrenta una crisis de credibilidad sobre su capacidad de fabricación e ingeniería, exacerbada por el accidente del 737 Max en enero pasado.
A pesar del retraso de cinco años en el programa del 777X, la certificación del primer avión que ingresará al mercado podría calmar a los clientes insatisfechos y ayudar a mitigar las pérdidas financieras de Boeing. La compañía expresó en un comunicado que “la prueba de vuelo de certificación continuará validando la seguridad, la fiabilidad y el rendimiento del avión” y agradeció la rigurosa supervisión de la FAA.
Desafíos y retrasos en el programa del 777X de Boeing
The 777-9 began certification flight testing at Boeing Field in Seattle, an important step as we work under the oversight of our regulator to get the airplane certified and deliver it to customers around the world. pic.twitter.com/xayL7ncLKw
— Boeing Airplanes (@BoeingAirplanes) July 13, 2024
Aunque Boeing ha invertido considerable tiempo en prepararse para los elementos del examen de vuelo de la FAA, aún es incierto si el avión estará listo para los clientes el próximo año, como esperan sus ejecutivos. La FAA no comentó directamente sobre el proceso de certificación, pero subrayó que “la seguridad siempre determina el cronograma”. El regulador añadió en un comunicado que “generalmente, este tipo de proceso exhaustivo lleva muchos meses”.
Air Current fue el primero en reportar este logro, una noticia positiva poco frecuente para Boeing, que ha recibido alrededor de 480 pedidos del 777-9 y otros dos modelos planificados: el 777-8, más pequeño, y un avión de carga. Estos aviones, los bimotores más grandes jamás construidos, tienen alas tan largas que sus puntas se pliegan hacia arriba para pasar por las puertas del aeropuerto.
Desde el primer despegue del 777X en enero de 2020, los pilotos de Boeing han acumulado más de 3.500 horas de vuelo en 1.200 vuelos de prueba. Cuatro aviones están dedicados a probar todos los aspectos de su seguridad y operaciones, desde la estabilidad y el control hasta el ruido en la cabina. El 777X, diseñado como un reemplazo más eficiente del 747 de cuatro motores de Boeing y del A380 de Airbus SE, ha estado en desarrollo por más de una década y originalmente se esperaba que ingresara al mercado en 2020.
Impacto de los accidentes del 737 Max en la certificación del 777X
Los retrasos han frustrado a clientes como Emirates, Qatar Airways y Deutsche Lufthansa AG, quienes han tenido que seguir volando aviones más antiguos que pretendían reemplazar. El modernizado avión de fuselaje ancho ha sido objeto de un escrutinio regulatorio más riguroso después de dos accidentes fatales de aviones 737 Max en 2018 y 2019, que resultaron en la muerte de 346 personas.
Los reguladores estadounidenses y europeos exigieron pruebas exhaustivas y el rediseño de varios componentes del 777X, incluido un sistema de aviónica crítico y la electrónica de control de actuadores. La entrada comercial de los dos últimos modelos Max también se ha retrasado porque la FAA requirió que Boeing rehaga estudios de ingeniería y rediseñe un sistema de descongelación del motor que fallaba en determinadas condiciones.
El futuro del 777X depende de la exitosa conclusión de estas pruebas de certificación y de la capacidad de Boeing para cumplir con los estrictos requisitos de seguridad impuestos por los reguladores. La presión está en la compañía para demostrar que ha aprendido de sus errores pasados y puede entregar un producto que cumpla con las expectativas de seguridad y rendimiento del mercado.