Un estudio chino ha identificado al avión de combate estadounidense F-35 como la mayor amenaza para China en el Indo-Pacífico, por encima del F-22.
El F-35 supera al F-22 en la región
A pesar de la reputación del F-22 como el avión furtivo más avanzado, el F-35, de tecnología más reciente, representa un mayor riesgo para las fuerzas chinas en la región del Indo-Pacífico. Los investigadores destacaron las capacidades avanzadas de aviónica y polivalencia del F-35 en comparación con el F-22.
El estudio, publicado en la revista Modern Defense Technology, analizó la amenaza que suponen distintos aviones militares estadounidenses en operaciones antiaéreas cerca de la costa china. Los resultados mostraron que tanto el F-22 como el F-35 representan una amenaza significativa para las defensas chinas.
Además, se espera que más de 300 aviones de combate F-35 estén estacionados en la región del Indo-Pacífico para 2035, siendo operados por países como Australia, Japón, Singapur, Corea del Sur y Estados Unidos.
Recomendaciones para enfrentar la amenaza
El equipo de investigación, liderado por Bao Junchen de la Universidad Nacional de Tecnología de Defensa de Hefei, sugirió una estrategia dual para contrarrestar la amenaza del F-35. Esta estrategia incluye mejorar las capacidades de guerra electrónica para acciones de “soft kill” y desarrollar armas físicas para respuestas de “hard kill”.
El estudio también recomendó utilizar métodos de ataque no destructivos (soft kill) y destructivos (hard kill) contra el F-35A, ya que este avión puede servir como sensor para la recopilación de inteligencia y escolta principal en ataques avanzados.
China desarrolla sus capacidades militares
China ha estado invirtiendo en el desarrollo de sus propias capacidades militares para contrarrestar la proyección de poder de Estados Unidos en la región Asia-Pacífico. Entre sus avances se destacan el sistema de misiles HQ-9 y el caza furtivo J-20.
Estas armas están diseñadas para contrarrestar la estrategia estadounidense de penetrar las defensas aéreas y atacar objetivos de alto valor. Los investigadores sugieren que el estudio de los F-22 y F-35 puede ayudar a China a desarrollar contramedidas eficaces y proteger su espacio aéreo.
Enfrentando a los bombarderos B-2 y B-1B
La investigación también recomendó una estrategia coordinada para enfrentar a los bombarderos B-2 y B-1B, que amenazan a China al infiltrarse en su territorio. Los expertos sugieren un enfoque multidimensional para atacar a los bombarderos utilizando varias plataformas de armas simultáneamente desde el aire, la tierra, el mar y el espacio.
Otras amenazas a considerar
Aunque el estudio consideró al avión no tripulado MQ-9 menos amenazador, advirtió no subestimar aviones no tripulados más avanzados, como el XQ-58A y el RQ-180. Estos drones podrían representar una amenaza creciente para China en el futuro.
Es importante destacar que los investigadores utilizaron un proceso de jerarquía analítica (AHP) en lugar de inteligencia artificial para evaluar el nivel de amenaza de cada aeronave, lo que proporciona una evaluación más matizada. Sin embargo, los datos brutos no se compartieron debido a la sensibilidad militar, lo que dificulta la verificación de las conclusiones por parte de otros investigadores.
Implicaciones para la región
El estudio subraya la importancia de las capacidades militares en la región del Indo-Pacífico y la necesidad de que China desarrolle estrategias efectivas para enfrentar las amenazas emergentes. A medida que la presencia militar de Estados Unidos y sus aliados continúa aumentando, la rivalidad y la competencia en la región podrían intensificarse en los próximos años.