La compra de aviones F-35 por Grecia se retrasa, generando incertidumbre en medio de las tensiones geopolíticas con Turquía.
El proceso de adquisición de aviones de combate F-35 por parte de Grecia, una operación liderada por Estados Unidos, enfrenta demoras en medio de un panorama geopolítico tenso con Turquía.
Giorgos Gerapetritis, ministro de Asuntos Exteriores de Grecia, expresó recientemente en Skai TV su confianza en la incorporación de Grecia al programa F-35, destacando la relevancia de estos aviones para la defensa nacional.
La posibilidad de esta venta recibió el visto bueno en junio pasado por parte de Jim Risch, senador estadounidense y figura prominente en la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado. Este respaldo se sumó al apoyo previo de Bob Menéndez, presidente del Comité en ese momento, y de otros líderes republicanos y demócratas, como Michael McCaul y Gregory Meeks.
El siguiente paso es la notificación oficial del gobierno de EE. UU. al Congreso, para iniciar el procedimiento de ratificación del contrato. No obstante, a pesar de haber transcurrido más de seis meses, este paso aún no se ha dado.
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Grecia presentó una solicitud formal en junio de 2022 para adquirir inicialmente 20 aviones F-35A, con la opción de adquirir 20 adicionales en el futuro. Sin embargo, la respuesta de EE. UU. parece estar condicionada al progreso de una solicitud separada de Turquía para adquirir y modernizar aviones F-16 “Viper”.
Estados Unidos parece buscar un equilibrio regional al anunciar simultáneamente la venta de F-16 a Turquía y F-35 a Grecia. Este equilibrio se ve afectado por el retraso en la aprobación de la solicitud de F-16 turcos, vinculado a la demora en la adhesión de Suecia a la OTAN, situación que a su vez impacta en la venta de F-35 a Grecia.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha tomado medidas para facilitar la adhesión de Suecia a la OTAN, pero el proceso legislativo en Turquía está postergando la ratificación necesaria.
Endy Zemenides, del Hellenic American Leadership Council, ha señalado en una comunicación reciente que las relaciones entre Grecia y Estados Unidos no deben verse afectadas por las tensiones entre Washington y Ankara.
Los F-35 son aviones de combate versátiles, sigilosos y de última generación, diseñados para operaciones de ataque y superioridad aérea, fabricados por Lockheed Martin y varios subcontratistas, incluyendo Northrop Grumman, Pratt & Whitney y BAE Systems.
Grecia ha presentado una solicitud formal para adquirir 20 aviones F-35A inicialmente. Esta solicitud incluye también la opción de comprar 20 aviones adicionales en el futuro, ampliando así su capacidad de defensa aérea con estos avanzados cazas.
La venta de F-16 a Turquía está directamente vinculada con la adquisición de F-35 por Grecia. Estados Unidos busca mantener un equilibrio regional, y la aprobación del trato de F-16 a Turquía parece condicionar la respuesta a la solicitud griega de F-35.
Las tensiones entre Turquía y Estados Unidos, especialmente en torno a la adhesión de Suecia a la OTAN, están retrasando la ratificación de la venta de F-16 a Turquía. Este retraso, a su vez, afecta la aprobación de la venta de F-35 a Grecia.
Figuras destacadas de EE. UU., como Jim Risch y Bob Menéndez, han mostrado su respaldo al acuerdo de F-35 con Grecia. Su apoyo es crucial para la notificación oficial al Congreso de EE. UU., un paso necesario para ratificar el contrato.
Los F-35 son esenciales para la defensa nacional de Grecia, proporcionando capacidades avanzadas de ataque y superioridad aérea. Su versatilidad y tecnología sigilosa los convierten en una adición significativa a las fuerzas aéreas griegas.