El incremento en el alcance operacional de los nuevos drones FPV ucranianos ha permitido la neutralización efectiva de varios sistemas móviles de defensa aérea rusos.
Este tipo avanzado de dron, conocido como “Ukrolancets”, representa una versión ucraniana mejorada y ampliamente desplegada, similar en función a los drones kamikaze Lancet utilizados por Rusia. Gracias a su mayor alcance, estos UAV han logrado atacar y destruir equipos rusos de alto valor antes de que puedan ser reubicados a posiciones más seguras.
Aumento del uso de drones FPV en Ucrania
An additional strike by a Ukrolancet targeting a Russian Tunguska SPAA. pic.twitter.com/ZMjI37Snz1
— OSINTtechnical (@Osinttechnical) April 9, 2024
La primera mención sobre este nuevo tipo de dron ocurrió el 9 de abril, según se reportó en un canal oficial de Telegram del grupo estratégico-operativo Khortytsia, activo en el frente oriental de Ucrania.
El comunicado acompañaba a un video donde se destacaba: “Como resultado del reconocimiento aéreo en el área del asentamiento de Zorya, se detectó el sistema de defensa aérea 2S6 Tunguska del enemigo. Una munición merodeadora RAM X fue lanzada contra el objetivo detectado. Como resultado de los daños causados por el fuego, el objetivo detectado sufrió daños críticos”.
Posteriormente, se difundió otro material audiovisual por parte del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU), donde se compilaban múltiples ataques similares, demostrando la destrucción de una variedad de sistemas de defensa aérea rusos, incluidos dos vehículos lanzadores Buk, un vehículo de radar Buk, dos sistemas Tor, un Strela-10 y un Tunguska (diferente al anteriormente mencionado).
Este conjunto de sistemas representa una pérdida significativa de activos valiosos y difícilmente reemplazables para Rusia durante el conflicto.
Un video adicional, fechado el 10 de abril, capturó un ataque exitoso contra un sistema de guerra electrónica móvil ruso Borisoglebsk-2. Notablemente, este sistema no fue capaz de interceptar ni el dron de ataque ni el dron explorador que registraba la acción, subrayando la efectividad y la precisión de estos nuevos UAV en condiciones operativas adversas.
Adaptación de la tecnología de drones en el conflicto ucraniano
The Ukrainian SBU has gone on a recent Russian SAM hunting spree, seen here destroying 2x Buk TEL, 1x Buk radar, 2x Tors, 1x Strela-10, and 1x Tunguska.
— OSINTtechnical (@Osinttechnical) April 9, 2024
The Strela-10 was hit by a traditional FPV munition, but the rest appear to have been targeted by long-range munitions. pic.twitter.com/pEyLS1TkNQ
En el contexto de las operaciones tácticas, la vulnerabilidad de sistemas robustos como el Tunguska, un sistema de defensa aérea montado sobre orugas equipado con dos cañones de 30 mm, cuatro misiles tierra-aire y radar integrado, se ha hecho evidente. A pesar de su diseño para interceptar UAV, fue rastreado y neutralizado por drones ucranianos. Este hecho no sorprende completamente dado que, según un informe ruso de 2020, la defensa aérea táctica mostraba deficiencias notables contra objetivos pequeños y ágiles.
El análisis del dron “RAM X” arroja luz sobre una serie de mejoras significativas respecto a su predecesor, el “RAM II”. Este último, introducido en 2018 para la exportación, mostró un alcance limitado de 30 km y portaba una ojiva de 3 kg, pero no logró captar un interés amplio en el mercado global. No obstante, los ataques recientes sugieren que el diseño de la RAM II ha sido optimizado en la nueva variante RAM X, posiblemente incrementando su eficacia operacional.
El dron de reconocimiento de ala fija Leleka-100, también fabricado por la empresa ucraniana CDET, destaca por su envergadura de siete pies y una autonomía que supera las dos horas, cualidades que lo convierten en una herramienta invaluable para misiones de reconocimiento prolongado y de largo alcance.
Según informa el sitio de noticias militares ucraniano Mil-In-UA, las imágenes de video de los recientes ataques muestran las mismas casillas de puntería rojas/verdes que se observaron en demostraciones del RAM II, confirmando la evolución técnica del dron. Por otro lado, un elemento crucial en la efectividad de la RAM X es su baja visibilidad en video, contrastando con la más reconocible silueta blanca de las alas en X del dron Lancet.
