Tras años de investigación y planificación del diseño, las Fuerzas Aéreas de EE. UU. han calculado cuántos vehículos aéreos no tripulados (UAV) volarán junto a los aviones de combate furtivos de nueva generación NGAD (Next-Generation Air Dominance).
Alrededor de 1.000 UAV, o aviones de combate colaborativos, acompañarán a los 200 cazas que se espera que vuelen en el programa.
El programa NGAD se hace realidad
Durante muchos años, el programa NGAD parecía más teórico y descabellado. Sin embargo, ahora el público tiene una idea más clara de la escala y el alcance de esta visión.
En un discurso inaugural a principios de este mes, el secretario del Ejército del Aire, Frank Kendall, dijo que “las cifras se derivaban de un supuesto de dos CCA por cada 200 plataformas NGAD y otros dos por cada uno de los 300 F-35 para un total de 1.000”, añadiendo que los CCA “no afectarán al inventario previsto de tripulaciones de cazas”.
Kendall ha dado prioridad a la incorporación de aviones no tripulados a la futura flota del Ejército del Aire para combatir las amenazas emergentes en todo el mundo.
Los orígenes del programa NGAD del Ejército del Aire
Aunque el proyecto NGAD se encuentra todavía en su fase preliminar, el último anuncio del Ejército del Aire indica que la flota de sexta generación podría llegar antes de lo que algunos analistas esperaban. El objetivo previsto del programa era desarrollar y producir una “familia de sistemas” capaz de suceder al caza F-22 Raptor de Lockheed Martin.
En 2014, el programa NGAD se conceptualizó inicialmente tras la publicación del estudio Air Dominance Initiative. Durante los dos años siguientes, DARPA puso en marcha la Iniciativa de Innovación Aeroespacial para desarrollar un prototipo potencial para el proyecto. El programa hizo hincapié en varias tecnologías críticas necesarias en un fuselaje de sexta generación, como el sigilo, la propulsión y las armas avanzadas.
El programa NGAD se ha mantenido en gran medida en secreto por tratarse de un proyecto altamente clasificado.
Sin embargo, a lo largo del último año el secretario Kendall ha hecho varios anuncios significativos en relación con el programa. Durante el verano, el secretario del Ejército del Aire dijo que el NGAD estaba siendo sometido a un proceso de revisión “Hito B”, que marca la finalización de la fase de maduración tecnológica del programa y el inicio de un programa de adquisición.
Como explica Defense News, esta fase se produce “cuando el servicio toma su diseño preliminar y se centra en la integración del sistema, los procesos de fabricación y otros detalles previos a la producción”.
Una fuerte inversión militar
Desde 2018, la Fuerza Aérea ha invertido más de 2.500 millones de dólares en el programa NGAD y es probable que gaste mucho más en los próximos años a medida que avance el programa. El secretario Kendall había afirmado anteriormente que el servicio estaba haciendo todo lo posible para mantener los costos al mínimo, incluida la incorporación de interfaces ya en uso por los militares para minimizar las actualizaciones completas.
Los drones suelen ser mucho más baratos que los aviones de combate, otro ámbito en el que el servicio podría reducir costes.
Cazas furtivos y drones volarán juntos
Kendall también aseguró que la incorporación de aviones no tripulados no afectaría al número de cazas tripulados en el inventario del Ejército del Aire, ya que los UAV se considerarían armas externas o vainas de guerra electrónica.
“Los CCA complementarán y mejorarán el rendimiento de nuestra estructura de fuerzas de cazas tripulados”, declaró Kendall, añadiendo que “los CCA mejorarán drásticamente el rendimiento de nuestros aviones tripulados y reducirán significativamente el riesgo para nuestros pilotos”.
Aunque es probable que al Ejército del Aire aún le queden años para obtener su futura flota de NGAD de sexta generación, el servicio está dando claramente pasos en la dirección correcta para lograr el proyecto antes de la fecha límite estimada de 2030.