La Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa (DARPA) canceló en junio el programa Liberty Lifter, según informó Aviation Week el 7 de julio de 2025 y posteriormente confirmó Defense News el 9 de julio. Aunque los estudios concluyeron que el diseño era técnicamente viable, las diferencias regulatorias y operativas entre los marcos de aviación y navegación marítima impidieron su avance.
El Liberty Lifter se basaba en el principio del efecto suelo, una tecnología que permite a ciertas aeronaves volar a baja altitud sobre superficies planas como el agua. Este tipo de vehículo, denominado ekranoplan, suele construirse con características de hidroavión para facilitar operaciones en superficies acuáticas cuando se encuentra por debajo de la velocidad mínima requerida para el efecto suelo.
Uno de los principales desafíos históricos de los ekranoplanes ha sido el control de vuelo y la seguridad. La dependencia exclusiva del efecto suelo a altas velocidades implica que errores del piloto o perturbaciones inesperadas en la superficie pueden comprometer la estabilidad de la aeronave. No obstante, los desarrollos recientes en simulación y sistemas de piloto automático permitirían reducir este riesgo a niveles operativos aceptables.
Aurora Flight Sciences, una subsidiaria de Boeing, fue el socio de DARPA en el diseño del Liberty Lifter. La propuesta de Aurora consistía en una aeronave de grandes dimensiones, con ocho motores turbohélice y capacidad para operar tanto en efecto suelo como a altitudes de hasta 10.000 pies. Esta flexibilidad suponía una reducción de eficiencia en vuelo, pero aumentaba su operatividad táctica.
El prototipo proyectado habría alcanzado una capacidad de carga similar al avión C-130 Hércules, con posibilidad de ampliarse a un diseño comparable al C-17. El concepto aspiraba a integrar capacidades estratégicas y tácticas de transporte sin requerir pistas, lo cual representaba una ventaja logística considerable en entornos de riesgo como el Pacífico occidental.
Un portavoz de Aurora Flight Sciences declaró a Defense News que “a través del programa Liberty Lifter, pudimos demostrar la viabilidad del diseño y la viabilidad de nuevas técnicas de fabricación. Aurora se enorgullece de los avances técnicos que logramos a través del diseño preliminar de Liberty Lifter, y esperamos aplicar estos aprendizajes a programas futuros”.
Check out our new video! Aurora’s Liberty Lifter seaplane concept for @DARPA maximizes efficiency by flying in ground effect and provides fast, heavy-lift transport that does not require an airstrip or shipping port. https://t.co/fwrbhDodWY pic.twitter.com/YNMFh2Ol22
— Aurora Flight Sciences (@AuroraFlightSci) September 24, 2024
La alusión a nuevos programas indica que el interés por aeronaves de efecto suelo no se ha descartado. El Departamento de Defensa ya había explorado otras opciones, como un hidroavión basado en el C-130, cuyo desarrollo permanece en pausa.
En paralelo, Estados Unidos ha cooperado en ejercicios con el ShinMaywa US-2, un hidroavión japonés especializado en búsqueda y rescate. Sin embargo, este modelo carece de rampa de carga trasera, una característica esencial para el transporte de vehículos y equipos pesados. El Liberty Lifter había sido concebido con esa capacidad, lo que lo posicionaba como una opción viable para movilizar blindados y contenedores estándar en escenarios de difícil acceso.