¿Podría Suecia mostrar su compromiso con la OTAN enviando su caza JAS 39 Gripen a Ucrania? Los defensores de este plan sugieren que, dado que el Gripen no es un caza estadounidense, la medida sería menos controvertida que la entrega del F-16, que Kiev también ha dicho que quiere.
Hay muchas razones por las que el Gripen podría ser una buena opción para Ucrania.
El Gripen es el primer avión de combate polivalente sueco, capaz de interceptar, atacar el suelo y realizar tareas de reconocimiento, y está considerado como el mejor caza no furtivo en servicio actualmente.
Se trata de un programa maduro, ya que despegó hace más de tres décadas. Sin embargo, a pesar de su antigüedad, el avión es muy ágil. El caza Mach-2 de ala delta y canard está propulsado por un motor turbofan Volvo con postcombustión. Tiene un alcance de hasta 3.200 km y puede volar a una altitud de 15.240 metros. También tiene un coste por hora de vuelo inferior al de muchos otros aviones.
Según Saab, el Gripen puede repostar y rearmarse en 10 minutos y volver a entrar en combate. Como todos los aviones suecos desarrollados desde la década de 1950, también puede operar desde pistas cortas, incluso desde carreteras y autopistas reconvertidas. El caza necesita una superficie de solo 16 metros de ancho y 500 metros de largo para despegar, y requiere un tramo de 600 metros para aterrizar. Los cañones del caza también contribuyen a la maniobrabilidad al aumentar su ángulo de ataque y proporcionar más sustentación a velocidades más bajas durante el aterrizaje.
“Los ataques a las bases aéreas pueden determinar o no el resultado de una guerra hoy en día. Pero son preocupantes”, explicó Mats Palmberg, jefe de la campaña Gripen India. “Los misiles de largo alcance y gran eficacia de hoy en día, junto con los vehículos aéreos no tripulados, ponen en peligro preciosas vidas humanas. Una fuerza aérea moderna debe asegurar sus bases aéreas dispersándose y operando desde múltiples lugares. Un caza que apoye las operaciones dispersas es la necesidad del momento”.
Por qué no ocurrirá
El envío del JAS 39 Gripen para ayudar a Kiev podría resolver un par de problemas. Saab ha tenido problemas para encontrar compradores extranjeros para el avión, y sus capacidades se pondrían a prueba en los cielos de Ucrania. Eso podría animar a las naciones que han rechazado el avión, en favor de alternativas como el Lockheed Martin F-35 Lightning II, a reconsiderar su elección.
Sin embargo, hay algunos problemas.
El primero y más importante es que Suecia no tiene los cazas preparados para enviarlos inmediatamente. Los aviones de combate modernos tardan en producirse, y los fabricantes no tienen los productos en fila como los coches en un concesionario, esperando a los compradores. Estocolmo no va a enviar cazas de su propia fuerza aérea a Ucrania. Incluso si Suecia se comprometiera a proporcionar los aviones, es probable que los primeros cazas tardaran años en llegar. El suministro de piezas y la formación también podrían plantear problemas logísticos.
Además, Suecia ha intentado ingresar en la OTAN, y Hungría y Turquía todavía tienen que aprobar su ingreso. Ambos países mantienen actualmente un equilibrio con Moscú, y la promesa de Estocolmo de enviar los cazas podría ser una línea que no quieren cruzar. Por último, los países deben considerar cómo podría responder el presidente ruso Vladimir Putin a la presencia de un avión de guerra de este tipo en Ucrania. La propia OTAN podría vetar el envío de la aeronave, incluso si Suecia estuviera totalmente a bordo.