Dinamarca se suma al creciente grupo de países que han optado por la versión más reciente del MQ-9, que incorpora capacidades adicionales y sistemas redundantes que permiten su operación en espacio aéreo no segregado, en paralelo con el tráfico aéreo general.
El MQ-9B recibió en mayo de 2025 un Certificado Militar de Tipo (MTC, por sus siglas en inglés) por parte de la Autoridad de Aviación Militar del Reino Unido, convirtiéndose en la primera aeronave no tripulada de gran tamaño en obtener dicha certificación. Para los países europeos, cuyo espacio aéreo es denso y con un volumen elevado de tráfico civil, la posibilidad de operar en espacio aéreo estándar sin restricciones resulta esencial para vuelos rutinarios.
La adquisición de estas aeronaves ha contado con la asistencia de la Agencia de Apoyo y Adquisiciones de la OTAN (NSPA), que actúa como intermediaria entre los países miembros y los fabricantes aeronáuticos, con el fin de facilitar el proceso de adquisición y proporcionar un marco contractual para determinados equipos militares considerados elementos estratégicos para la Alianza en su conjunto.
MQ-9B SeaGuardian® sets the standard for advanced, persistent unmanned ISR&T operations, delivering unmatched reliability and versatility for maritime defense and security. Built on a proven legacy of #RPAS innovation, MQ-9B provides multi-mission flexibility with assured… pic.twitter.com/ysBi4oGYFj
— General Atomics Aeronautical Systems, Inc (GA-ASI) (@GenAtomics_ASI) July 23, 2025
El presidente de GA-ASI, David R. Alexander, señaló que 2025 ha sido un año productivo tanto para la empresa como para el modelo MQ-9B. “Primero obtuvimos el MTC y ahora hemos incorporado a Dinamarca como cliente en Europa, junto con el Reino Unido, Bélgica y Polonia. Considero que las extensas aguas del mar del Norte, el mar de Noruega y el mar Báltico en los países nórdicos convierten al MQ-9B en una herramienta altamente eficaz para la vigilancia y seguridad marítima nacional”.
Este último aspecto reviste especial importancia para Dinamarca, cuya zona marítima de interés se extiende en torno a su propio litoral y también en las inmediaciones de las Islas Feroe y de Groenlandia. Esta área abarca de hecho la brecha Groenlandia-Islandia-Reino Unido (GIUK), un corredor estratégico que ocupa un lugar central en la planificación de defensa de la OTAN en el Atlántico.
Las declaraciones del expresidente estadounidense Donald Trump, quien sugirió que Groenlandia podría ser anexionada por Estados Unidos, han llevado a Dinamarca a priorizar de manera especial la defensa de ese territorio de ultramar. Anteriormente informamos sobre el despliegue de cazas F-16 daneses en esa región.
El MQ-9B está certificado para operar en entornos de clima extremadamente frío, ya que dispone de sistemas de protección y eliminación de hielo. Su compatibilidad con el sistema de navegación por satélite Galileo, de la Unión Europea, garantiza una localización precisa en regiones polares donde la cobertura del GPS resulta limitada.
Los sensores ópticos, infrarrojos y de radar integrados en la aeronave proporcionan una capacidad efectiva de vigilancia marítima. Además, se pueden añadir sistemas adicionales mediante cápsulas externas, entre ellos, dispensadores de sonoboyas desarrollados por GA-ASI para guerra antisubmarina (ASW), módulos de recolección de inteligencia con tecnologías de geolocalización y cápsulas de guerra electrónica (EW) para tareas de negación de área.
Las comunicaciones también pueden ampliarse mediante sistemas en cápsulas externas, como el LAC-12, que incorpora capacidad de comunicación por láser, y el Rosetta Echo Advanced Payload (REAP), que permite a la aeronave funcionar como nodo de comunicaciones para fuerzas civiles y militares de respuesta ante emergencias.
Gracias a su autonomía, que supera las 24 horas de vuelo, y a los costos operativos reducidos por hora de misión, el MQ-9B permitirá mantener una cobertura de patrullaje marítimo más constante y ágil sobre las áreas marítimas danesas. En ausencia de aeronaves dedicadas a patrullaje marítimo, Dinamarca depende actualmente de una pequeña flota de Cazas ejecutivos Challenger 604 de uso polivalente para la vigilancia terrestre y marítima. Tres de estas aeronaves están configuradas para tales misiones, mientras que una cuarta se utiliza para transporte VIP y funciones de enlace. El proceso de sustitución de los Challenger comenzó en 2024.
La entrega de los cuatro MQ-9B está prevista entre 2028 y 2029. Tres Estaciones de Control Terrestre Certificadas (CGCS), diseñadas específicamente para operar en espacio aéreo convencional, permitirán mantener un elevado ritmo de operaciones.