La probabilidad de que Ankara negocie con Washington la venta de F-16 Block 70 en 2023 es ya muy alta. EE. UU. estaba denegando la modernización de la flota turca de F-16, así como la compra del nuevo modelo de F-16, debido a restricciones en la Ley de Autorización de Defensa Nacional [NDAA]. El principal motivo de las restricciones hasta ahora era que Turquía violaba el espacio aéreo griego al utilizar armas de fabricación estadounidense.
En la nueva versión de la NDAA, que incluye el presupuesto de defensa de Estados Unidos para 2023, se eliminaron los artículos designados por la Cámara de Representantes para limitar la compra de F-16 por parte de Turquía. Por lo tanto, las posibles ventas de F-16 a Turquía están abiertas. Este cambio afecta no solo a la adquisición de nuevos cazas, sino también a la modernización de los F-16 Fighting Falcon turcos.
Turquía quiere comprar 40 nuevos cazas F-16 Block 70, así como una modernización de al menos 79 cazas F-16 Fighting Falcon. A pesar del levantamiento de las prohibiciones, en los próximos meses se espera la resistencia de algunos miembros del Congreso a la venta de armas a Turquía. El senador demócrata por Nueva Jersey, Bob Mendes, ha declarado en repetidas ocasiones que hará todo lo posible para que se abra la venta de F-16 a Turquía. Según los medios de comunicación turcos, Mendes es antiturco y cercano al lobby griego en EE. UU.
Ankara no está contenta con la actitud de Washington en los últimos años, especialmente desde que las versiones anteriores de la NDAA impusieron restricciones contra Turquía. Se llegó a un punto en el que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, incluso “amenazó” a sus socios de Washington con que no solo se pueden comprar aviones a Estados Unidos, insinuando que Turquía está dispuesta a recurrir a Francia o Rusia. “Estados Unidos no es el único que vende aviones de combate. El Reino Unido, Francia y Rusia también los venden. Es posible conseguirlos en otros lugares y algunos ya nos están enviando señales”, declaró Erdogan.
Turquía ya ha iniciado la modernización de parte de los cazas F-16. Se desarrolló en el país un radar AESA autóctono, que Ankara anunció que se integrará en los F-16, además de los nuevos aviones de ataque no tripulados. Ankara empezó a sustituir gradualmente los misiles aire-superficie y aire-aire estadounidenses por equivalentes turcos, desarrollados principalmente por Roketsan.
La dependencia de Turquía de los fabricantes occidentales empezó a disminuir gradualmente. No solo Estados Unidos está perdiendo terreno con su negativa a vender armas a Turquía en los últimos años. Los motores franceses Safran también se retirarán de los misiles de crucero turcos después de que se hayan desarrollado localmente otros que cumplan los requisitos. Turquía está desarrollando su motor tanto para el proyecto del carro de combate principal terrestre Altai como para el proyecto del caza de nueva generación TF-X. El país dispone actualmente de equivalentes autóctonos de casi todos los misiles de crucero adquiridos a lo largo de los años a fabricantes extranjeros.
La eliminación de las disposiciones restrictivas de la NDAA abre la puerta a que Washington recupere el mercado perdido en los últimos años. Las negociaciones para la venta de F-16 a Turquía llevan en marcha desde el año pasado. Un punto de inflexión fue la última reunión sobre el tema celebrada este mes de agosto, cuando el presidente estadounidense, Joe Biden, responsabilizó a su homólogo turco de que EE. UU. permitiera la venta de cazas.