Voluntarios rusos de la región de los Urales están llevando a cabo pruebas de un innovador dron kamikaze de visión en primera persona conocido como “Ghoul”. Este dron, fabricado con tecnología de impresión 3D y sin ningún respaldo gubernamental ni colaboración de un fabricante de armas estatal, se está diseñando con el propósito de llevar a cabo ataques profundos contra blindados y objetivos fortificados en el frente, detrás de las líneas enemigas.
Esta no es la primera vez que se desarrolla un UAV de este tipo por iniciativas privadas independientes. Anteriormente, se presentó el proyecto de la munición de merodeo Privet-82. El desarrollo y posible implementación del dron Ghoul coinciden con los planes de Ucrania de lanzar una contraofensiva masiva para recuperar su territorio perdido y persuadir a Occidente, que ha mostrado cierta reticencia a brindarle apoyo militar.
Un dron táctico ruso diseñado para atacar las profundidades del frente
Según el informe de la agencia de noticias TASS, el dron Ghoul, desarrollado en la región de Sverdlovsk, tiene como objetivo atacar en las profundidades tácticas del frente, interrumpiendo así el suministro de municiones y destruyendo vehículos blindados en posiciones estratégicas. Su diseño táctico está destinado a enfrentarse a pequeños destacamentos de blindados y vehículos militares, en lugar de asaltos frontales a grandes posiciones.
Las palabras de un funcionario anónimo de la compañía revelan que el dron Ghoul está diseñado para atacar la retaguardia del enemigo y neutralizar el suministro de refuerzos a la primera línea. Además, tiene como objetivo destruir los tanques enemigos que se ocultan en posiciones cerradas, fuera del alcance de los misiles antitanque guiados por tripulaciones rusas. El dron, desde las alturas, se lanzará en picado para impactar con precisión en estos objetivos.
Reduciendo la dependencia de productos occidentales
Además de su función militar, el desarrollo del dron Ghoul refleja el esfuerzo ruso por disminuir su dependencia de los productos electrónicos importados de Estados Unidos y Europa. Estas importaciones se han vuelto más difíciles debido a las sanciones impuestas. La industria rusa ha enfrentado tradicionalmente debilidades en electrónica, placas de circuitos y fabricación de hardware informático.
El fabricante del dron Ghoul ha trabajado para desarrollar localmente los transmisores de video utilizados en los drones de visión en primera persona, reduciendo así la necesidad de importar dispositivos chinos. Utilizando tecnología de impresión 3D y máquinas CNC, han logrado fabricar algunas partes del cuerpo principal del dron.