El Ministerio de Defensa de Ucrania anuncia el hundimiento de la corbeta rusa Ivanovets en el mar Negro, utilizando drones marinos.
La madrugada del jueves, el Ministerio de Defensa de Ucrania confirmó la destrucción de la corbeta de misiles Ivanovets, perteneciente al proyecto 1241 de la flota rusa, en aguas del mar Negro. Esta operación fue ejecutada por el “Grupo 13”, una unidad de fuerzas especiales, utilizando drones marinos no tripulados en su asalto.
La cuenta oficial @DefenceU, en la plataforma de medios sociales anteriormente conocida como Twitter, comunicó el hundimiento con un mensaje contundente: “¡Naufragio del día!”. El tuit detallaba: “Tras varios impactos directos al casco, la corbeta sufrió daños significativos, inclinándose hacia la popa antes de sumergirse. Se estima que el valor del navío ronda entre los 60 y 70 millones de dólares. Excelente labor de nuestros guerreros”.
Ship wreck of the day!
— Defense of Ukraine (@DefenceU) February 1, 2024
Warriors of the special unit "Group 13" of the @DI_Ukraine destroyed the missile corvette "Ivanovets" of the russian Black Sea Fleet.
As a result of a number of direct hits to the hull, the corvette was damaged, rolled to the stern, and sank. The value of… pic.twitter.com/JZwh8aggn0
Anton Gerashchenko, exasesor del ministro del Interior ucraniano y fundador del Instituto del Futuro, proporcionó una explicación más minuciosa sobre la destrucción del Ivanovets. Enfatizó que este éxito se logró gracias al respaldo del Ministerio de Transformación Digital de Ucrania y la colaboración con la plataforma United24.
Informes indican que Rusia poseía aproximadamente 20 lanchas misilísticas del Proyecto 12411 (denominadas “Tarantul” según la nomenclatura de la OTAN), con cuatro de ellas operando en el Mar Negro. Estas corbetas misilísticas de pequeño tamaño, que desplazan alrededor de 480 toneladas largas, fueron desarrolladas en la década de 1970.
Disminución de capacidad operativa de Rusia en el mar negro
Las recientes pérdidas sufridas por la Flota del Mar Negro rusa reflejan una notable disminución en su capacidad operativa. Según informes, esta flota ha experimentado una merma del 20% en su fuerza total. Dmytro Pletenchuk, portavoz de la Armada ucraniana, reportó en noviembre que, desde el inicio de la confrontación total en febrero de 2022, Ucrania ha logrado destruir 15 buques de guerra rusos y dañar otros 12 en el Mar Negro.
Resulta sorprendente que el Kremlin haya sufrido tales pérdidas, especialmente considerando que Ucrania no cuenta con una flota significativa. No obstante, las fuerzas de Kiev han mostrado gran ingenio e innovación, utilizando el misil de crucero Neptuno de fabricación local, drones navales avanzados y misiles de largo alcance proporcionados por aliados occidentales.
![Rusia dice que drones británicos suministrados a Ucrania atacaron sus buques de guerra](https://israelnoticias.1eye.us/wp-content/uploads/2022/11/ataque-drones-Ucrania.webp)
El misil Neptuno, en particular, se destacó por su papel crucial en el hundimiento de la fragata de misiles guiados Moskva, el buque insignia de la Flota del Mar Negro, en abril de 2022. Este incidente marcó el hundimiento de un buque de guerra de mayor tamaño en combate desde la Guerra de las Malvinas en 1982, y fue la primera vez que Rusia perdió un buque insignia desde la Guerra Ruso-Japonesa (1904-05).
Kiev también ha dirigido ataques contra buques rusos en diques secos y amarrados en el puerto principal de Sebastopol, así como contra aeródromos y el edificio principal del Cuartel General de la Flota del Mar Negro. Además, han atacado infraestructuras estratégicas como el puente que une el sur de Rusia con Crimea.
Uno de los primeros golpes significativos a la Flota del Mar Negro rusa fue la destrucción de la lancha de desembarco Saratov. Este buque fue hundido en marzo de 2022 en el puerto ocupado de Berdiansk, en el óblast de Zaporizhzhia, por un misil balístico Tochka-U de la era soviética. La Saratov jugaba un papel vital en el abastecimiento de las tropas rusas en Mariupol, y su pérdida pudo haber sido un factor decisivo en la decisión de Moscú de no organizar un asalto anfibio a Odesa.