El Ministro de Asuntos Exteriores de Turquía se reunió esta semana con su homólogo estadounidense Antony Blinken para discutir la posible adquisición por Ankara de nuevos cazas F-16. El paquete armamentístico de 20.000 millones de dólares incluye también 79 kits de mejora para actualizar la actual flota de F-16 de Ankara.
El gobierno turco hizo inicialmente su solicitud para adquirir estos nuevos cazas en 2021, sin embargo, la potencial venta está sujeta a la aprobación del Congreso. Muchos analistas afirman que el presidente turco Recep Tayyip Erdogan debe aceptar primero ciertas condiciones previas para lograr el visto bueno del Congreso. En concreto, el apoyo de Turquía a la expansión de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y un acuerdo para detener su desestabilización de Siria siguen siendo las principales prioridades del gobierno estadounidense.
¿Qué ha tensado las relaciones entre Estados Unidos y Turquía?
Aunque Turquía ha seguido siendo un aliado de la OTAN durante más de 70 años, las relaciones entre Ankara y Washington han sido turbias en el mejor de los casos. En 2019, Estados Unidos retiró oficialmente a Turquía de su programa F-35 Joint Strike Fighter tras su acuerdo para adquirir el sistema de defensa aérea de fabricación rusa S-400.
El uso potencial por parte de Turquía de una plataforma rusa de recopilación de inteligencia junto con el caza de gama alta de Estados Unidos supondría un gran riesgo para la seguridad nacional de los intereses estadounidenses. Además, esta acción indicaba que Erdogan no estaba dispuesto a cumplir el compromiso contraído por los aliados de la OTAN de limitar el uso y la adquisición de sistemas rusos.
El presidente turco también ha sido ampliamente condenado por sus políticas internas autocráticas y el abandono de ciertas libertades civiles que cabría esperar de un miembro de la OTAN. En 2021, Erogdan retiró unilateralmente a Turquía del Convenio de Estambul, un tratado internacional diseñado para combatir la violencia de género.
En 2022, el número de periodistas encarcelados en Turquía casi se duplicó, lo que pone de manifiesto la creciente represión de la libertad de expresión por parte del gobierno. Según el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ), con sede en Estados Unidos, Turquía es actualmente el cuarto país del mundo que más periodistas encarcela. Recientemente, Erdogan ha denegado la entrada en la OTAN a Suecia y Finlandia, países nórdicos que solicitaron su ingreso tras la invasión de Ucrania por Kremin.
La historia de Turquía con el F-16 Fighting Falcon
El presidente Biden ha declarado que la posible venta de 40 fuselajes de F-16 no sería una «contrapartida» para que Turquía aprobara la entrada de Suecia y Finlandia en la OTAN. Sin embargo, es poco probable que Erdogan cambie de postura sin la garantía de nuevos cazas. Turquía conoció por primera vez el General Dynamics F-16 Fighting Falcon en la década de 1980, cuando el país pretendía sustituir sus antiguos fuselajes por tecnología actualizada.
En la actualidad, Turquía es el tercer país del mundo con mayor flota de F-16, sólo por detrás de Estados Unidos e Israel. Como detalla The Drive, la flota turca de F-16 ha sido testigo de considerables acciones de combate a lo largo de tres décadas de servicio. La primera misión de combate en la que participaron los cazas F-16 turcos fue la Operación Deny Flight de la OTAN en 1993, cuando los aviones fueron enviados a Italia para reforzar una zona de exclusión aérea sobre Bosnia-Herzegovina.
Más recientemente, la flota existente de F-16 de Ankara se ha utilizado para llevar a cabo ataques y ataques selectivos contra el Partido de los Trabajadores Kurdos (PKK) en el norte de Irak, así como en Siria para derribar aviones que penetraron en el espacio aéreo de Turquía. Durante la Operación Garra de Tigre 2019-2020, las fuerzas armadas turcas abatieron más de 500 objetivos del PKK en la región septentrional de Irak con la ayuda de sus cazas F-16. Las andanadas de Ankara en Irak y Siria aún no han disminuido.
Aunque el Departamento de Estado ha notificado oficiosamente al Senado y a la Cámara de Representantes de Estados Unidos que tiene previsto avanzar en la venta de cazas F-16 a Turquía, algunos miembros del Congreso han emitido duros reproches a tal intercambio. En el mejor de los casos, Turquía ha seguido siendo un socio poco fiable para Estados Unidos a lo largo de los años, lo que dificulta el suministro de cazas actualizados a su presidente autocrático.