El gobierno canadiense estudia alternativas al F-35 tras haber pagado ya por 16 aviones. Cancelar el contrato podría generar sanciones económicas significativas.
Canadá reconsidera la compra del F-35 por 13.200 millones de dólares
El ministro de Defensa de Canadá, Bill Blair, anunció que el gobierno explora otras opciones para su flota de combate en lugar del F-35 de fabricación estadounidense. La declaración se dio el 14 de marzo de 2024, pocas horas después de su reelección en el gabinete del primer ministro Mark Carney, según informó CBC News.
La noticia surge un día después de que Portugal abandonara sus planes de adquirir el F-35, según declaraciones del ministro de Defensa portugués, Nuno Melo, publicadas por Público el 13 de marzo de 2025.
El 9 de enero de 2023, Canadá finalizó un acuerdo con el gobierno de Estados Unidos y las empresas Lockheed Martin y Pratt & Whitney para adquirir 88 aviones F-35A por 13.200 millones de dólares. Fue la mayor inversión en la Real Fuerza Aérea Canadiense en 30 años.
A pesar del acuerdo, Blair afirmó en el programa “Power & Politics” de CBC que continúan las discusiones sobre la mejor opción para la defensa del país. “Nuestra fuerza aérea identificó al F-35 como la plataforma necesaria, pero analizamos si todos los aviones deben ser de este modelo”, señaló.

Posibles consecuencias de cancelar la compra del F-35
Cancelar el contrato no sería sencillo. A diferencia de Portugal, que solo manifestó interés en el F-35 sin compromisos financieros, Canadá ya ha pagado por los primeros 16 aviones, que llegarán a inicios del próximo año.
De retirarse completamente, el país enfrentaría sanciones económicas, aunque los costos exactos no han sido revelados. Además, Canadá ha participado en el programa Joint Strike Fighter desde 1997, invirtiendo 500 millones de dólares y asegurando contratos para empresas nacionales por más de 1.800 millones de dólares.
Inversiones y antecedentes en la flota de combate canadiense
- En 2010, Canadá decidió comprar 65 F-35 sin competencia, pero en 2015 optó por una licitación abierta.
- Adquirió 18 Super Hornets como solución temporal, pero canceló la compra tras una disputa comercial entre Boeing y Bombardier.
- En su lugar, compró 18 Hornets usados de Australia entre 2019 y 2021.
- En marzo de 2022, eligió formalmente el F-35 como reemplazo de los CF-188 Hornets.
Alternativas europeas podrían entrar en la ecuación
Blair sugirió que el plan de adquisiciones podría cambiar, considerando a fabricantes europeos como Saab. Su modelo Gripen quedó en segundo lugar en la licitación de aviones de combate.

El ministro mencionó la posibilidad de ensamblar los aviones en Canadá, una opción que Saab ha ofrecido junto con la transferencia de propiedad intelectual. Esto contrasta con el programa del F-35, que impide a los operadores internacionales realizar pruebas fuera de EE. UU.
Según la Fuerza Aérea de EE. UU., las políticas de seguridad exigen que ciudadanos estadounidenses manejen ciertas funciones del F-35 para proteger la tecnología crítica del país. Esta restricción ha avivado especulaciones sobre un “interruptor de apagado” en el sistema del caza.
Impacto en la relación entre Canadá y Estados Unidos
Las declaraciones del ministro ocurren en un contexto de crecientes tensiones con EE. UU., donde la retórica del expresidente Donald Trump ha generado incertidumbre entre socios y aliados en temas de defensa.
Aunque el futuro del acuerdo sigue en duda, Canadá enfrenta un escenario distinto al de Portugal, ya que romper el contrato implicaría pérdidas económicas considerables.