El Su-57 “destroza” completamente a los últimos cazas estadounidenses, como el F-35, al menos según los medios de comunicación chinos.
A principios de este mes, el medio de comunicación de defensa chino publicó un artículo de análisis sobre el estado del arsenal ruso. El artículo se centraba en el Su-57, el caza furtivo de quinta generación de Rusia, como caso de estudio de los fracasos y éxitos de la ambiciosa campaña de modernización de las fuerzas armadas rusas, que ha durado décadas.
Mientras que otros cazas de quinta generación -el más destacado, el F-35 de EE. UU.– son armas estratégicas, el autor sostiene que el Su-57 fue diseñado para un propósito totalmente diferente que tiene sentido dentro del contexto más amplio de la doctrina militar rusa: “Los rusos tienen una idea muy simple. Las armas nucleares defenderán a Rusia contra la agresión de las grandes potencias. Los cazas a reacción, los buques militares y otras armas tácticas garantizarán la victoria de Rusia en pequeños conflictos locales”.
A continuación, la publicación trata en profundidad lo que consideran que es la baza del Su-57 contra el material militar estadounidense: su radar radiofotónico “asesino de sigilo”. El artículo hace gala del sistema de radar del Su-57 con una impresionante lista de características. Se incluyen una distancia de detección máxima “teórica” de 500 kilómetros, una resolución de imagen y un ancho de banda docenas de veces mayor que el radar “tradicional”, y la capacidad de cambiar sin problemas entre múltiples frecuencias sin comprometer el rendimiento. La norma de referencia del artículo para las especificaciones de los radares “tradicionales” sigue sin estar clara.
Esta última afirmación ocupa un lugar destacado en su conclusión de que el radar del Su-57 “destroza” incluso los “potentes inhibidores electrónicos” del F-35; mientras que antes Rusia estaba “indefensa” ante las interferencias estadounidenses, “el nuevo radar ignorará directamente las interferencias electrónicas”. Teniendo en cuenta que se supone que el F-35 compensa lo que le falta al Su-57 en cuanto a velocidad bruta, maniobrabilidad y potencia con una aviónica superior y herramientas ECM (contramedidas electrónicas), el análisis parece despojar al F-35 de su principal ventaja sobre su homólogo ruso.
Naturalmente, los medios de comunicación rusos aprovecharon esta parte del artículo. Los comentaristas de defensa rusos siempre agradecen las valoraciones positivas del Su-57, pero mucho más en el actual contexto del comercio de armas entre Moscú y Pekín. Este artículo llega en un momento en el que Rosoboronexport -la agencia estatal de exportación de armas del Kremlin- está tratando activamente de vender a China el Su-57 tras el exitoso contrato de exportación del caza Su-35 en 2015. Sin embargo, como ya destacó The National Interest, hay preguntas difíciles de plantear sobre la viabilidad de un acuerdo de exportación del Su-57 a la luz del compromiso de China con su propio programa de caza furtivo J-20.
Cabe señalar que aún no se han revelado todas las capacidades del sistema de radar del Su-57. La pieza china lo admite, enmarcando su potencial menos como un hecho y más como una posibilidad que depende de ciertos criterios de desarrollo: “Si los rusos pueden aprovechar esta oportunidad, el caza Su -7 puede realmente convertir la derrota en victoria”. Por otra parte, el artículo completo comienza destacando los considerables desafíos técnicos y financieros a los que se enfrenta el programa Su-57. Entre otros problemas, expresa la preocupación popular de que el Su-57 está siendo canibalizado por el éxito del Su-35, comparable pero significativamente más barato.
No obstante, el artículo se suma a una avalancha de comentarios recientes sobre la defensa china en los que se elogia al Su-57 o, al menos, se le da una cobertura favorable.