El AV-8B Harrier, pilar esencial de la aviación del Cuerpo de Marines de EE. UU. por casi cuatro décadas, se aproxima inexorablemente a su último vuelo.
Esta aeronave, distintivo por su capacidad de despegue y aterrizaje vertical, ha sido clave en múltiples operaciones, desde la Guerra del Golfo hasta la neutralización de amenazas por drones en el mar Rojo.
Con el traspaso de los últimos aviadores al F-35B, persiste el legado de adaptabilidad y versatilidad del Harrier en escenarios de combate y crisis, destacando un periodo de progresos notables en las tácticas y tecnologías de la aviación militar.
Persistencia operativa del AV-8B Harrier en el escenario mundial
En casi cuarenta años de operaciones, el AV-8B Harrier ha proporcionado apoyo aéreo esencial, desde confrontar las fuerzas de Saddam Hussein en Kuwait, hasta interceptar drones hutíes sobre el mar Rojo y desempeñar un papel central en una demanda histórica contra PepsiCo.
Actualmente, mientras se adapta a roles modernos en la guerra de drones, el Harrier se prepara para enfrentar sus últimas batallas.
En abril, los dos últimos pilotos de Harrier en el Cuerpo de Marines obtuvieron sus alas de oro, cerrando el capítulo de la especialidad ocupacional militar 7509. Aunque inicialmente previsto para retirarse en 2025, se anticipa que el Harrier continúe en vuelo hasta septiembre de 2026, cuando los dos últimos escuadrones de Harrier darán paso al F-35B, el sucesor designado con capacidades de despegue corto y aterrizaje vertical (STOVL).
“El significado del último vuelo de entrenamiento de pilotos de reemplazo en nuestra comunidad es señal del comienzo del fin para nosotros”, expresó el capitán Joshua Corbett en un comunicado de prensa. Corbett, junto con el capitán Sven Jorgensen, representa a los últimos aviadores de esta distinguida clase.
“El Harrier, a diferencia de muchos otros aviones, suscita una profunda emoción. Para el público, los entusiastas de la aviación, los miembros de la marina y, en particular, para nosotros, los pilotos de Harrier, es un sentimiento agridulce. Todas las buenas cosas deben acabar, y pronto nos tocará a nosotros, pero aún no ha llegado ese momento”.
El Harrier y su adaptación a las exigencias anfibias de los Marines
Como fuerza anfibia operativa tanto en territorio terrestre como en plataformas marítimas, el Cuerpo de Marines de EE. UU. ha enfrentado desafíos únicos que los cazas convencionales no podían resolver. Según un informe del The Times de 2002, la idea de desarrollar un avión que cumpliera con estas necesidades especiales surgió de experiencias en la Segunda Guerra Mundial, particularmente en las batallas de Guadalcanal y Tulagi, donde los Marines dependían de la cobertura aérea de la Marina y en ocasiones sufrían cuando esta cobertura se replegaba.
“El principio de que los Marines en el aire deben proteger a los Marines en tierra ha sido un pilar del ethos del Cuerpo desde entonces”, afirmó el diario.
El AV-8B Harrier, conocido comúnmente como el ‘jet de salto’, revolucionó las operaciones aéreas al ser el primer caza operado por la Marina Real Británica diseñado para realizar despegues cortos y aterrizajes verticales.
Este avión monomotor, desarrollado inicialmente por Hawker-Siddeley, está equipado con un turboventilador dotado de cuatro toberas que pueden girar hacia abajo para generar un potente empuje vertical, permitiendo que la aeronave flote y ejecute despegues y aterrizajes precisos en espacios reducidos como portaaviones o incluso barcos anfibios menores.
Aunque esta maniobra consume grandes cantidades de combustible, aproximadamente un galón cada dos segundos, ofrece una capacidad táctica crítica al liberar a las unidades de la dependencia de pistas largas, expandiendo significativamente los entornos operativos posibles.
Después de cooperaciones iniciales con ingenieros británicos, el Cuerpo de Marines lanzó el proyecto que culminaría en el McDonnell Douglas AV-8B Harrier en 1976, superando obstáculos presupuestarios y burocráticos para finalmente introducirlo en servicio en 1985. La primera gran prueba de combate para este innovador caza llegaría con el cambio de década.
Evaluación del desempeño del Harrier en conflictos bélicos clave
La actuación del Harrier en la Guerra del Golfo fue objeto de evaluaciones dispares. Según la revista de las Fuerzas Aéreas y Espaciales, 84 Harriers ejecutaron un total de 3,400 misiones, alternando entre apoyo aéreo cercano e interdicción aérea. A pesar de que cinco Harriers fueron derribados y dos pilotos murieron, se señaló que el avión era especialmente susceptible al fuego enemigo.
No obstante, el teniente coronel retirado Theodore Herman, un veterano aviador naval y director de programa en McDonnell Douglas, refutó estas críticas en un artículo para la revista Proceedings en 1996. “Prácticamente desconocidos para el público en general, los Harrier de los Marines estuvieron activos desde el inicio hasta el final de la guerra”, alegó, destacando que los aviones cumplieron con su diseño operacional.
