Toshi Yoshihara, investigador sénior en el Center for Strategic and Budgetary Assessments, ha estado alertando sobre la amenaza que representa el arsenal de misiles de China para las fuerzas estadounidenses y aliadas que operan en el Indo-Pacífico.
La amenaza de misiles chinos en el Indo-Pacífico y su impacto estratégico
Según Yoshihara en una entrevista con Nikkei Asia, “La ventaja de China sobre los Estados Unidos en misiles de alcance teatral podría permitirle «intimidar» a estados de primera línea como Japón durante una crisis sobre Taiwán”.
Yoshihara explicó que el ejército estadounidense tenía “pocas opciones simétricas o en especie para igualar el rápido crecimiento del arsenal de rango intermedio de Beijing”. Una evaluación del Pentágono el verano pasado mostró que China “poseía más de 500 ojivas nucleares operativas” y encontró que el régimen probablemente tendrá más de 1,000 ojivas nucleares operativas para 2030“. Sin embargo, la amenaza de las armas nucleares es secundaria a la amenaza que representan los arsenales de misiles convencionales e incluso hipersónicos de China para las fuerzas militares estadounidenses y aliadas que operan en el Indo-Pacífico, especialmente en las aguas más cercanas a China.
China ni siquiera necesita preocuparse por las capacidades nucleares. El verdadero problema que enfrenta China es la capacidad del ejército estadounidense para desplegar sus fuerzas cerca del territorio chino. Si China puede superar esa amenaza, las armas nucleares se vuelven menos ventajosas para Beijing.
El crecimiento exponencial de las fuerzas de misiles convencionales de China
La fuerza de misiles convencionales de China ha alcanzado tales proporciones, y su capacidad para rastrear los buques de guerra estadounidenses en la región se ha vuelto tan avanzada, que las Fuerzas de Cohetes del Ejército Popular de Liberación pueden planear abrumar las defensas embarcadas de la mayoría de los buques de superficie estadounidenses y mantenerlos fuera de sus rangos operativos.
Mientras tanto, el ejército estadounidense básicamente se quedó observando durante más de una década mientras China construía rápidamente sus fuerzas de cohetes y misiles. No hay manera de que los estadounidenses puedan contrarrestar hoy la amenaza. Claro, en caso de conflicto, las fuerzas de cohetes podrían ser bombardeadas. Pero el método más probable para que el ejército estadounidense bombardee esos sistemas sería desplegarse desde bases aéreas en la región o desde portaaviones. Ambas bases aéreas y portaaviones podrían ser destruidos o mantenidos fuera de sus rangos operativos por las fuerzas de misiles superiores de China.
Con los estadounidenses destruidos o retenidos, China tendría libre albedrío para imponer su voluntad sobre sus vecinos más débiles.
Lecciones del estrecho de Taiwán y la modernización militar china
La obsesión de China con los misiles proviene de su experiencia con el ejército estadounidense durante la Crisis del estrecho de Taiwán en 1996. En aquel entonces, Estados Unidos era el hegemón global indiscutido. Mientras se desarrollaba una elección presidencial en Taiwán, el liderazgo de China buscó intimidar a la población taiwanesa disparando incesantes andanadas de misiles sobre la isla, en un intento por disuadir a los taiwaneses de elegir a un líder pro-independencia. (Taiwán finalmente eligió un líder pro-independencia ese año.)
Para detener la intimidación, el entonces presidente estadounidense Bill Clinton ordenó el despliegue de dos portaaviones de la Armada de los Estados Unidos para navegar por el estrecho de Taiwán. La crisis terminó de inmediato. Beijing no solo vio que podían ser completamente humillados por dos buques de guerra estadounidenses, sino que el liderazgo chino se dio cuenta de que, si la Armada de los Estados Unidos quería atacar a China desde esos portaaviones, los estadounidenses podrían causar daños incalculables a China.
Los chinos resolvieron no volver a ser intimidados de esa manera. Pasaron décadas modernizando sus fuerzas y desarrollando las capacidades y tácticas para evitar que tal humillación se repitiera.
Consecuencias estratégicas y preparación para futuros conflictos
Hoy, el enorme arsenal de misiles en teatro de China es el resultado de esas experiencias. Debido a estas inversiones, China ahora tiene la capacidad de hundir cualquier buque de guerra de superficie estadounidense que entre en su rango.
Además, China tiene la capacidad de devastar las bases aéreas militares estadounidenses en la región. Cuando comience la inevitable invasión china de Taiwán, es probable que los estadounidenses encuentren la mayor parte de sus fuerzas fuera de la región y/o destruidas por esta amenaza de misiles china.
Esto es el resultado de un liderazgo en Washington poco imaginativo, burocrático y decadente. Sus fracasos para comprender la amenaza de China y desarrollar contramedidas confiables para superar esa amenaza podrían llevar a la primera gran derrota militar de las fuerzas armadas estadounidenses a manos de una potencia extranjera.
Implicaciones para la defensa de Taiwán y el orden mundial
No puede haber “defensa de Taiwán” si los activos militares estadounidenses no pueden acercarse al rango de la fuerza de invasión china.
Prepárense para que un nuevo orden mundial sea impuesto sobre nosotros por los regímenes autocráticos de Eurasia.