El F/A-XX, un caza de sexta generación, combina sigilo, motores avanzados y drones colaborativos para dominar entornos marítimos disputados.
Programa F/A-XX impulsa nueva era en aviación naval
La Marina de Estados Unidos avanza en el desarrollo del F/A-XX, un caza de sexta generación diseñado para reemplazar al F/A-18E/F Super Hornet y complementar al F-35C Lightning II en operaciones desde portaaviones. Iniciado en junio de 2008, el programa busca un avión con capacidades superiores para mantener la superioridad aérea en entornos marítimos de alta amenaza, particularmente en el Indo-Pacífico. En julio de 2009, Boeing presentó su primer concepto público del F/A-XX, un avión sigiloso de dos motores sin cola, con configuración opcional para operaciones tripuladas o no tripuladas y un peso aproximado de 18,000 kg. Este diseño inicial destacó por su fuselaje de ala mixta y una cabina en tándem para dos tripulantes, optimizado para operar desde portaaviones de las clases Nimitz y Gerald R. Ford. En abril de 2013, Boeing actualizó su propuesta e incorpora canards, aunque estos elementos podrían aumentar la sección transversal de radar si no se gestionan con software avanzado.
El programa F/A-XX forma parte de la iniciativa Next Generation Air Dominance (NGAD) de la Marina, distinta del programa homónimo de la Fuerza Aérea. Su objetivo es desarrollar un sistema de sistemas que integre aviones tripulados, no tripulados y armamento avanzado. En 2012, la Marina emitió una solicitud formal de información, especificando un caza de superioridad aérea con capacidades polivalentes para complementar y eventualmente reemplazar al F/A-18E/F y al EA-18G Growler en la década de 2030. En marzo de 2023, la Marina otorgó contratos a Boeing, Lockheed Martin y Northrop Grumman para desarrollar diseños preliminares, aunque en marzo de 2025, Lockheed Martin fue eliminado de la competencia, lo que dejó a Boeing y Northrop Grumman como finalistas.
El F/A-XX está diseñado para operar en entornos de negación de acceso y área (A2/AD), e integra tecnologías de vanguardia como sensores avanzados y conectividad máxima. Su arquitectura abierta permite la incorporación de diferentes sensores, cargas útiles y armas según los requisitos de la misión, lo que garantiza flexibilidad para misiones de combate, vigilancia y guerra electrónica. En abril de 2019, la Marina completó un análisis de alternativas para el F/A-XX, con un informe final en el verano de ese año, definiendo los requisitos clave del programa.
En marzo de 2025, se reportó que la Marina estaba próxima a anunciar el ganador de la fase de desarrollo de ingeniería y manufactura (EMD), con un contrato valorado en miles de millones de dólares a corto plazo y potencialmente cientos de miles de millones a lo largo de las décadas de operación. Entre diciembre de 2024 y abril de 2025, el programa avanzó a pruebas operativas y de fuego real bajo la supervisión de la Oficina del director de Pruebas y Evaluación Operativa, lo que marca un hito significativo hacia la selección final del contratista.
Características clave del F/A-XX para la guerra naval moderna
- Capacidad operativa desde portaaviones Nimitz y Gerald R. Ford, por medio de sistemas de lanzamiento y recuperación como EMALS y AAG.
- Aumento del 25% en el alcance respecto al F/A-18E/F (1,275 millas náuticas) y F-35C (1,200 millas náuticas), optimizado con reabastecimiento aéreo del MQ-25 Stingray.
- Integración con drones colaborativos (CCA) para operar como “quarterback” en misiones de equipo hombre-máquina.
- Arquitectura abierta para actualizaciones continuas en aviónica, sensores y armas, incluyendo posibles misiles hipersónicos y sistemas láser.
- Diseño sigiloso con “smart skins” que integran sensores y electrónica en el fuselaje para reducir arrastre y mejorar maniobrabilidad.
