El caza Baidi B de AVIC alcanza velocidades hipersónicas y opera al límite atmosférico con diseño furtivo y autonomía impulsada por inteligencia artificial.
Baidi B: Innovación china en vuelo hipersónico suborbital
La Aviation Industry Corporation of China (AVIC) presentó en noviembre de 2024 el concepto de su caza de sexta generación, el Baidi B-Type, también conocido como “Emperador Blanco”, durante el Zhuhai Airshow 2024. Este avión, desarrollado bajo el ambicioso Proyecto Nantianmen, destaca por su capacidad para operar en la alta atmósfera, alcanzando altitudes cercanas al límite suborbital. Diseñado para volar a velocidades hipersónicas, superiores a Mach 5, el Baidi B combina un diseño aerodinámico avanzado con tecnologías de inteligencia artificial, marcando un hito en la carrera aeroespacial global. Su capacidad para maniobrar en condiciones extremas y su integración con sistemas de combate en red lo posicionan como una plataforma estratégica para la Fuerza Aérea del Ejército Popular de Liberación (PLAAF).
El diseño del Baidi B, caracterizado por una configuración en ala de rombo sin aletas de cola, optimiza la furtividad al reducir la firma radar. Esta estructura permite alojar bahías internas para misiles, manteniendo un perfil aerodinámico eficiente a altitudes superiores a 80 kilómetros, donde la atmósfera es extremadamente delgada. Según fuentes de la industria, el caza incorpora materiales avanzados capaces de soportar las temperaturas extremas generadas por el vuelo hipersónico, así como sistemas de propulsión que podrían incluir motores de ciclo combinado o scramCazas, aunque los detalles técnicos permanecen clasificados. La capacidad del Baidi B para operar en el límite atmosférico lo convierte en un “caza aire-espacio integrado”, con potencial para misiones que incluyen la neutralización de satélites y el lanzamiento de armamento desde altitudes cercanas al espacio.
El Proyecto Nantianmen, iniciado por AVIC, busca explorar tecnologías aeroespaciales futuristas, y el Baidi B es una de sus principales apuestas. Durante su presentación en Zhuhai, se destacó que el caza puede alcanzar velocidades hipersónicas sostenidas, lo que le permite cubrir distancias globales en tiempos récord. Por ejemplo, un trayecto como Beijing-Nueva York, que en un avión comercial convencional toma más de 13 horas, podría completarse en aproximadamente dos horas. Esta capacidad no solo tiene implicaciones militares, sino también potenciales aplicaciones civiles, aunque el enfoque actual del Baidi B es claramente estratégico. La integración de inteligencia artificial permite operaciones autónomas, coordinación con drones y sistemas terrestres, y la ejecución de maniobras complejas en entornos de alta velocidad y baja densidad atmosférica.
El desarrollo del Baidi B se basa en años de avances en tecnologías hipersónicas chinas. En 2021, un prototipo de avión hipersónico alcanzó Mach 6.5 durante una prueba secreta en el desierto de Gobi, según reveló la Academia China de Ciencias en diciembre de 2024. Este hito, liderado por el investigador Cui Kai, demostró la viabilidad de diseños aerodinámicos robustos para vuelos a gran altitud. Además, pruebas recientes con drones hipersónicos, como el MD-19 y el MD-22, han permitido a China perfeccionar sistemas de control de vuelo y materiales resistentes al calor, esenciales para operar en el límite atmosférico. Estas tecnologías se han integrado en el Baidi B, que representa un salto cualitativo en la capacidad de China para proyectar poder en el dominio aeroespacial.
Datos clave del Baidi B para vuelo suborbital
- Velocidad máxima: Supera Mach 5, con potencial para alcanzar Mach 6.5 o superior en condiciones óptimas.
- Altitud operativa: Cerca de 80-100 kilómetros, en el límite entre la atmósfera y el espacio.
- Diseño furtivo: Configuración en ala de rombo sin aletas de cola para minimizar la firma radar.
- Propulsión: Posible uso de motores scramjet o de ciclo combinado, optimizados para vuelo hipersónico.
- Inteligencia artificial: Sistemas autónomos para navegación, combate y coordinación con otras plataformas.
- Aplicaciones: Misiones de combate, neutralización de satélites y proyección de poder en el espacio cercano.
Avances tecnológicos detrás del Baidi B

El Baidi B se beneficia de los esfuerzos de China en el desarrollo de materiales y sistemas de propulsión para entornos extremos. En marzo de 2025, investigadores chinos probaron un postquemador hipersónico que duplica el empuje a Mach 6 y 30 kilómetros de altitud, según el South China Morning Post. Esta tecnología, que utiliza magnesio para mejorar la combustión, podría integrarse en el Baidi B, permitiendo mayor maniobrabilidad y alcance. Además, el caza incorpora sistemas de control de vuelo avanzados, esenciales para la transición entre regímenes hipersónicos y subsonicos, como demostró el dron MD-19 al aterrizar en una pista convencional tras un vuelo a Mach 7 en diciembre de 2024. Estos avances reflejan la inversión sostenida de China en infraestructura de pruebas y desarrollo aeroespacial.