“Operaron cerca del teatro de combate, tanto desde bases terrestres como navales, como se había prometido, y desplegaron significativas cantidades de munición. Las misiones que llevaron a cabo fueron variadas: desde interdicción aérea y escolta de helicópteros hasta preparación de campo de batalla y apoyo aéreo cercano. No necesitaron reabastecimiento aéreo mientras operaban sobre Kuwait”.
Los Harriers también tuvieron la oportunidad de demostrar su eficacia en conflictos posteriores. Estuvieron presentes en las primeras oleadas de ataques contra Afganistán en noviembre de 2001, después de los ataques del 11 de septiembre.
Partieron desde los barcos de la 15ª Unidad Expedicionaria de Marines cerca de la costa de Pakistán, desplegando munición en ese mes, y en diciembre de 2001, un escuadrón de Harriers fue asignado a la recién establecida base de Kandahar para iniciar lo que serían dos décadas de misiones de apoyo aéreo cercano y ataques.
Durante la Operación Libertad Iraquí, los AV-8B transformaron los buques anfibios en “Harrier Carriers”, potenciando así la capacidad de proyección de fuerza de las Unidades Expedicionarias de Marines.
Oficiales de la Armada y del Cuerpo de Marines informaron en Proceedings en 2004 que los escuadrones desplegados desde los buques de asalto anfibio Bataan y Bonhomme Richard habían consumido más de 250 toneladas de munición y neutralizado aproximadamente 1,200 objetivos en los primeros días de la guerra.
El Harrier en el foco de la cultura popular y controversias legales
Los Harriers también han capturado momentos destacados en la cultura popular. Un ejemplo notable fue un anuncio de Pepsi de 1995, donde se mostraba un Harrier realizando un aterrizaje vertical fuera de una escuela, con papeles esparciéndose al viento mientras un adolescente emergía de la cabina, exclamando: “Seguro que le gana al autobús”.
Este anuncio ganó notoriedad no solo por su impactante visualización, sino también por un problema legal que surgió debido a un chyron que aparecía en el comercial, indicando: “7,000,000 Pepsi Points”. Un espectador, John Leonard, interpretó esto como una oferta seria y calculó que era una ganga.
Tras descubrir que podía comprar puntos Pepsi a diez centavos cada uno, envió a PepsiCo etiquetas de 15 puntos junto con un cheque por $700,008.50 para cubrir el resto del costo. Cuando la compañía se negó a entregarle un Harrier, Leonard les demandó por incumplimiento de contrato y fraude. Aunque perdió su caso, la sentencia de la jueza de distrito de Nueva York, Kimba Wood, se convirtió en un documento de lectura obligada.
En su fallo, Wood destacó: “Considerando la reconocida capacidad del Harrier para atacar y destruir objetivos aéreos y de superficie, así como su rol en reconocimiento armado, interdicción aérea, y guerra antiaérea ofensiva y defensiva, describir un avión de estas características como un medio para llegar a la escuela claramente no es serio, incluso si el avión, como sostiene el demandante, podría modificarse para eliminar su capacidad militar”.
Además, señaló que “ninguna institución educativa ofrecería espacio de aterrizaje para un avión de combate de un estudiante, ni aprobaría las perturbaciones que su uso conllevaría”.
La controversia inspiró una serie de Netflix en 2022 que exploró el caso en profundidad. Posteriormente, Pepsi relanzó el anuncio con un chyron modificado que elevaba el costo a 700 millones de Pepsi Points para obtener un Harrier, aclarando así la naturaleza jocosa de la oferta.
El Harrier demuestra versatilidad en su fase final de operación
A medida que el Harrier avanza en su gira crepuscular (con el VMA-223, los Bulldogs, de Cherry Point, Carolina del Norte, previstos como los últimos en transicionar completamente al F-35 en 2026), está evidenciando que incluso un avión con años de servicio puede adaptarse a nuevas exigencias tácticas.
Los Harriers asignados al USS Bataan en el mar Rojo han jugado un papel crucial en contrarrestar los drones suicidas empleados por los islamistas hutíes respaldados por Irán, operando desde la costa de Yemen.
En una entrevista con la BBC, el capitán Earl Ehrhart, piloto de Harrier, reveló que al menos uno de estos aviones ha sido “modificado” específicamente para misiones de defensa aérea, equipándolo con misiles. Con siete puntos de anclaje disponibles, el Harrier puede transportar hasta 9,200 libras de municiones.
Sin embargo, la necesidad de gestionar el combustible requiere un delicado equilibrio entre la carga de armamento y la reserva de gas. Además, puede ser armado con el cañón GAU-12 Equalizer de 125 mm para misiones específicas.
Aunque el alcance total de sus operaciones anti-drones no ha sido completamente detallado, Ehrhart compartió que él personalmente ha interceptado siete drones enemigos. Aunque el Harrier no es reconocido por su estética, y su ruidoso funcionamiento impide una aproximación sigilosa, ha sido pionero en el concepto STOVL (despegue corto y aterrizaje vertical) dentro del Cuerpo de Marines, una característica que ha sido heredada por el F-35B que lo está reemplazando.
Para el Cuerpo de Marines, como supuestamente mencionó un general, el Harrier ha sido “una respuesta a una oración”, demostrando ser una plataforma invaluable por su adaptabilidad y capacidad de respuesta ante variados desafíos tácticos.