Tecnologías avanzadas para entornos marítimos disputados
El F/A-XX incorpora tecnologías de sexta generación, como conectividad máxima con satélites, otros aviones y sistemas de información en tiempo real, lo que permite una gestión avanzada del espacio de batalla. En 2015, la Marina comenzó a explorar motores derivados en lugar de la tecnología de ciclo adaptable propuesta inicialmente para el programa NGAP, lo que marca una divergencia con el programa de la Fuerza Aérea. Pratt & Whitney y General Electric Aerospace compiten por el contrato de los motores del F/A-XX, diseñados para ofrecer mayor alcance y eficiencia en entornos marítimos.
El programa ha enfrentado presiones presupuestarias, con un retraso de aproximadamente $1,000 millones en fondos de investigación y desarrollo en el presupuesto fiscal de 2025 para priorizar otras necesidades de preparación. A pesar de esto, en abril de 2025, el gobierno de Estados Unidos asignó $500 millones adicionales para acelerar el desarrollo, con un enfoque en diseño, pruebas de demostradores de vuelo, prototipos de propulsión y evaluación de materiales.
En noviembre de 2024, la Marina confirmó que el programa F/A-XX progresaba hacia la decisión de hito B para la fase de EMD antes de finales del año fiscal 2025. Este hito marca la transición hacia la producción de prototipos y pruebas más intensivas, con el objetivo de tener las primeras unidades operativas en la década de 2030. La Marina también ha resaltado la importancia de la integración con drones colaborativos, como los Collaborative Combat Aircraft (CCA), que actuarán como multiplicadores de fuerza y activos de guerra electrónica.
El diseño del F/A-XX prioriza la versatilidad para misiones múltiples, incluyendo superioridad aérea, ataque a tierra y guerra electrónica. Northrop Grumman ha presentado conceptos de diseño sin cola, optimizados para operaciones desde portaaviones y baja observabilidad, mientras que Boeing ha destacado la capacidad de su diseño para operar en modo tripulado o no tripulado, según las necesidades de la misión. La selección final del contratista determinará la configuración definitiva del avión, pero ambos competidores han avanzado en demostradores y prototipos que cumplen con los requisitos de la Marina.
Impacto estratégico del F/A-XX en la aviación naval
El F/A-XX está diseñado para operar en conjunto con el MQ-25 Stingray, un dron de reabastecimiento aéreo que extenderá el alcance de las alas aéreas de los portaaviones. Esta integración permitirá al F/A-XX realizar misiones de mayor duración y alcance, cruciales para contrarrestar sistemas de defensa antiaérea y misiles antibuques avanzados. En marzo de 2023, la Marina adjudicó un contrato a Boeing para continuar la producción del F/A-18E/F Super Hornet hasta 2027, para asegurar una transición fluida hacia el F/A-XX mientras se retiran las unidades más antiguas.
El programa ha superado especulaciones sobre posibles cancelaciones. En mayo de 2025, la Marina y legisladores del Congreso reafirmaron su compromiso con el F/A-XX, y rechazaron propuestas para redirigir fondos hacia otros programas. Entre diciembre de 2024 y abril de 2025, el programa avanzó a la fase de pruebas operativas combinadas con evaluación de fuego real, un paso crítico hacia la madurez tecnológica y la preparación para la producción.
El F/A-XX se proyecta como un componente central de las alas aéreas de los portaaviones, con hasta dos tercios de estas integradas por aviones no tripulados en el futuro. La Marina espera que el F/A-XX reemplace al F/A-18E/F y EA-18G y también establezca un nuevo estándar en la aviación naval con su combinación de sigilo, alcance y conectividad.
El programa continúa avanzando con un enfoque en ingeniería digital y prácticas de adquisición ágiles, lo que permite una rápida iteración y validación de diseños. La Marina ha priorizado la compatibilidad con los sistemas de lanzamiento y recuperación existentes, como el Electromagnetic Aircraft Launch System (EMALS) y el Advanced Arresting Gear (AAG), para minimizar modificaciones en los portaaviones. Este enfoque asegura que el F/A-XX pueda integrarse sin problemas en las operaciones navales actuales mientras se prepara para futuros avances en la guerra aérea.