El mes pasado, un piloto de la Fuerza Aérea del Ejército Popular de Liberación (PLAAF) afirmó haber sobrevolado el espacio aéreo de Taiwán con su caza furtivo J-20 sin ser detectado.
¿Drama del J-20 sobre Taiwán?
Mientras Pekín ha intensificado sus incursiones en la Zona de Identificación de Defensa Aérea de Taiwán en los últimos meses, la fuerza aérea taiwanesa vigila cuidadosamente sus posiciones. Un vuelo no detectado sería muy inusual. El piloto de la PLAAF, el capitán Yang Juncheng, de la brigada Wang Hai, también se jactó de que “el estrecho de Taiwán no existe” en una entrevista con un medio de comunicación chino. Durante décadas, la zona tampón no oficial a la que se refiere Yang ha ayudado a mantener la paz entre Pekín y Taipei. Sin embargo, la República Popular China se ha vuelto más agresiva retórica y militarmente en su objetivo de reclamar la isla independiente como propia. Como pilar actual de su armada, el caza de quinta generación J-20 Chengdu seguirá siendo la herramienta dominante de las tácticas de amedrentamiento de China sobre Taiwán.
El caza furtivo Chengdu entró en servicio por primera vez en la PLAAF hace seis años, convirtiéndose en el tercer caza de quinta generación operativo del mundo. Apodado “Dragón Poderoso”, su fuselaje furtivo fue diseñado para contrarrestar a los cazas de quinta generación F-22 y F-35 de fabricación estadounidense.
El diseño del avión derivó del programa chino J-XX de la década de 1990, y debutó oficialmente en la Exposición Internacional de Aviación y Aeroespacial de China en 2016. Los prototipos iniciales del J-20 incorporaban piezas y tecnología rusas. Las sorprendentes similitudes entre el caza chino y sus homólogos estadounidenses siguen siendo evidentes hoy en día.
El J-20 está equipado con piezas rusas…
Moscú afirmó que muchas de las capacidades y diseños del Chengdu reflejaban su propio prototipo MiG 1.44, que se dio a conocer mundialmente a finales de la década de 1990. Además, los J-20 siguen volando con motores AL-31 de diseño ruso o con el equivalente chino de fabricación nacional, el WS-10C. La serie de motores AL-31 carece de un empuje significativo, lo que en última instancia limita las capacidades del caza y repercute negativamente en su eficiencia de combustible y maniobrabilidad.
Moscú ha denegado la solicitud de Pekín de motores más avanzados por temor a que el Ejército Popular de Liberación pueda aplicarles ingeniería inversa, una táctica que China ha practicado a menudo. De hecho, los fuselajes de los aviones Shenyang J-11 y J-16 de China derivan directamente de prototipos Su-27 de la era soviética que el país adquirió a finales de la década de 1980. Posteriormente, Pekín aplicó ingeniería inversa a un fuselaje Su-33 de fabricación rusa comprado a Ucrania para diseñar su caza Shenyang J-15 basado en portaaviones.
…y se parece al F-35
Las características del J-20 también reflejan las del caza furtivo Lockheed Martin F-35. Además de ser sigiloso y supercrucero, el J-20 puede llevar armas en pilones externos y puede operar en el llamado modo bestia, similar al que hace del F-35 Lightning II un caza destacado.
Los analistas también creen que el J-20 cuenta con un conjunto de sensores similar al sistema electro-óptico de puntería del Lightning II. El Mighty Dragon, bimotor y todo tiempo, tiene un alcance de 1.200 millas, un techo de servicio de 55.000 pies y una velocidad máxima de Mach-2,55. Aunque estas características convierten al Chengdu en una formidable amenaza para sus pares estadounidenses, aún se desconoce el alcance de sus capacidades.
Aumento de la producción del J-20
No cabe duda de que Pekín confía en su caza de quinta generación para liderar su flota de aviación militar. Un reciente informe publicado por el South China Morning Post indicaba que Pekín está en proceso de aumentar la producción del J-20 para igualar o incluso superar el número de F-22 Raptors estadounidenses actualmente en servicio.
A medida que más Mighty Dragons pasen por la cadena de producción, es probable que se produzca una escalada de incursiones sobre Taiwán.
La semana pasada, el general estadounidense de cuatro estrellas Mike Minihan, que dirige el Mando de Movilidad Aérea, predijo que China intentaría tomar militarmente Taiwán en 2025. De ser cierto, Pekín contaría sin duda con su flota de cazas J-20 para ejecutar esta misión.