El diseño aparentemente convencional con un solo par de alas, similar al del Leleka-100, sugiere una estrategia deliberada para dificultar su detección visual y radar, maximizando así su eficacia en entornos hostiles.
Ucrania responde al desafío de los Lancet
La munición merodeadora Lancet, desarrollada por ZALA, una filial de Kalashnikov, ha sido notablemente exitosa en el conflicto, demostrando su capacidad para eliminar tanques, artillería y otros objetivos con su peso de 12 kilos y un alcance que supera los 40 km.
Sin embargo, su producción se ha visto limitada, parcialmente debido a ataques ucranianos con drones contra la fábrica que produce componentes esenciales, además de problemas persistentes relacionados con la eficacia de su software de segmentación, evidenciados por varios fallos operacionales.
Ante esto, muchos han cuestionado la ausencia de un equivalente ucraniano que pueda competir en términos de alcance y eficacia. Aunque Ucrania ha implementado un número limitado de drones estadounidenses “Switchblade”, “Phoenix Ghost” y municiones merodeadoras polacas “Warmate”, así como algunos desarrollos propios, estos han tenido un impacto relativamente menor.
Reconociendo la necesidad de opciones más robustas, en febrero de 2024, Mykhailo Fedorov, ministro de Transformación Digital y responsable supremo de drones en Ucrania, anunció la producción de dos drones que podrían rivalizar con el Lancet, incluyendo tecnología de guía terminal para asegurar la efectividad contra objetivos protegidos por inhibidores.
Probablemente, la RAM X sea uno de estos nuevos desarrollos, junto con el “Perun”, que parece ser una ingeniería inversa del Lancet (que, a su vez, comparte muchas características con las municiones merodeadoras “Hero” de Israel) y el “Bayonet”, desarrollado por Terminal Autonomy.
Estas nuevas plataformas buscan ofrecer capacidades comparables al conocido dron kamikaze FPV, pero con un alcance significativamente extendido. A diferencia del Lancet, cuyo costo aproximado es de 30.000 dólares por unidad, los drones tipo “Ukrolancet” se producirán a un costo considerablemente menor y en volúmenes más altos, lo que podría alterar la dinámica de las municiones merodeadoras en el conflicto actual, a pesar de la fuerte relación entre los fabricantes de Lancet y el Ministerio de Defensa de Rusia.
Los Ukrolancets y la transformación del campo de batalla
Los drones FPV, comúnmente con un alcance de hasta 10 km y, en circunstancias excepcionales, hasta el doble, han sido superados significativamente por los “Ukrolancets”, que pueden alcanzar distancias de hasta 50 km o más, dependiendo de las capacidades de comunicación.
Esta expansión del rango, comparable al de los sistemas HIMARS, permite a los drones ucranianos golpear objetivos rusos estratégicos como la artillería y los sistemas de defensa aérea, que tradicionalmente permanecen fuera del alcance de los drones más convencionales.
Específicamente, el ataque prioritario a la defensa aérea puede atribuirse al alto valor de estos sistemas, con un solo sistema Tor valorado en aproximadamente 24 millones de dólares, y con la capacidad de reemplazo de Rusia aún en duda.
La implementación de ataques de largo alcance no solo requiere drones avanzados, sino también inteligencia precisa. Ucrania parece beneficiarse enormemente de los datos proporcionados por Estados Unidos y otros aliados, que disponen de una extensa red de satélites y otros recursos de inteligencia. Sin embargo, esta dependencia de la inteligencia de alta calidad es un factor restrictivo que podría limitar el uso de tales sistemas en futuros conflictos por otras fuerzas.
Con la progresiva implementación de los HIMARS, que han demostrado su eficacia destruyendo depósitos de municiones y cuarteles generales rusos, Rusia ha tenido que reaccionar retirando sus fuerzas a posiciones más seguras. Esta retirada incluye tanques que, según informes, se han alejado varios kilómetros de la línea del frente para escapar de la amenaza de los drones.
Este ajuste táctico plantea una pregunta crucial: ¿pueden la artillería y la defensa aérea rusas continuar siendo efectivas si deben mantenerse a distancia de la línea del frente la mayor parte del tiempo y solo avanzar cuando sea estrictamente necesario?
A medida que Ucrania continúa desplegando sus “Ukrolancets”, se revelarán más respuestas a estas interrogantes, marcando un nuevo y estratégico juego de movimientos en el campo de batalla, similar a una tensa partida de ruleta rusa, donde cada movimiento puede determinar el resultado del conflicto.