Las imágenes de esta publicación fueron tomadas la semana pasada en la Base Aérea Luke, Arizona, por nuestro amigo Steve Fortson. Muestran un F-35A volando con las puertas del ALE-70 y del dispensador de bengalas abiertas. Curiosamente, parece que el avión voló la misión en esta “configuración” bastante inusual e hizo múltiples pasadas después de regresar a su base de operaciones, como observó Steve.
Las puertas de las bengalas y de los señuelos remolcados suelen estar cerradas para preservar la LO (Low Observability) del avión, y se abren para desplegar las contramedidas. Por este motivo, no está claro si estaban abiertas con fines de prueba o por otra razón (posiblemente también un fallo menor -no sería la primera vez- que hemos visto F-35 volando con paneles abiertos como consecuencia de un fallo).

Aunque hay muchas fotografías que muestran a los aviones furtivos Lightning lanzando bengalas, hay muy pocas que muestren la puerta del ALE-70 abierta. El ALE-70 es una contramedida de radiofrecuencia remolcada diseñada y producida por BAE Systems para el F-35. Tanto la variante A, como la B y la C pueden llevar el señuelo. Por el momento, además de la Fuerza Aérea, el Cuerpo de Marines y la Marina de Estados Unidos, el único operador extranjero es la Real Fuerza Aérea de Australia.

Los sistemas de señuelos remolcados se utilizan para proteger a los aviones militares de los misiles guiados por radar. Estas contramedidas se remolcan detrás de la aeronave anfitriona, protegiéndola contra misiles tierra-aire y aire-aire. Proporcionan un cebo reflectante de ondas de radio que atrae a los misiles guiados por radiofrecuencia lejos del objetivo previsto. Se conectan a través de un enlace de fibra óptica que se utiliza para enviar comandos al emisor de radiofrecuencia del señuelo para producir las señales de interferencia necesarias para atraer al misil lejos de la “aeronave madre”.
Muchos aviones están equipados con este tipo de señuelos remolcados. Los F-18 y los B-1 estadounidenses están equipados con el sistema ALE-50, mientras que el Eurofighter Typhoon está equipado con un señuelo de radar remolcado que lleva en la punta del ala del lado de estribor.
El ALE-70 del F-35 se almacena internamente y se despliega, como se ha explicado, a través de una escotilla que está a popa del dispensador de bengalas y está compuesto por un conjunto de carrete y lanzador, línea de remolque, transmisor de contramedidas T-1687 y subconjuntos electrónicos y mecánicos. También tiene botes y cartuchos explosivos que son necesarios para desplegar los señuelos.

Como se ha explicado, en términos generales, los señuelos remolcados son contramedidas de autoprotección, ya que pueden utilizarse para mejorar la capacidad de supervivencia de una aeronave contra las amenazas aire-aire y antiaéreas. El ALE-70 es especialmente útil para el F-35, teniendo en cuenta que el Lightning no está equipado con chaffs (contramedidas utilizadas contra misiles guiados por radar). Sin embargo, también pueden ser útiles en un escenario SEAD/DEAD, en el que el señuelo podría ser lanzado por un F-35 para simular un gran “objetivo falso” como cebo para los sistemas de defensa aérea del enemigo mientras otro F-35 en modo totalmente sigiloso geolocaliza los emisores y los ataca.
Por cierto, los señuelos remolcados suelen llamarse “señuelos de primera generación”, ya que se desarrollaron hacia el final de la Guerra Fría y dependen de un cable que los conecta a la aeronave para poder mantener la distancia necesaria y también recibir datos y energía para la señal de interferencia. La mayoría de los modernos, como el BriteCloud, son cartuchos autónomos alimentados por baterías que proporcionan una capacidad de interferencia fuera de la aeronave -de ahí el término “activo”- que pueden lanzarse como los clásicos chaffs y bengalas -de ahí el término “prescindible”- creando una gran distancia entre la aeronave y el señuelo, de modo que el misil y su metralla se pierden por completo la aeronave.