A medida que más cazas furtivos Su-57 Felon entran en servicio, las fuerzas aéreas rusas esperan utilizar el avión no tripulado S-70 Okhotnik-B “Hunter” en un acuerdo de equipo.
Este concepto de “leal compañero de ala” incluiría hasta cuatro de los drones sigilosos S-70 que podrían volar por delante de los Felon para misiones de alerta temprana, puntería y ataque terrestre.
Su-57 y S-70: El trabajo en equipo hace realidad el sueño
No se espera que el vehículo aéreo de combate no tripulado Okhotnik-B vuele con regularidad hasta 2023 o 2024, ya que muchas de sus características aún están en fase de desarrollo.
Pero acabará proporcionando a Rusia un moderno avión no tripulado que podría hacer más letal al caza tripulado Su-57.
Gran dron de combate con velocidad subsónica
El dron fue presentado en 2018, cuando comenzaron las pruebas en tierra, y voló por primera vez en 2019. Está siendo producido por la división Sukhoi de la Corporación Aeronáutica Rusa en la planta de aviación de Novosibirsk, en Siberia occidental.
Tiene un diseño de ala volante y es bastante grande para ser un dron. El S-70 pesa 20 toneladas y mide 46 pies de largo con una envergadura de 62 pies. Puede volar a 621 millas por hora.
Similares a los drones de combate estadounidenses
Es posible que Rusia se haya inspirado en el avión teledirigido de ala volante X-47B, fabricado en un portaaviones estadounidense.
Las alas volantes tienen mejores niveles de evasión de radar y el Okhotnik-B no debería decepcionar a las fuerzas aéreas rusas en lo que se refiere a atributos furtivos.
Mientras tanto, los estadounidenses siguen adelante con sus propios programas de drones de combate. La Marina estadounidense se adelanta al programa Okhotnik firmando un contrato de 15,5 millones de dólares para adquirir dos sistemas aéreos no tripulados sigilosos XQ-58A Valkyrie.
Largo alcance con una gran carga de armamento
El Okhotnik-B tendrá un motor turbofán Sukhoi AL-41F1 que producirá un alcance de más de 3.700 millas.
Está situado en la parte trasera de la aeronave y el escape sale por un puerto circular. La bahía de armas de 4.400 libras es interna y albergará misiles y bombas guiados de precisión.
Las pruebas de armamento van según lo previsto
La primera prueba de armamento con aire-aire y bombas tontas se realizó con éxito en 2020.
La última prueba de armamento tuvo lugar el verano pasado con los mismos misiles aire-superficie avanzados que utilizará el Su-57.
El Okhotnik no es sólo un avión no tripulado de ataque, también puede llevar a cabo tareas de guerra electrónica junto con la recopilación de datos de reconocimiento e inteligencia.
El salto adelante podría ralentizarse
Rusia puede ser optimista sobre su entrega prevista para mediados de la década de 2020.
Gran parte de la tecnología procede del programa de aviones no tripulados MiG Skat, que fracasó durante la década de los ochenta. Rusia no empezó a trabajar en el Okhotnik hasta 2012, después de que el Skat fuera cancelado ese mismo año.
Además, Rusia está sufriendo las consecuencias de las sanciones internacionales, que están provocando la escasez de semiconductores. Esto podría suponer un duro golpe para el Okhotnik y retrasar su entrega.
El dron tampoco es autónomo y necesita un operador en tierra para guiar el vuelo.
¿Funcionará el concepto Loyal Wingman con el Su-57?
El acuerdo de trabajo en equipo con el Su-57 se probó con éxito en 2019, por lo que parece que ese aspecto de su diseño conceptual está progresando. El modo leal wingman es probablemente la capacidad más emocionante del Okhotnik-B. El trabajo en equipo le da al Su-57 un efecto multiplicador de fuerza, especialmente cuando el dron está en modo de combate.
A Rusia le queda mucho por probar antes de poder cantar victoria en el calendario de desarrollo del avión no tripulado. Probablemente no estará listo para combatir en la guerra de Ucrania, pero si el conflicto se congela y dura los próximos dos años, podríamos ver al Su-57 y al Okhotnik-B volando juntos en misiones sobre Ucrania. Este sería el escenario ideal para la fuerza aérea rusa y mantendría a Estados Unidos trabajando rápidamente en sus propios acuerdos de equipos de aviones no tripulados, especialmente con el F-35 y el F-22.