En el rodaje en formación cerrada, participaron veinticuatro F-22 Raptor, un C-17 Globemaster III y un E-3 Sentry.
El ejercicio Polar Force demuestra la capacidad de despliegue rápido
Durante el ejercicio Polar Force en la Base Conjunta Elmendorf-Richardson en Alaska, la Fuerza Aérea de los EE. UU. mostró su formidable capacidad con veinticuatro F-22 Raptor del 3.er Ala y el 477.º Grupo de Cazas, además de un C-17 Globemaster III y un E-3 Sentry. Este evento podría ser apodado como el desfile de los Raptor. El ejercicio Polar Force, un simulacro de entrenamiento de dos semanas, permitió a los aviadores y a las tripulaciones de tierra demostrar su habilidad para desplegarse rápidamente y proyectar un poder de combate considerable.
Durante este ejercicio en Alaska, la Fuerza Aérea de EE. UU. destacó la destreza de sus cazas F-22. En el rodaje en formación cerrada, participaron veinticuatro F-22 Raptor, un C-17 Globemaster III y un E-3 Sentry. Estos veinticuatro F-22 Raptors representaron aproximadamente la mitad de la flota total de Raptor del 3.er Ala, según informes.
La Base Conjunta Elmendorf-Richardson ha realizado maniobras similares con hasta 30 aviones de ataque terrestre A-10 Thunderbolt II, varios F-15 con base en Japón e incluso con el F-35 Joint Strike Fighter.
El F-22 Raptor: un avance significativo en la aviación militar

El Lockheed Martin F-22 Raptor, que combina sigilo, supercrucero, maniobrabilidad y aviónica integrada con una capacidad de soporte mejorada, marcó un avance significativo en las capacidades de combate desde su debut en 2005. Desarrollado en el Centro de Sistemas Aeronáuticos de la Base Aérea Wright-Patterson, cerca de Dayton, Ohio, este caza táctico avanzado fue diseñado como un avión supersónico de dos motores capaz de proyectar dominio aéreo a gran distancia y rápidamente, venciendo amenazas que intentaran negar el acceso.
Lockheed Martin y Boeing colaboraron en el desarrollo y construcción de este avanzado caza táctico, destinado a reemplazar al F-15 Eagle como el caza de primera línea del ejército estadounidense. Además de sus capacidades de combate aéreo, el F-22 también puede llevar a cabo ataques terrestres, guerra electrónica y misiones de inteligencia de señales, combinando sigilo, rendimiento, agilidad y aviónica integrada en un solo fuselaje.
Inicialmente, la Fuerza Aérea tenía planes de adquirir 750 F-22 Raptor, pero en 2009 el pedido se redujo a solo 187 unidades debido a varios factores, como los altos costos y la falta de misiones aire-aire, resultado de la participación de EE. UU. en la Guerra Global contra el Terrorismo (GWoT) y el enfoque en operaciones de contrainsurgencia.
El impacto del F-22 en la Fuerza Aérea de los EE. UU.

Aunque no se comercializó de esa manera en su momento, el F-22 fue el primer caza de “quinta generación”, y la Fuerza Aérea de los EE. UU. sigue siendo su único operador. Incluso hoy en día, este caza sigue siendo una pieza clave del poder táctico del servicio.
En resumen, ningún avión de combate actual puede igualar al F-22, lo que explica por qué este caza furtivo de quinta generación podría seguir siendo un componente vital de la flota de la Fuerza Aérea de los EE. UU. durante décadas.
El F-22 Raptor continúa demostrando su valor en ejercicios y operaciones, consolidándose como un elemento esencial para el dominio aéreo de Estados Unidos.