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Portada » Zona de guerra » Bombardero B-2 combina sigilo y carga de 40,000 libras

Bombardero B-2 combina sigilo y carga de 40,000 libras

por Noticias de Israel
8 de mayo de 2025
en Zona de guerra
B-2 Spirit destruye búnkeres hutíes en Yemen con GBU-57

Un B-2 Spirit lanzando un GBU-57 Massive Ordnance Penetrator. (Crédito de la imagen: Fuerza Aérea de EE. UU.)

El bombardero B-2 Spirit de Northrop Grumman emplea un diseño de ala volante para minimizar su firma de radar, integrando materiales compuestos y tecnología fly-by-wire.

Innovación del diseño de ala volante en el B-2 Spirit

El Northrop Grumman B-2 Spirit, conocido como el bombardero furtivo, representa un hito en la ingeniería aeronáutica por su diseño de ala volante, que elimina el fuselaje y las superficies verticales para reducir drásticamente su detectabilidad por radar. Este bombardero estratégico de largo alcance, operativo desde 1997, combina tecnología de sigilo con una capacidad de carga útil de hasta 40,000 libras (18,000 kg), incluyendo armamento convencional y nuclear. Su diseño, inspirado en los conceptos pioneros de Jack Northrop en la década de 1940, requirió avances significativos en materiales compuestos y sistemas de control fly-by-wire para superar las limitaciones aerodinámicas de estabilidad inherentes a las alas volantes.

La estructura del B-2 Spirit carece de estabilizadores verticales, lo que elimina reflejos de radar que comprometerían su sigilo. Sus bordes de ataque, angulados a 33 grados, y su borde posterior en forma de doble W desvían las ondas de radar, mientras que los materiales compuestos y recubrimientos absorbentes de radar, como el alternate high-frequency material (AHFM), minimizan aún más su firma electromagnética. Este diseño permite al B-2 penetrar defensas antiaéreas densas a altitudes de hasta 50,000 pies (15,000 m), con un alcance sin reabastecimiento de 6,000 millas náuticas (11,000 km), ampliable a más de 10,000 millas náuticas (19,000 km) con un reabastecimiento en vuelo.

El desarrollo del B-2 comenzó en 1979 bajo el programa Advanced Technology Bomber (ATB) durante la administración Carter, tras la cancelación del bombardero supersónico B-1A. Northrop, en colaboración con Boeing, Hughes y Vought, diseñó el avión como una plataforma de sigilo capaz de evadir los avanzados sistemas de defensa aérea soviéticos. El primer vuelo del B-2 ocurrió el 17 de julio de 1989, y el avión alcanzó capacidad operativa completa en diciembre de 2003, tras una década de pruebas y mejoras. Su debut en combate tuvo lugar en 1999 durante la Guerra de Kosovo, donde demostró su capacidad para atacar objetivos con precisión utilizando bombas guiadas por GPS JDAM.

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El diseño de ala volante, aunque revolucionario, presentó desafíos significativos. Las alas volantes carecen de la estabilidad natural de los diseños convencionales con fuselaje y cola, lo que las hace propensas a rotaciones inesperadas en su eje de guiñada. En los años 40, los prototipos de Jack Northrop, como el YB-49, enfrentaron problemas de estabilidad que limitaron su adopción. Sin embargo, los avances en la década de 1980 en sistemas fly-by-wire, que utilizan computadoras para ajustar continuamente las superficies de control, permitieron estabilizar el B-2. Este sistema, desarrollado por General Electric, emplea un control cuádruple redundante que compensa la inestabilidad aerodinámica, garantizando un vuelo seguro y maniobrable.

El B-2 Spirit ahora puede atacar objetivos marítimos
B-2 Spirit

Datos clave del diseño y operación del B-2 Spirit

  • Envergadura: 172 pies (52.4 m), comparable a la de un B-52, pero con una longitud de solo 69 pies (21 m).
  • Motores: Cuatro turbofanes General Electric F118-GE-100, cada uno con 17,300 libras de empuje, optimizados para reducir emisiones infrarrojas.
  • Capacidad de carga: Hasta 80 bombas Mk 82 JDAM de 500 libras o 16 bombas nucleares B83 de 2,400 libras.
  • Costo operativo: Aproximadamente $135,000 por hora de vuelo, con 119 horas de mantenimiento por cada hora de vuelo.
  • Radar: Equipado con un radar AESA modernizado en 2009 para evitar interferencias con sistemas satelitales comerciales.

