¿Qué pasó con el MiG-35 de Rusia? Promocionado como un caza de cuarta generación “plus-plus” que daría a la Fuerza Aérea rusa la pegada necesaria y una presencia de combate envidiable para la exportación, solo se han fabricado 30 de los Fulcrum desde 2019.
Este enigma viene desde 2020, cuando en ese momento los rusos solo pidieron seis aviones. Este programa empieza a parecer un despilfarro que no ha conseguido despuntar ni en el mercado nacional ni en el de exportación. Desvelemos la misteriosa cebolla que es el MiG-35 Fulcrum.
La evolución del MiG-29
El MiG-35 se basa en un diseño del MiG-29 y en dos variantes del mismo: la K y la M. El Fulcrum realizó su vuelo inicial en 2016. El MiG-35 está destinado a ser un caza polivalente capaz de asumir la superioridad aérea, interceptar cazas enemigos, atacar objetivos terrestres y ejecutar misiones de reconocimiento. El MiG-35 cuenta con una matriz de escaneo electrónico pasivo y sensores electro-ópticos con la capacidad de rastrear múltiples objetivos en el aire, el mar y la tierra.
Motores de calidad que le confieren una velocidad y un empuje considerables
Impulsado por dos motores turbofan FADEC RD-33MK, el MiG-35 tiene una velocidad máxima de Mach 2,25 y un techo de servicio de 52.000 pies. Los modernos motores ofrecen una gran maniobrabilidad y “están equipados con sistemas de detección de fallos, reguladores de velocidad del compresor y limitadores de temperatura de salida de la turbina LP, detectores de sobretensión, de hielo y de fuego”, según Rosoboronexport.
Deben ser fáciles de pilotar
La cabina del MiG-35 está actualizada. Cuenta con tres pantallas de cristal líquido en color y una pantalla montada en el casco. El piloto dispone de un sistema de aviso de aproximación de misiles con una cobertura de 360 grados. El avión incluye capacidades opcionales de guerra electrónica que pueden interferir el radar enemigo.
Conjunto completo de armas
El MiG-35 cuenta con municiones modernas como misiles aire-aire. Este armamento incluye el RVV-SD, un R-77 actualizado, y el misil aire-tierra Kh-38. También se pueden lanzar bombas guiadas de precisión y bombas mudas.
Los clientes miran hacia otro lado
Con todas estas envidiables características, el MiG-35 debería estar dominando los cielos de Ucrania, o emergiendo como un éxito en el mercado de la exportación, o ambas cosas. Esto no ha sucedido. India y Egipto se interesaron por el MiG-35, pero acabaron por no realizar la compra. El MiG-35 se enfrenta a la importante competencia del Rafale francés, los F/A-18, F-16 y F-15 estadounidenses, el Eurofighter Typhoon y el Saab Gripen.
Los países en vías de desarrollo no tienen dinero ni ganas de comprar
Argentina, Bangladesh y Malasia también han tanteado el terreno, pero se trata de fuerzas aéreas menores en países con presupuestos limitados. Lo más lógico sería que Malasia comprara el MiG-35, ya que tiene que preocuparse por China. Los malayos tenían MiG-29, pero no podían conseguir piezas de repuesto de Rusia, y son caros de mantener en el aire. Los MiG-35 se consideran demasiado caros y de alto mantenimiento para el ejército malayo.
El MiG-35 tampoco tiene un historial de combate, ya que es un avión relativamente nuevo. Los F-16, en cambio, han tenido un amplio éxito en combate durante décadas y son menos caros que el MiG-35. Los países también se preocupan por conseguir piezas de repuesto de Rusia, porque muchos proveedores están sometidos a sanciones financieras internacionales.
Perderse en el camino
El desarrollo del MiG-35 es una cola de precaución, ya que intenta penetrar en un mercado de exportación en el que los clientes tienen muchas opciones. Algunas especificaciones son robustas, especialmente en lo que se refiere a radares y sensores, además de un potente motor. El mantenimiento es un problema para un caza con accesorios tan modernos. Los clientes potenciales deben preocuparse por el coste de mantenimiento del avión sin piezas de repuesto fácilmente disponibles. El otro problema para el futuro del MiG-35 es la aparición del Su-57 y el Su-75, ambos cazas con características furtivas que pueden superar al MiG-35. Por lo tanto, el MiG-35 tiene un futuro difícil por delante: no está preparado para su uso doméstico ni para el crecimiento del mercado de exportación.