Dos F-35A de la Fuerza Aérea de EE. UU. operaron por primera vez en una autopista finlandesa, demostrando capacidades de combate ágil.
Ejercicio Baana24: F-35A de EE. UU. operan en una autopista finlandesa
El 4 de septiembre de 2024, en el ejercicio Baana24, dos aviones de combate F-35A Lightning II del 495.º Escuadrón de Cazas de la Fuerza Aérea de EE. UU. realizaron un histórico aterrizaje en la autopista Hosio, ubicada en Ranua, Finlandia. Este hecho marcó la primera ocasión en la que un avión de combate estadounidense operó en una carretera finlandesa, siendo parte de los ejercicios anuales de operaciones dispersas organizados por la Fuerza Aérea de Finlandia.
Stronger together! 🇫🇮🇺🇸
— Ilmavoimat (@FinnishAirForce) September 4, 2024
The United States Air Force’s F-35A Lightning II fighter jets landed a moment ago for the first time at a Finnish highway strip in Hosio, Ranua in the #Baana24 exercise.#ilmavoimat #ImminentField24 @Laplsto @HQUSAFEAFAF@NATO_AIRCOM pic.twitter.com/Gv3YROw2tV
Durante el ejercicio, el personal militar estadounidense, junto a sus homólogos finlandeses, aprendió técnicas y tácticas para aterrizar y despegar aeronaves en condiciones limitadas, ampliando así las capacidades de combate ágil de la Fuerza Aérea de EE. UU. Estas maniobras en entornos austeros son clave para operar en situaciones de emergencia o en áreas sin bases aéreas tradicionales.
Ese mismo día, aviones Eurofighter alemanes también participaron en Baana24, aterrizando por primera vez en la misma autopista finlandesa. Este ejercicio refuerza la cooperación entre las fuerzas aliadas en el ámbito militar y mejora la preparación de las fuerzas aéreas participantes.
El papel histórico del F-35A noruego en las operaciones sobre carreteras
La participación de los F-35A de EE. UU. en Baana24 sigue a la histórica operación del 2023, cuando dos F-35A de la Real Fuerza Aérea Noruega (RNoAF) aterrizaron en una carretera finlandesa durante el ejercicio Baana23. Aquella maniobra marcó la primera vez que una variante de despegue y aterrizaje convencionales (CTOL) del F-35 operaba en una carretera.
Los aviones noruegos destacaron por estar equipados con un paracaídas de arrastre en la parte trasera del fuselaje, diseñado para ayudar en la desaceleración de la aeronave en pistas heladas o con condiciones adversas. Aunque no fue necesario desplegar el paracaídas en ese momento, su diseño está pensado para optimizar las operaciones en climas árticos.
El ejercicio Baana, conocido en el marco de la OTAN como “Campo Inminente”, es una parte integral de la estrategia de defensa aérea de Finlandia, que busca mejorar la preparación operativa al dispersar aeronaves en carreteras y ubicaciones fuera de las bases aéreas tradicionales.
Baana24 y la importancia estratégica de las operaciones en carreteras
Baana24, que se lleva a cabo del 2 al 5 de septiembre de 2024, contempla operaciones en pistas de autopistas por parte de diversos aviones, como los F/A-18 Hornet, los entrenadores Hawk y aviones de apoyo. Las maniobras incluyen despegues y aterrizajes en entornos que simulan escenarios de conflicto donde las pistas de las bases principales no estarían disponibles.
Además de las fuerzas estadounidenses, las operaciones cuentan con la participación de las fuerzas alemanas, demostrando una colaboración internacional en el entrenamiento militar y el desarrollo de estrategias conjuntas. El Ala Aérea de Laponia, de Finlandia, se encarga de ejecutar estas maniobras tanto en la autopista como en la base aérea de Rovaniemi.
De acuerdo con el coronel Saku Joukas, director del ejercicio, Baana24 es fundamental para mostrar las capacidades de defensa de Finlandia y para compartir conocimientos con los socios internacionales. Esta cooperación fortalece la preparación ante posibles amenazas y refuerza la interoperabilidad con aliados clave.
El resurgimiento de las operaciones dispersas en el contexto moderno
Después de la Segunda Guerra Mundial, muchos países europeos, especialmente del este, implementaron el concepto de usar tramos de carreteras como pistas de aterrizaje. Este enfoque tenía como objetivo mitigar la vulnerabilidad de las bases aéreas ante posibles ataques. Con el colapso del Pacto de Varsovia, esta práctica se volvió menos frecuente.
Sin embargo, en la última década, las operaciones dispersas y los aterrizajes en carreteras han resurgido como una estrategia clave para mejorar la supervivencia de las aeronaves. Este tipo de entrenamiento se ha visto en ejercicios recientes de Finlandia, Suecia, Suiza y Estados Unidos, demostrando su importancia para las fuerzas aéreas modernas.
La guerra en Ucrania ha subrayado la vulnerabilidad de los aeródromos frente a ataques con drones, lo que ha llevado a los países a reevaluar sus estrategias de dispersión de fuerzas. Estas operaciones permiten a las aeronaves mantener su capacidad operativa incluso si las bases principales están bajo ataque, complicando la identificación de objetivos y reduciendo la exposición a amenazas enemigas.
La flexibilidad operativa en los escenarios de combate actuales
Las operaciones en aeródromos dispersos y en carreteras son esenciales para aumentar la flexibilidad y la supervivencia en el campo de batalla. Dispersar las aeronaves en múltiples ubicaciones reduce el riesgo de ataques concentrados en bases principales, lo que permite una continuidad operativa más eficiente.
Al complicar los ataques enemigos, esta estrategia refuerza la capacidad de las fuerzas aéreas para realizar sus misiones en escenarios de alta tensión, mejorando la capacidad de redespliegue rápido en caso de emergencias. Esto supone una ventaja táctica en conflictos donde la infraestructura aérea tradicional puede verse comprometida.
En resumen, el uso de carreteras como pistas de aterrizaje y la dispersión de aeronaves son prácticas clave que aseguran la operatividad y la resiliencia de las fuerzas aéreas modernas. Este enfoque garantiza una respuesta flexible ante cualquier amenaza.