El Grupo de Ataque 25 de la Royal Navy utilizará drones eVTOL Malloy T-150 para reabastecer sin helicópteros durante su despliegue.
La Royal Navy incorpora drones logísticos al despliegue del CSG 25
Tras múltiples pruebas a bordo del HMS Prince of Wales, la Royal Navy implementará el uso de vehículos aéreos no tripulados (UAV) para funciones logísticas durante el despliegue del Carrier Strike Group 25 (CSG 25). Esta prueba operativa a largo plazo busca reducir la dependencia de helicópteros tripulados para el traslado de suministros livianos entre embarcaciones.
El Escuadrón Aéreo Naval 700X, establecido en RNAS Culdrose, será responsable de operar nueve drones eléctricos de despegue y aterrizaje vertical (eVTOL) Malloy T-150. También desplegará varios UAV de inteligencia, vigilancia y reconocimiento RQ-20 Puma. Mientras el Puma ya tiene años en servicio, el T-150 representa una reciente incorporación al inventario de la unidad.
De acuerdo con el teniente Matt Parfitt, comandante de vuelo del escuadrón, los T-150 se recibieron en agosto del año pasado. Desde entonces, la unidad se ha enfocado en capacitaciones para operar y mantener estos drones, además de asegurar su integración con las operaciones de aeronaves tripuladas a bordo.
Los T-150 pueden alcanzar velocidades de hasta 60 millas por hora, con una autonomía de vuelo de 20 a 40 minutos. Su capacidad de carga útil es de 68 kilogramos. Parfitt explicó que, aunque no reemplazan por completo a los helicópteros, los drones pueden realizar la mayoría de las tareas logísticas: “El 95 % de las provisiones transferidas pesan menos de 50 kg, desde paquetes personales hasta piezas de ingeniería esenciales”.
Capacidades limitadas de reabastecimiento impulsan uso de UAV
Ante la falta de personal en la Royal Fleet Auxiliary (RFA), que opera los buques logísticos de la Royal Navy, el CSG 25 no contará con una nave especializada en provisiones sólidas. El RFA Fort Victoria, el único barco restante con esa capacidad, permanece en reserva desde hace varios años.
El petrolero RFA Tidespring participará en el despliegue con una capacidad limitada de transporte de provisiones. En paralelo, el buque HNoMS Maud de la Armada Noruega se unirá al grupo, con mayor capacidad para almacenar suministros sólidos que los de clase Tide. Sin embargo, ninguno puede igualar la capacidad de transferencia del Fort Victoria, por lo que dependerán de la reposición vertical (VERTREP).
Este método tradicionalmente utiliza helicópteros Merlin o Wildcat para mover carga suspendida entre buques. Ahora, con la incorporación de los T-150, parte de esta tarea se realizará mediante UAV, liberando recursos aéreos tripulados para otras funciones más críticas.
El uso de drones en VERTREP se justifica, pese a su menor capacidad de carga individual, porque puede emplearse una flota trabajando en conjunto para alcanzar los mismos objetivos logísticos que los helicópteros.
Datos clave sobre drones T-150 y despliegue del CSG 25
- El T-150 transporta hasta 68 kg por vuelo, con velocidades de 60 mph.
- El 95 % de la carga logística transferida entre barcos pesa menos de 50 kg.
- El 700X NAS operará 9 drones T-150 y varios RQ-20 Puma durante el despliegue.
- La Royal Fleet Auxiliary no proporcionará un buque dedicado a carga sólida.
- El HNoMS Maud reemplazará parcialmente al RFA Fort Victoria en VERTREP.
Los UAV podrían sustituir funciones críticas en el futuro
La Royal Navy carece de una aeronave dedicada al traslado de carga entre barcos y bases terrestres, como el C-2A Greyhound o el CMV-22B Osprey, lo que la obliga a usar helicópteros Merlin o Chinook. También depende de escalas en puertos aliados como Bahréin y Singapur para recibir suministros.
Frente a estas limitaciones, el uso de UAV como los T-150 representa un recurso alternativo para las tareas logísticas. Aunque la capacidad por vuelo es menor, su empleo conjunto permite alcanzar una eficiencia operacional aceptable en reabastecimiento sin necesidad de utilizar helicópteros tripulados.
Más allá de la logística, la Royal Navy busca incorporar UAV en roles más complejos. Se estudia su uso en misiones de guerra antisubmarina (ASW), alerta temprana aerotransportada (AEW) y entrega de armamento, como parte de su estrategia de modernización operativa.
En 2023, el T-600 —una versión más grande del T-150— demostró su capacidad para transportar y lanzar un torpedo Sting Ray Mod 2, el mismo que usan los helicópteros Merlin y Wildcat. Esta prueba marcó un avance significativo en la integración de UAV armados.
El Proyecto Ark Royal podría modificar portaaviones actuales
Actualmente, la Royal Navy evalúa realizar un reacondicionamiento en sus portaaviones clase Queen Elizabeth, mediante un plan denominado ‘Project Ark Royal’. Este contempla la instalación de catapultas y cables de detención para facilitar operaciones con UAV de mayor tamaño.
Aunque este proyecto aún no ha sido aprobado, ya se han elaborado planes que buscan optimizar el uso de drones de ala fija en las cubiertas de vuelo. Incluso sin estas modificaciones, los portaaviones ofrecen suficiente espacio para operar UAV tanto de ala rotatoria como fija.
Uno de los modelos evaluados es el Mojave, una aeronave de despegue y aterrizaje corto desarrollada por General Atomics. Su diseño se basa en las plataformas MQ-1C Gray Eagle y MQ-9 Reaper, utilizadas en múltiples fuerzas armadas.
Con armamento limitado y entregas lentas del F-35B Lightning II, la Royal Navy considera que los UAV con capacidad de combate pueden actuar como multiplicadores de fuerza para sus portaaviones, ampliando sus capacidades tácticas sin depender exclusivamente de aeronaves tripuladas.