El Lockheed AC-130 es un pájaro único. El AC-130, que se hizo famoso en la serie de videojuegos Call of Duty, es un cañonero aéreo diseñado para misiones de ataque a tierra de larga duración. El AC-130 se complementa con una amplia selección de armas de ataque a tierra, que se adaptan a los distintos perfiles de misión y a las necesidades de los objetivos.
Un verdadero combatiente
Adaptado del avión de transporte C-130 Hércules, el AC-130 es visualmente distinto: tiene varios cañones masivos que sobresalen del lado de babor, como los cañones de un acorazado de madera. Desde su debut en 1966, se han utilizado diferentes versiones del AC-130, con distintos tipos de armamento. Entre ellas, la próxima variante J cuenta con un cañón automático ATK GAU-23/A de 30 mm, un obús M102 de 105 mm, un sistema de armas para misiles AGM-176 Griffin y/o municiones GBU-44/B Viper Strike. El AC-130 también puede llevar misiles AGM-114 Hellfire montados en el ala, bombas GBU-39 de pequeño diámetro (SDB) y/o GBU-53/B. Opciones. Las variantes anteriores también incluían un cañón L60 Bofors de 40 mm.
Capaz de proporcionar apoyo aéreo cercano, interdicción aérea, escolta de convoyes, operaciones urbanas y protección de la fuerza, el avión realiza giros de pilón en sentido contrario a las agujas del reloj alrededor de los objetivos, lo que permite disparar de forma continua y precisa sobre un punto fijo en el suelo, lo que supone una enorme mejora respecto a los ametrallamientos tradicionales.
A diferencia de la mayoría de los aviones militares, el AC-130 tiene una cabina no presurizada y opera a altitudes más bajas, disparando normalmente los sistemas de armas desde una altitud de 7.000 pies. Debido a que el AC-130 opera desde altitudes tan bajas, el avión de combate suele realizar misiones de apoyo aéreo cercano por la noche, al amparo de la oscuridad.
Para identificar los objetivos y realizar con éxito disparos de precisión o de saturación de área, el AC-130 cuenta con un sofisticado conjunto de sensores que incluye un sensor de imagen electro-óptico, un sensor de infrarrojos y un radar. Este variado conjunto de sensores permite a la tripulación de siete personas del AC-130 diferenciar entre amigos y enemigos, incluso en condiciones meteorológicas adversas.
Entrando en guerra
El AC-130 hizo su debut en combate durante la guerra de Vietnam, donde el avión de combate voló con una escolta de cazas, normalmente tres F-4 Phantom II. Durante el conflicto, se perdieron seis AC-130 por el fuego enemigo. El primer avión de combate se perdió en mayo de 1969; mientras «cazaba camiones» a 6.500 pies, el avión recibió fuego antiaéreo (AA) de 37 mm. El incidente reflejaría de cerca las cinco pérdidas posteriores de AC-130: la mayoría se perdieron mientras cazaban camiones, todos fueron derribados por AA o misiles tierra-aire (SAM). En total, se perdieron 52 tripulantes aéreos en accidentes de AC-130. Las tripulaciones del AC-130 destruyeron más de 10.000 camiones enemigos.
El avión de combate también estuvo presente, sobrevolando, durante uno de los momentos más destacados de la historia estadounidense: la evacuación final de Saigón, el 30 de abril de 1975.
El AC-130, que gira a la izquierda, ha sido desde entonces un elemento fijo en la guerra estadounidense. Contra Granada, el AC-130 suprimió los sistemas de defensa aérea del enemigo y atacó a las fuerzas terrestres. Durante la invasión estadounidense de Panamá, el AC-130 destruyó el cuartel general de las Fuerzas de Defensa de Panamá, al tiempo que proporcionaba apoyo aéreo cercano a las tropas terrestres estadounidenses.
En la Tormenta del Desierto y en la Guerra contra el Terrorismo, el AC-130 ha demostrado continuamente su valía.
¿El final de la línea?
Ahora, sin embargo, tras cincuenta años de servicio, el futuro del avión está en duda. A medida que los sistemas de defensa aérea del enemigo mejoran, es poco probable que el bajo y lento AC-130, con su sección transversal de alto radar, sobreviva a un conflicto moderno contra un enemigo sofisticado como Rusia o China.
De hecho, el Centro de Evaluaciones Estratégicas y Presupuestarias (CSBA) ha recomendado a la Fuerza Aérea que empiece a prescindir del AC-130, en lugar de llenar el papel del avión de combate con una combinación de aviones furtivos y drones no tripulados.
Vista frontal aire-aire de un avión de combate AC-130A Hercules. El avión pertenece al 919.º Grupo de Operaciones Especiales (AFRESO), Campo Auxiliar de la Base de la Fuerza Aérea Eglin, Florida. Revista Airman, diciembre de 1984.