Ante un contexto de reducción en la demanda, Boeing, el destacado fabricante aeronáutico de Estados Unidos, ha tomado la decisión de finalizar la producción del caza multifuncional F/A-18 Super Hornet para el año 2027.
La última adquisición registrada fue efectuada por la Marina de EE. UU. el 19 de marzo, consistente en 17 unidades del F/A-18 a un coste de 1.300 millones de dólares.
Se prevé que la entrega de estos cazas se complete en la primavera de 2027, marcándolos como los últimos ejemplares del F/A-18 que abandonarán la cadena de producción. De no haberse concretado este último pedido, el cierre de la línea de producción del Super Hornet hubiera tenido lugar en 2025.
Según declaraciones del vicepresidente de aviones de combate de Boeing, Mark Sears, a medios nacionales, se anticipa un viraje en la estrategia productiva de la empresa. La planta de St. Louis, encargada del ensamblaje del F/A-18, se adaptará progresivamente para iniciar la fabricación de nuevos modelos.
Este ajuste se logrará disminuyendo la cadencia de producción del F/A-18, lo que permitirá redistribuir recursos hacia proyectos de gran interés como el caza F-15EX, el avión de entrenamiento T-7A y el avión cisterna no tripulado MQ-25 Stingray.
Transición y modernización en el horizonte de la aviación naval
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Lejos de significar su obsolescencia inmediata dentro de la Marina de EE. UU., el cese de producción del F/A-18 Super Hornet no implica su retiro definitivo del servicio activo. Este caza continuará ejerciendo un papel preponderante como aeronave embarcada por un periodo sustancial.
Consecuentemente, se ha establecido como prioritaria la actualización de la flota existente a la versión Block III, con una meta de finalización para el año 2030.
A más largo plazo, se prevé que el F/A-18 Super Hornet será sucedido por el F-35 o por otra plataforma aérea de nueva generación. Este cambio marcará el epílogo de una distinguida trayectoria para el F/A-18. Recordemos que su primer despegue data de 1978, y desde 1995, en su versión Super Hornet, ha experimentado una profunda transformación y modernización.
La incorporación del F/A-18 Super Hornet a la flota de la Marina estadounidense fue, en gran medida, una respuesta a restricciones presupuestarias. A finales de los años 80, el Pentágono aspiraba a equipar sus grupos de portaaviones con el A-12 Avenger, una aeronave de ataque furtivo. Sin embargo, la cancelación de este proyecto precipitó la caída de McDonnell Douglas y abrió paso al desarrollo coste-efectivo del Super Hornet.
Desde su entrada en servicio, el Super Hornet ha sido protagonista en numerosos conflictos. Su bautismo de fuego se produjo en 2002, durante la Operación Southern Watch en Irak, donde desempeñó un papel crucial en el mantenimiento de una zona de exclusión aérea en el sur del país. En la guerra de Irak, iniciada en 2003, el Super Hornet fue ampliamente utilizado, proporcionando superioridad aérea y apoyo esencial a las tropas estadounidenses y aliadas.
Más allá de los desiertos de Oriente Medio, el F/A-18 Super Hornet ha cumplido misiones variadas alrededor del globo. Fue clave en la Operación Libertad Duradera en Afganistán, realizando ataques contra posiciones talibanes y de Al Qaeda. En el conflicto libio de 2011, se destacó por sus ataques de precisión contra blancos militares.
El Super Hornet: Clave en la aviación naval hasta 2040 y más allá
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En el escenario contemporáneo, la operatividad del Super Hornet se ha ampliado a misiones contra los elementos de ISIS en Irak y Siria, consolidando su presencia en el Mar de China Meridional como parte integral de las operaciones de Libertad de Navegación emprendidas por la Marina de EE. UU.
Se anticipa que el Super Hornet mantendrá su papel dentro de la Marina hasta por lo menos 2040, con actualizaciones programadas para asegurar que la aeronave siga estando en el pico de la eficacia operativa naval.
Desde su introducción, el F/A-18 Super Hornet ha sido reconocido por su versatilidad, fiabilidad y excepcional desempeño. Ha demostrado su capacidad en un amplio espectro de roles, incluyendo la superioridad aérea, la realización de ataques con municiones guiadas de precisión tanto diurnos como nocturnos, la escolta de cazas, el apoyo aéreo cercano, la supresión de las defensas aéreas enemigas, el ataque marítimo, tareas de reconocimiento, control aéreo avanzado, y funciones como avión cisterna.
Su aptitud para adaptarse a una variedad de misiones ha solidificado su posición como un recurso estratégico primordial para la Marina de los Estados Unidos.
Concebido como un caza de ataque multifuncional apto para operar bajo cualquier condición, el F/A-18 Super Hornet es un aparato de combate supersónico de doble motor. Está diseñado para cumplir con roles duales como avión de combate y de ataque.
Esta variante, una evolución del F/A-18C/D Hornet, se presenta con un tamaño superior y características mejoradas, resultado de los desarrollos llevados a cabo por McDonnell Douglas, actualmente Boeing. El Super Hornet efectuó su vuelo inaugural en 1995 y fue incorporado oficialmente en la flota de la Armada de los Estados Unidos en 1999.
Especificaciones tácticas y capacidades operativas del Super Hornet
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Profundizando en las especificaciones técnicas, el F/A-18 Super Hornet se destaca con una longitud de 60.3 pies, una altura de 16 pies y una envergadura alar de 44.9 pies.
Posee la capacidad de despegue con un peso máximo de 66,000 libras y es capaz de soportar cargas de hasta 9 g. Notablemente, el área alar del Super Hornet experimenta un incremento del 25% en comparación con su predecesor, el F/A-18C/D, lo que se traduce en un aumento significativo en su rango de acción y capacidad de carga.
La propulsión del Super Hornet recae en dos motores turbofán F414-GE-400 de General Electric, cada uno proporcionando un empuje de 22,000 libras. Este poderío le permite alcanzar una velocidad máxima de Mach 1.8, o sea, aproximadamente 1,190 millas por hora, y ascender hasta un límite operativo de 50,000 pies.
Dotado con una suite aviónica avanzada, el Super Hornet emplea el radar APG-79 con tecnología Active Electronically Scanned Array (AESA), optimizando sus capacidades de detección y seguimiento. Adicionalmente, está equipado con la cápsula de orientación AN/ASQ-228 ATFLIR, facilitando reconocimiento e identificación de objetivos mediante imágenes térmicas y visuales de alta resolución, tanto diurnas como nocturnas. Complementa sus sistemas de alerta con el receptor AN/ALR-67[V]3, que forma parte de su complejo sistema de detección de amenazas.
En misiones típicas de interdicción, el F/A-18 Super Hornet es capaz de cubrir un rango de aproximadamente 1.275 millas náuticas. Este alcance puede extenderse significativamente gracias a la capacidad de reabastecimiento en vuelo, permitiendo así operaciones aéreas de largo alcance o la persistencia sobre objetivos específicos.
Ilustrando su polivalencia en combate, el armamento del Super Hornet abarca un extenso arsenal para enfrentamientos aire-aire y aire-superficie. Para combate directo, puede ser armado con misiles AIM-9 Sidewinder, AIM-120 AMRAAM y AIM-7 Sparrow.
En operaciones de ataque a tierra, está capacitado para portar un diverso conjunto de bombas y misiles, incluyendo las bombas guiadas por láser AGM-88 HARM, AGM-154 JSOW y diversas GBU. Adicionalmente, el caza está dotado con un cañón M61 Vulcan de 20 mm para combate cercano.