La inteligencia artificial desempeña un papel central en las capacidades del Baidi B. Según informes de la industria, el caza utiliza algoritmos de IA para procesar datos en tiempo real, coordinarse con otras plataformas y ejecutar misiones autónomas. Esta tecnología permite al Baidi B operar en entornos donde las comunicaciones con el control terrestre son limitadas, como en el espacio cercano. La integración con redes de combate en red, incluidas plataformas satelitales y drones, amplifica su efectividad en escenarios de guerra moderna. En el Zhuhai Airshow 2024, AVIC destacó que el Baidi B puede emplear armas de energía dirigida, como láseres, lo que refuerza su versatilidad en combates aire-aire y aire-espacio.
El contexto de desarrollo del Baidi B incluye desafíos internos en AVIC. En febrero de 2025, el ex presidente de la compañía, Tan Ruisong, fue expulsado del Partido Comunista por presunta corrupción, y otros ejecutivos, como Hao Zhaoping y Yang Wei, han estado ausentes de eventos públicos, según el South China Morning Post. A pesar de estas turbulencias, el proyecto Baidi B ha mantenido su impulso, respaldado por la prioridad estratégica de China de liderar la innovación aeroespacial. La presentación del caza en Zhuhai y los informes de un posible primer vuelo en diciembre de 2024 sugieren que el programa está en una fase avanzada de desarrollo.
El Baidi B también responde a la competencia global en tecnologías hipersónicas. Estados Unidos, por ejemplo, avanza en programas como el Hypersonic Attack Cruise Missile (HACM) y el Multi-Service Advanced Capability Hypersonic Test Bed (MACH-TB), pero China mantiene una ventaja en la cantidad y diversidad de sus plataformas hipersónicas, según un informe del Departamento de Defensa de EE. UU. de diciembre de 2024. El Baidi B, con su capacidad para operar en el límite atmosférico, representa un desafío directo a las defensas aeroespaciales occidentales, especialmente en escenarios como un potencial conflicto en el Indo-Pacífico.
Implicaciones estratégicas del Baidi B
La capacidad del Baidi B para operar en el límite atmosférico tiene implicaciones significativas para la estrategia militar china. Su habilidad para alcanzar altitudes suborbitales le permite evadir sistemas de defensa antimisiles convencionales, que están diseñados para interceptar amenazas a menor altura. Además, su potencial para neutralizar satélites en órbita baja refuerza la doctrina china de dominar el dominio espacial. En un informe de noviembre de 2024, expertos citados por India.com señalaron que el Baidi B podría emplear armamento hipersónico guiado para atacar activos espaciales, lo que plantea preocupaciones para potencias como Estados Unidos e India.
El diseño del Baidi B también refleja la evolución de la doctrina de la PLAAF hacia la guerra centrada en redes. La integración de datos de múltiples plataformas, combinada con la autonomía impulsada por IA, permite al caza operar en entornos de alta intensidad donde la superioridad aérea depende de la velocidad de reacción y la coordinación. Las pruebas con drones hipersónicos, como el lanzamiento del MD-21 desde un globo de gran altitud en diciembre de 2024, demuestran la experiencia de China en el desarrollo de plataformas reutilizables para vuelos en el espacio cercano, un conocimiento que se traslada directamente al Baidi B.
En el ámbito técnico, el Baidi B enfrenta retos significativos. El vuelo hipersónico a gran altitud requiere materiales que resistan el calor extremo y sistemas de control que mantengan la estabilidad en condiciones de baja densidad atmosférica. China ha invertido en túneles de viento avanzados y simulaciones computacionales para superar estos obstáculos, como se evidenció en las pruebas del MD-19, que lograron una transición exitosa entre regímenes de vuelo. Estos avances sugieren que el Baidi B está cerca de alcanzar la madurez tecnológica necesaria para su despliegue operativo.
El Baidi B no solo es un logro técnico, sino también una declaración de intenciones de China en la carrera aeroespacial. Su capacidad para operar en el límite atmosférico, combinada con su diseño furtivo y su autonomía, lo convierte en una plataforma versátil para una amplia gama de misiones. A medida que AVIC y la PLAAF continúan refinando esta tecnología, el Baidi B está destinado a redefinir las dinámicas de poder en el dominio aire-espacio, consolidando la posición de China como líder en innovación hipersónica.