Los drones han dominado los cielos de Ucrania desde el inicio de la invasión rusa hace casi nueve meses. A pesar de las numerosas pérdidas compuestas, la dotación de vehículos aéreos no tripulados de la Fuerza Aérea rusa se ha triplicado con la ayuda de Irán. Desde mediados del verano, Teherán ha suministrado a su aliado rebelde varios drones letales avanzados, en concreto, vehículos aéreos no tripulados kamikaze cargados de explosivos como la munición de merodeo Shahed-136.
Además de proporcionar una ventaja más letal que los drones de producción nacional de Rusia, este sofisticado UAV ha mejorado por sí solo la capacidad de ataque de largo alcance de Moscú en el conflicto. En general, el uso del dron Shahed-136 de Irán cargado de explosivos ha demostrado ser un activo importante para las fuerzas armadas rusas.
¿Qué hace especial al Shahed-136?
Desarrollado por la Compañía Industrial de Fabricación de Aviones de Irán, el Shahed-136 fue revelado públicamente en diciembre de 2021. Al igual que su versión más pequeña, el Shahed-131, el dron es capaz de permanecer en el aire y merodear antes de atacar su objetivo. Los vehículos aéreos no tripulados con esta capacidad suelen denominarse drones kamikaze o suicidas. Aunque existen desde hace varias décadas, su uso se generalizó en el conflicto de Nagorno-Karabaj de 2020 entre Armenia y Azerbaiyán.
El Shahed-136 está propulsado por el motor MD550 de producción china, que se cree que deriva en gran medida de un diseño alemán. Según el Instituto para la Ciencia y la Seguridad Internacional, el avión no tripulado se lanza mediante un sistema de catapulta, o desde contenedores precargados que se disparan desde la parte trasera de los vehículos mediante un sistema de asistencia de cohetes eyectables. Con un alcance de varios miles de kilómetros, el Shahed-136 puede alcanzar fácilmente cualquier objetivo en Ucrania, lo que lo convierte en un componente importante de los esfuerzos bélicos de Rusia.
Aunque el Shahed-136 ha permitido a las fuerzas rusas llevar a cabo ataques de largo alcance contra las defensas e infraestructuras ucranianas, se cree que al dron le falta una cámara. De ser así, los operadores probablemente incorporarían otros UAV con capacidad de vigilancia, como el Mohajer-6, a las misiones del Shahed-136. La falta de óptica externa de los drones hace que el arma sea más vulnerable a las técnicas de guerra electrónica, como la interferencia, que disminuyen la eficacia del UAV.
El Shahed-136 en Ucrania
Aunque los funcionarios iraníes han negado sistemáticamente haber proporcionado a las fuerzas rusas drones suicidas como el Shahed-136, las pruebas fotográficas que muestran estas municiones merodeando en el conflicto demuestran lo contrario. Durante el verano, la administración Biden reveló que había obtenido imágenes por satélite que mostraban a delegaciones rusas visitando el aeródromo iraní de Kashan. Poco después, se creía que el Kremlin había adquirido al menos cientos de drones avanzados de Irán. Desde agosto, los informes han indicado continuamente que Irán está entrenando a las fuerzas rusas en el uso de sus drones.
El mes pasado, el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Ucrania declaró que “según la información preliminar, los dirigentes de Irán y de la Federación Rusa acordaron enviar asesores e instructores al territorio de la Federación Rusa para el uso de BPLA de impacto”. Esta declaración se produjo después de que se informara de que Moscú había utilizado aviones no tripulados Shahed-136 en el conflicto. En una noticia de Sandboxx, el portavoz de la Fuerza Aérea Ucraniana, Yuri Inhat, afirmó que las fuerzas ucranianas habían derribado el 85% de todos los drones Shahed-136 lanzados por Rusia en el conflicto hasta el momento. Aunque esa cifra puede ser exagerada, el uso del dron en la invasión es indiscutible entre los analistas militares y los expertos de la industria.
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¿Es el Shahed-136 un verdadero cambio de juego para Moscú?
El despliegue por parte de Moscú de las municiones de merodeo Shahed-136 ha demostrado ser un reto importante para las defensas de Ucrania. En septiembre, el director ejecutivo de Red Six Solutions LLC declaró al Wall Street Journal que la presencia del Shahed-136 alteraría sin duda la trayectoria operativa de Kiev y sus fuerzas, añadiendo que el dron “puede utilizarse con gran efecto, con uno apuntando a un sistema de radar y con el segundo a piezas de artillería”. Hace sólo unas semanas, el Shahed-136 -en combinación con los misiles de crucero rusos- dejó fuera de servicio casi un tercio de las centrales eléctricas de Ucrania, dejando a los civiles a oscuras y con frío. Dado que este tipo de munición es tan barata, Moscú podría desplegar más de ellas para perturbar la vida civil y las infraestructuras a medida que avance la guerra. Aunque el uso del Shahed-136 por parte de Moscú no es un buen augurio para Kiev, la munición de merodeo no ha ayudado a Rusia a enfrentarse a la artillería de cohetes suministrada por Occidente, como algunos en el Kremlin esperaban inicialmente. Además, a medida que Moscú siga desplegando esta arma en sus esfuerzos bélicos, las fuerzas ucranianas serán más expertas en desactivarla.
El aspecto más preocupante del uso de la serie Shahed por parte de Moscú en Ucrania es el alcance de Teherán en la región. A medida que el Kremlin y el régimen iraní siguen volviéndose el uno hacia el otro para apoyar sus actividades delictivas, Ucrania podría estar en el extremo receptor de armamento más avanzado fabricado en Irán.