Aviones F-22 Raptor y F-35 Lightning II se trasladan al Golfo Pérsico en respuesta a tensiones en el Medio Oriente.
Despliegue de aviones de combate F-22 y F-35 en el Golfo
La Fuerza Aérea de Estados Unidos movilizó escuadrones de aviones de combate F-22 Raptor y F-35 Lightning II hacia el área de responsabilidad del Comando Central de EE. UU. (CENTCOM), que abarca el Golfo Pérsico y regiones cercanas a Irán. Este movimiento, reportado por The Aviationist el 17 de junio de 2025, incluyó el traslado de al menos 12 cazas F-35 desde la base de la Royal Air Force Lakenheath, Reino Unido, escoltados por tres aviones cisterna KC-135 Stratotankers. Fotografías captadas por aficionados confirmaron la partida de estas aeronaves, que volaron en formaciones de cuatro cazas por cisterna, rumbo al Medio Oriente.
El despliegue de los F-22 Raptor, operados por las Alas de Combate 1ª y 192ª desde la Base de la Fuerza Aérea de Langley, Virginia, también formó parte de esta operación. Informes no oficiales, como los compartidos por la cuenta de seguimiento de aviación @CoronetEast en la plataforma X, indicaron que un total de 12 cazas, entre F-22 y F-35, se dirigían al Golfo en un plazo de 48 horas. Aunque la publicación fue eliminada, los preparativos en Langley respaldaron estas afirmaciones, según fuentes de The Aviationist.
La operación se apoyó en un despliegue previo de al menos 30 aviones cisterna KC-135, detectados cuando cruzaron el Atlántico hacia Europa entre el 15 y 16 de junio de 2025, según datos de seguimiento de vuelos reportados por Reuters. Estos aviones, que usaron indicativos “GOLD” asociados a misiones Coronet, facilitaron el traslado de los cazas a través de rutas transatlánticas con paradas en bases como Lajes Air Base en las Azores, o NAS Rota y Morón Air Base en España.
El movimiento de los cazas coincidió con el reposicionamiento de bombarderos B-52 Stratofortress en la base de Diego García, en el océano Índico, según reportes de Al Jazeera del 17 de junio de 2025. Esta base, estratégicamente ubicada a unas 3.000 millas de Irán, permite a los B-52 operar dentro del alcance de objetivos en la región, con apoyo de reabastecimiento aéreo.
Datos clave del despliegue militar de EE. UU. en el Medio Oriente
- Aviones desplegados: 12 cazas F-35 Lightning II desde RAF Lakenheath y un número no especificado de F-22 Raptor desde Langley AFB.
- Apoyo logístico: Más de 30 aviones cisterna KC-135 Stratotankers trasladados a Europa, con hasta 24 adicionales en ruta, según Pravda USA.
- Bases involucradas: Al-Udeid en Qatar y Diego García en el océano Índico como probables destinos, según JFeed.
- Tiempo de ejecución: Despliegue iniciado el 16 de junio de 2025, con cazas en ruta dentro de las 48 horas siguientes.
- Antecedente reciente: En agosto de 2024, F-22 del 90º Escuadrón de Cazas en Alaska se desplegaron en la región para contrarrestar drones y misiles iraníes, según JFeed.
Operaciones de apoyo aéreo y logística militar en CENTCOM
El traslado de los F-22 y F-35 formó parte de una operación logística más amplia que incluyó el despliegue de al menos 32 aviones cisterna KC-135, con hasta 24 más en camino, según Pravda USA. Estos aviones, esenciales para extender el alcance de los cazas, operaron desde bases en Europa y el Medio Oriente. Datos de seguimiento de vuelos, compartidos por usuarios en plataformas como Instagram (@g.lockaviation), mostraron a los F-35 en formación con los cisternas sobre el Reino Unido, en dirección sur hacia el Mediterráneo y el Golfo Pérsico.
Además de los cazas y cisternas, la US Navy reforzó su presencia en la región con el Nimitz Carrier Strike Group, que incluye un portaaviones y varias naves de escolta, según Newsweek. Este grupo naval, desplegado en el área de CENTCOM, proporcionó capacidades de defensa antiaérea y apoyo a operaciones de combate, lo que complementó a los cazas basados en tierra.
Los F-22 Raptor, conocidos por su capacidad de sigilo y superioridad aérea, y los F-35 Lightning II, diseñados para misiones polivalentes, representan los activos aéreos más avanzados de Estados Unidos. Su despliegue en bases como Al-Udeid en Qatar, reportado por JFeed, sugiere una preparación para operaciones prolongadas, posiblemente en respuesta a las recientes operaciones israelíes contra instalaciones iraníes, incluidas las nucleares en Fordo, según JFeed.
El uso de tácticas de Agile Combat Employment (ACE), implementadas por la Fuerza Aérea de EE. UU. en despliegues previos en la región, permitió a los cazas operar desde múltiples ubicaciones, lo que aumentó la flexibilidad operativa. En agosto de 2024, los F-22 realizaron patrullas antidrones y antimisiles en cinco ubicaciones dentro de CENTCOM, según JFeed, un precedente que podría repetirse en esta operación.
Contexto de tensiones en el Medio Oriente e Irán
El despliegue ocurrió tras una serie de ataques aéreos israelíes contra Irán, iniciados el 13 de junio de 2025, que apuntaron a instalaciones nucleares y eliminaron a líderes de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica, según JFeed. Irán respondió con el lanzamiento de misiles balísticos, incluido el Hajj Qasem, contra la base aérea israelí de Nevatim, según Pravda EN. Estos intercambios intensificaron las tensiones en la región, lo que llevó a las fuerzas estadounidenses en CENTCOM a un estado de alerta máxima, según defence-blog.com.
La presencia de los F-22 y F-35 en el Golfo, junto con los B-52 en Diego García, posicionó a Estados Unidos para responder rápidamente a cualquier escalada. Los F-35, en particular, han demostrado su capacidad en misiones complejas, como las realizadas por Israel contra Irán, donde los F-35I Adir israelíes lograron superioridad aérea sobre Teherán, según Business Insider.
A pesar de los rumores en redes sociales, como los difundidos en X sobre un supuesto derribo de un F-35I Adir israelí por defensas antiaéreas iraníes, no existe confirmación oficial de tales eventos, según The National Interest. Estos rumores, que circularon el 17 de junio de 2025, fueron desmentidos al vincularse con imágenes de un accidente de un F-35A estadounidense en Nuevo México en mayo de 2024.
El despliegue de cazas y activos navales, combinado con la movilización de cisternas y bombarderos, reflejó una operación coordinada para reforzar la presencia militar estadounidense en el Medio Oriente. La situación continuó siendo volátil, con movimientos de aviones rastreados por entusiastas de la aviación y reportados en plataformas como The Mirror US, lo que subrayó el interés global en la escalada de tensiones entre Israel, Irán y las fuerzas estadounidenses en la región.