El Tipo 055 chino, avanzado destructor con capacidades de sigilo superiores, desafía la supremacía naval de EE. UU. Ampliando flota y tecnología.
Por un largo período, la comunidad de seguridad nacional en Washington, D.C., se mantuvo bajo la ilusión de que el predominio estadounidense post-Guerra Fría sería eterno.
Las autoridades en política exterior de Estados Unidos han sostenido con firmeza que ninguna nación, y en particular la República Popular China, podría constituir una amenaza real a su supremacía militar.
Independientemente de la prosperidad económica que Beijing haya podido obtener mediante la globalización, su capacidad tecnológica era percibida meramente como una réplica de la innovación estadounidense.
Esta creencia, al igual que muchas otras concepciones post-Guerra Fría de los estadounidenses, sobre la posibilidad de enfrentar las estrategias comerciales ofensivas de China y aun así mantener una superioridad económica, militar y tecnológica indefinida sobre esta, era falaz.
Esta desafortunada realidad se manifiesta en múltiples campos, abarcando desde la biotecnología hasta la computación cuántica y el avance en armamento hipersónico. Un claro ejemplo es el desarrollo del destructor de misiles guiados clase Renhai Tipo 055 por parte de China.
Desafíos del ascenso militar chino: Un análisis crítico
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De acuerdo con Eric Wertheim, el Tipo 055 “simboliza el pico de los esfuerzos chinos por desarrollar combatientes de superficie de largo alcance capaces de proyectar poder y proporcionar escolta a su expansiva flota de portaaviones [del Ejército Popular de Liberación]”.
El primer navío de guerra clase Renhai fue lanzado por el PLAN en 2014, marcando un hito significativo.
Estos navíos de combate tienen un desplazamiento impresionante de entre 12.000 a 13.000 toneladas. Expertos como Maya Carlin, colaborador en The National Interest, han señalado que el Tipo 055 se asemeja más a un acorazado moderno que a un destructor convencional.
La Armada de EE. UU. se esfuerza por adaptar estos avances con sus destructores de misiles guiados de la clase Constellation de próxima generación, que también superan en tamaño a los destructores tradicionales.
Es evidente que China ha tomado la delantera en este ámbito, aventajando a los Estados Unidos por casi una década en la implementación de estas innovaciones.
El auge de la flota china: Un juego de números y tecnología
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Gracias a su avanzada capacidad de producción masiva —legado de Estados Unidos durante el declive industrial impulsado por Wall Street—, el PLAN ha desplegado ocho destructores Tipo 055, con planes de expandir aún más su flota. Esta creciente disparidad entre el tamaño de las flotas de China y Estados Unidos refleja la dinámica de la Segunda Guerra Mundial entre la Royal Navy británica y la Armada estadounidense.
Durante esa época, la Royal Navy gobernaba los mares, pero al concluir el conflicto, la infraestructura industrial británica quedó devastada y su economía debilitada. En contraste, la capacidad productiva y económica de Estados Unidos alcanzó su apogeo. La supremacía naval se desplazó de un aliado a otro.
Los británicos, para consolar su orgullo herido, se jactaban de poseer la segunda flota más grande después de la de EE. UU., aunque minimizaban su calidad. Sin embargo, este consuelo fue efímero, ya que la industria británica, especialmente tras la descolonización, no pudo competir con el poderío estadounidense. De manera similar, tras su propia desindustrialización, Estados Unidos no ha podido igualar la capacidad productiva del sector defensivo de China.
Tipo 055: Vanguardia de innovación naval china
Lejos de ser una mera copia, el destructor de misiles guiados Tipo 055 representa un salto innovador. Concebido por ingenieros chinos, este buque está equipado para neutralizar cualquier amenaza potencial de la Armada estadounidense. Con un avanzado sistema de radar y 112 celdas de lanzamiento vertical universales (VLS), el Tipo 055 puede desplegar un amplio arsenal de armamento.
Aunque el crucero clase Ticonderoga de la Armada de EE. UU., pronto a ser reemplazado por los destructores clase Constellation, cuenta con 10 VLS adicionales, los del Tipo 055 son más profundos y anchos, permitiendo el lanzamiento de proyectiles de mayor potencia y alcance.
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El arsenal del Tipo 055 incluye misiles para guerra antisubmarina, defensa aérea y ataque superficial. Está armado con el misil de defensa aérea chino HHQ-9, basado en el ruso S-300, y el sistema de defensa de corto alcance HHQ-10.
Similar a sus contrapartes estadounidenses, también posee capacidades de defensa cercana. Pero lo que distingue al Tipo 055 es su enfoque en la guerra antisuperficie y antisubmarina, portando misiles antisubmarinos Yu-8 y misiles de ataque superficial YJ-18, este último comparado con el misil Harpoon de EE. UU., pero en mayor número y con capacidades supersónicas, lo que representa una amenaza significativa para la flota estadounidense.
Así, el Tipo 055 está diseñado para saturar y dominar a sus adversarios en combate, marcando una nueva era en la guerra naval.
Tipo 055 frente a Ticonderoga: Comparativa de capacidades navales
El destructor Tipo 055, al menos teóricamente, se perfila como un contendiente capaz de enfrentar y desafiar a los actuales buques de guerra estadounidenses. Además, el arsenal naval chino cuenta con un mayor número de estas unidades. Estos buques poseen avanzadas tecnologías para minimizar su detección por radar, superando en este aspecto a los cruceros clase Ticonderoga, con los que podrían encontrarse en un potencial conflicto entre Estados Unidos y China.
Durante dos décadas, Estados Unidos se ha mantenido complaciente, confiado en sus logros previos, mientras que China ha continuado mejorando sus capacidades militares y expandiendo su flota con diligencia.
El Tipo 055 es testimonio de cómo Estados Unidos ha permitido que sus ventajas pos-Guerra Fría se diluyan. El futuro dirá si este equilibrio de poder se trata de un ajuste temporal o si se solidifica a largo plazo, especialmente a medida que la infraestructura industrial de China continúa consolidándose como el bastión de su régimen autocrático.