Desde mediados de febrero se ha detectado en Ucrania la falta de drones kamikazes de fabricación iraní, según ha evaluado esta semana el Ministerio de Defensa del Reino Unido. Las Fuerzas Rusas han agotado las existencias de misiles guiados de precisión y otras municiones desde el inicio de la invasión de Ucrania, lo que hace pensar que su otrora fructífero arsenal de drones letales pueda estar sufriendo una escasez similar.
El informe del Ministerio de Defensa señaló que las fuerzas ucranianas abatieron al menos dos docenas de UAV Shahed-137 de diseño iraní en la primera quincena de febrero, lo que indica que estos drones asesinos siguen siendo un arma de elección para las tropas rusas. Aunque en la actualidad puede haber un cese en el uso de drones, es probable que el Kremlin consiga pronto un reabastecimiento de armas de sus amigos autoritarios de Irán.
¿Cómo llegaron a Rusia los drones fabricados en Irán?
La inteligencia occidental y el gobierno ucraniano han confirmado la venta, entrega, entrenamiento y uso de varios drones letales de producción iraní por parte de las fuerzas rusas. Durante el verano, la Casa Blanca publicó imágenes que mostraban a una delegación rusa visitando el principal aeródromo de drones de Irán.
Las imágenes por satélite mostraban claramente una reunión entre la delegación y sus homólogos iraníes viendo los UAV Shahed-191 y Shahed-129. Al cabo de un mes, funcionarios estadounidenses comunicaron que las fuerzas rusas comenzaron a recibir entrenamiento para utilizar estos drones.
La introducción de estas armas letales en la invasión ha contribuido probablemente a prolongar la guerra. Aunque los UAV han dominado los cielos de Ucrania desde el inicio del conflicto, la entrega de drones iraníes ha sostenido por sí sola las menguantes capacidades aéreas de Moscú.
Por qué los UAV kamikazes son tan potentes
Los drones kamikaze, también conocidos como drones suicidas, son armas aéreas. A menudo denominados “municiones de merodeo”, los drones kamikaze son capaces de merodear en una zona durante algún tiempo y sólo atacan una vez que identifican y localizan un objetivo enemigo.
Estos aviones no tripulados son verdaderos activos en combate, ya que permiten tiempos de reacción más rápidos contra objetivos difíciles de encontrar que a menudo están ocultos a la vista. Además de ser pequeños y fáciles de lanzar, los kamikazes son armas desechables.
A diferencia de otros drones militares sofisticados que vuelven a su posición una vez realizado el ataque, los drones kamikaze están diseñados para autodestruirse mediante una detonación cuando alcanzan un objetivo.
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Evaluación de los drones suicidas de Rusia
La familia Shahed de vehículos aéreos no tripulados letales ha proporcionado a las Fuerzas Aéreas rusas la capacidad de ataque de largo alcance que tanto echaban en falta. El Shahed-136 es una variante muy utilizada de esta familia de drones en Ucrania.
Denominado por las fuerzas rusas Geranium-2, este avión no tripulado está propulsado por un motor MD550 de fabricación china y tiene un alcance de varios miles de kilómetros. Dotado de explosivos en una ojiva en el morro, el Shahed-136 es un complemento mortífero del arsenal de drones kamikaze de Moscú.
Rusia ha utilizado el Shahed-136 en frecuentes bombardeos contra emplazamientos militares y civiles en Ucrania desde que el país adquirió sus primeras entregas de aviones no tripulados de la familia Shahed a finales del verano.
Desde el otoño, Moscú ha dirigido en gran medida sus drones a atacar el sector energético de Ucrania, con la esperanza de obligar a los ciudadanos y a las tropas a pasar sin calor los brutalmente fríos meses de invierno.
En diciembre, las fuerzas armadas ucranianas declararon que habían sido objeto de al menos 180 ataques en un solo día, incluso por parte de UAV kamikazes. Un informe de la Agencia de Inteligencia de Defensa de Estados Unidos publicado a mediados de febrero proporcionó comparaciones visuales de los aviones no tripulados iraníes y los UAV utilizados por Rusia en Ucrania, confirmando la frecuencia y ferocidad de los bombardeos llevados a cabo en los últimos meses.
El cese de los ataques con UAV de fabricación iraní puede suponer un respiro muy necesario para las fuerzas ucranianas. Sin embargo, teniendo en cuenta el fortalecimiento de la relación entre el Kremlin y el régimen iraní, es probable que los futuros envíos destinados a reponer las menguantes existencias de drones kamikazes de Moscú sean inminentes.
De hecho, el Wall Street Journal informó recientemente de que podría estar ya en marcha una fábrica conjunta iraní-rusa de aviones no tripulados.