El Mikoyan-Gurevich MiG-23 “Flogger” representa un capítulo controvertido en la distinguida tradición de fabricación de aviones del consorcio soviético/ruso.
Este caza fue concebido en los años 60 con la intención de superar las limitaciones observadas en el MiG-21, tales como su autonomía restringida, capacidad radar insuficiente y limitada capacidad de carga bélica. El diseño del MiG-23 incorporó alas de geometría variable, una innovación inspirada en modelos occidentales como el F-111 y el F-4 Phantom.
No obstante, el MiG-23 no estuvo exento de significativas fallas operativas, como un manejo deficiente, problemas de estabilidad y un motor de fiabilidad cuestionable. Estas deficiencias se reflejaron en un rendimiento combativo mediocre, particularmente en comparación con modelos anteriores como el propio MiG-21 y cazas estadounidenses contemporáneos como el F-4, F-14 y F-15.
Eventualmente, el MiG-23 fue retirado por los soviéticos en favor del MiG-27, relegando su uso a naciones como Siria y Corea del Norte, donde su reputación no es particularmente alta dentro de la comunidad aeroespacial.
Valoración crítica del Mikoyan-Gurevich MiG-23 en contexto histórico
![](https://israelnoticias.1eye.us/wp-content/uploads/2024/01/MiG-23-4-il.webp)
Recientemente, abordamos los “cinco peores aviones de combate de todos los tiempos”, una selección ciertamente subjetiva que incluyó varios modelos considerados deficientes.
Uno de esos modelos es el Mikoyan-Gurevich MiG-23. A pesar de los grandes logros de Mikoyan-Gurevich, que ha consolidado su prestigio con modelos icónicos como el MiG-15 y el MiG-29, algunos de sus proyectos no alcanzaron las expectativas, siendo el MiG-23 “Flogger” uno de ellos.
El MiG-23 se desarrolló para superar los déficits técnicos del MiG-21, conocido por su agilidad y velocidad, pero limitado en alcance, capacidad radar y carga bélica. Los diseñadores soviéticos buscaron, con el MiG-23, mejorar no solo estas capacidades, sino también la aviónica y el armamento más allá del alcance visual (BVR).
El diseño también estuvo enfocado en requerimientos operacionales exigentes, como la capacidad de despegues cortos y un desempeño superior a baja altitud comparado con el MiG-21, aunque finalmente no cumplió con todas estas expectativas.
Dilemas de diseño y la evolución hacia el MiG-23 de alas variables
![MiG-23 Flogger](https://israelnoticias.1eye.us/wp-content/uploads/2024/01/MiG-23-2-il.webp)
Los diseñadores de Mikoyan-Gurevich enfrentaron dos caminos críticos durante el desarrollo del MiG-23. Inicialmente, evaluaron la viabilidad de un avión de despegue vertical similar al AV-8B Harrier. Sin embargo, tras construir un prototipo, los resultados no cumplieron con las expectativas, llevando al abandono de esta dirección. Posteriormente, optaron por explorar el concepto de alas de geometría variable, inspirándose en el F-14 Tomcat, lo cual culminó en la creación de un prototipo más prometedor. Este prototipo permitía la configuración de las alas en ángulos de 16, 45 y 72 grados, demostrando ser una opción más viable. En 1969, el primer MiG-23 de serie alzó vuelo, marcando un hito en la aviación militar soviética.
Las principales influencias para este diseño procedieron de modelos occidentales como el general Dynamics F-111 y el McDonnell Douglas F-4 Phantom. A diferencia del F-111, que se consideró demasiado pesado para maniobras de combate, siendo designado como un bombardero táctico, el MiG-23 logró mantener una estructura más ligera y ágil, adecuada para enfrentamientos directos.
El MiG-23: Una apuesta arriesgada que no cumplió con las expectativas
![El declive del MiG-23: Un caza con historia controvertida](https://israelnoticias.1eye.us/wp-content/uploads/2024/01/MiG-23-il.webp)
A pesar de los ambiciosos objetivos que perseguían sus diseñadores, el MiG-23 se convirtió en un problema operativo persistente. Los pilotos rápidamente encontraron que el caza era difícil de manejar, mostraba una estabilidad cuestionable y estaba propenso a fallos en su motor, que se sobrecalentaba con facilidad. Además, el costo de mantenimiento del MiG-23 superó significativamente las proyecciones iniciales, complicando su gestión logística.
El desempeño en combate del MiG-23 fue particularmente decepcionante. Durante su despliegue en conflictos en Siria e Irak, el avión tuvo dificultades notables frente a cazas estadounidenses como los F-4, F-14 y F-15. Incluso se registraron derrotas en duelos aéreos contra el MiG-21, el modelo que precisamente debía reemplazar.
Uno de los problemas más críticos del MiG-23 fue la limitada visibilidad para el piloto. Aunque la visibilidad frontal era adecuada, el diseño del asiento eyectable KM-1 obstaculizaba la visión trasera, un aspecto crucial en combate aéreo. Para mitigar este problema, se incorporó un periscopio en la cabina, aunque su utilidad era limitada y no compensaba completamente el defecto de diseño.
Finalmente, la Unión Soviética retiró el MiG-23 de manera poco ceremoniosa en favor del MiG-27, relegando su operación a solo dos fuerzas aéreas en la actualidad: Siria y Corea del Norte, países que no han logrado mejorar significativamente la percepción global de este modelo dentro de la comunidad aeroespacial internacional.