Evolución tecnológica y sigilo del B-2 Spirit

El sigilo del B-2 Spirit no solo depende de su forma, sino también de innovaciones en materiales y recubrimientos. La superficie del avión incorpora materiales compuestos que reducen las firmas infrarroja, acústica y electromagnética. Un recubrimiento especial, aplicado por robots controlados de manera independiente, preserva las características de sigilo al minimizar el mantenimiento necesario. En 2010, el Air Force Research Laboratory desarrolló un material resistente al calor para los bordes de salida expuestos a los gases de escape, reemplazando un material que se degradaba rápidamente. Estas mejoras han permitido que el B-2 mantenga una firma de radar equivalente a la de un pájaro pequeño, según reportes de la Fuerza Aérea de EE. UU.

El B-2 ha sido modernizado continuamente para enfrentar amenazas globales en evolución. En diciembre de 2008, Northrop Grumman recibió un contrato de $468 millones para actualizar los radares de la flota, cambiando su frecuencia para cumplir con regulaciones del Departamento de Comercio de EE. UU. En julio de 2019, el B-2 celebró 30 años desde su primer vuelo, con mejoras en aviónica, armamento y tecnología de sigilo que lo han transformado en un bombardero más versátil. Actualmente, la Fuerza Aérea opera 19 B-2, tras la pérdida de uno en un accidente en 2008 y el retiro de otro dañado en 2022. La flota permanecerá en servicio hasta 2032, cuando será reemplazada por el Northrop Grumman B-21 Raider, un bombardero furtivo de sexta generación con un diseño similar pero más compacto.

El B-2 ha demostrado su eficacia en múltiples conflictos. Durante la Operación Fuerza Aliada en 1999, destruyó el 33% de los objetivos serbios en las primeras ocho semanas, volando sin escalas desde la Base Aérea de Whiteman, Missouri, hasta Kosovo. En la Operación Libertad Duradera en Afganistán, completó misiones de hasta 34 horas con múltiples reabastecimientos en vuelo. En 2016, dos B-2 atacaron campos de entrenamiento de Estado Islámico en Libia, desplegando 108 bombas JDAM en una sola misión. Estas operaciones destacan la capacidad del B-2 para proyectar poder global con una precisión letal, incluso en entornos hostiles.

B-2 Spirit de Northrop Grumman estrena mejoras digitales
B-2 Spirit

El costo del programa B-2 ha sido objeto de controversia. Cada avión tiene un costo promedio de $2.1 mil millones (en dólares de 1997), incluyendo desarrollo, ingeniería y pruebas. Inicialmente, se planeó adquirir 132 unidades, pero la caída de la Unión Soviética y recortes presupuestarios redujeron la producción a 21 aviones. En 1995, Northrop propuso construir 20 unidades adicionales por $566 millones cada una, pero la propuesta fue rechazada. El alto costo operativo, que requiere hangares climatizados para preservar sus recubrimientos de sigilo, ha sido criticado por la Oficina de Responsabilidad Gubernamental (GAO), que en 1996 señaló que el B-2 es el bombardero más costoso de operar por unidad, superando al B-1B y al B-52H.

Legado de Jack Northrop y el futuro del ala volante

El diseño del B-2 Spirit rinde homenaje a los esfuerzos de Jack Northrop, quien en la década de 1940 desarrolló prototipos de alas volantes como el XB-35 y el YB-49. Aunque estos aviones no entraron en servicio debido a limitaciones tecnológicas, sentaron las bases para el B-2. En abril de 1980, Northrop, entonces con 84 años, vio un modelo del B-2 y expresó: “Ahora sé por qué Dios me ha mantenido vivo los últimos 25 años”, según reportes de la época. murió en 1981, antes de que el B-2 volara, pero su visión se materializó en este bombardero.

El concepto de ala volante ha influido en diseños modernos, como el B-21 Raider, que incorpora lecciones del B-2, incluyendo materiales absorbentes de radar más avanzados y una configuración más simple en su borde posterior. El B-21, con un costo estimado menor y mayor flexibilidad, está diseñado para operar tanto con pilotos como en variantes no tripuladas. La Fuerza Aérea planea adquirir al menos 100 B-21, con entregas previstas a partir de 2026.

El B-2 Spirit no solo es un bombardero estratégico, sino también un testimonio de la evolución del diseño furtivo. Su capacidad para operar en entornos de alta amenaza, combinada con su diseño innovador, lo ha convertido en un pilar de la disuasión nuclear y convencional de EE. UU. A medida que el B-21 Raider se prepara para tomar su lugar, el legado del B-2 como el primer bombardero furtivo de ala volante seguirá siendo un referente en la historia de la aviación militar.

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