En un reciente enfrentamiento aéreo simulado, el avión de combate de quinta generación F-22 Raptor enfrentó un inesperado desafío por parte del caza FA-50 coreano, perteneciente a la Fuerza Aérea Filipina.
El F-22 Raptor, conocido por su capacidad furtiva y diseñado específicamente para superar las defensas aéreas adversas, tuvo un enfrentamiento sorpresivo con el caza FA-50 de origen coreano. Este encuentro se produjo en el cielo de Luzón, con el FA-50 de la Fuerza Aérea Filipina [PAF] desafiando y, según se informa, “derribando” al potente avión estadounidense. El año 2023 ha visto un incremento en la colaboración defensiva entre Filipinas y Estados Unidos.
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Filipinas, un archipiélago estratégicamente ubicado en el Mar de China Meridional, ha experimentado la llegada de múltiples aviones de combate de última tecnología. De manera significativa, se reporta que durante la edición 2023 del ejercicio “Cope Thunder”, el FA-50 coreano venció al F-22 Raptor de la Fuerza Aérea estadounidense, marcando la reanudación de este evento tras 33 años de pausa.
En un reciente registro de la Fuerza Aérea Filipina [PAF], un piloto filipino proclamó por radio durante un ejercicio de combate aéreo con el F-22 Raptor: “¡Fox 2! Maté a un Raptor en el giro a la derecha”. Este logro se ha considerado un hito en la historia militar, con el avión de combate filipino superando a una aeronave de 5.ª generación durante el mencionado simulacro.
Por su parte, el F-22 Raptor, un caza táctico bimotor furtivo, es una creación exclusiva para las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos [USAF] por la prestigiosa compañía Lockheed Martin. Nacido bajo la iniciativa Advanced Tactical Fighter [ATF] de la USAF, el Raptor fue diseñado para dominar combates aéreos y control terrestre gracias a su asalto avanzado, habilidades en guerra electrónica e inteligencia de señales.
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La responsabilidad principal del desarrollo del F-22 recayó en Lockheed Martin, incluyendo la construcción del fuselaje y sistemas de armas. Boeing, otra entidad crucial, se encargó de las alas y parte del fuselaje, así como de la integración aviónica y el desarrollo de sistemas de formación. La fabricación de este avión de combate simboliza la colaboración entre dos gigantes aeroespaciales.
El F-22A, conocido también como F-22 y F/A-22, entró en operación en diciembre de 2005. Pese a los desafíos durante su desarrollo, la USAF valora al F-22 como un caza táctico esencial por su avanzada tecnología furtiva, habilidades aerodinámicas y sistemas aviónicos de primera línea.
En contraste, para las Fuerzas Aéreas de Pakistán [PAF], tener el F-22 es un logro sustancial. Este avión de combate supera al F-35 en velocidad y sigilo. Especialmente, el F-22 tiene una menor probabilidad de ser derribado con un solo disparo contra objetivos BVR. Esta ventaja se confirmó en un simulacro en Noruega, donde el F-22 dominó al F-35 en combates aéreos y BVR.
El F-22 ha logrado destacar por su avanzada capacidad de evasión radar, sobrepasando los cálculos iniciales. Al hablar de detección mediante radar, la sección transversal de radar [RCS] de este avión es similar a un minúsculo fragmento de metal.
Comparativamente, mientras que el F-22 puede alcanzar velocidades casi de 2,0 Mach, el F-35 tiene una velocidad tope que ronda los 1,70 Mach. Este último no posee la misma agilidad que el F-22 en enfrentamientos directos. El F-22 presenta una tasa de ascenso destacada, llegando a 62.000 pies por minuto, mientras que el F-35 solo alcanza alrededor de 45.000 pies por minuto.
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El FA-50, derivado de la línea de aviones supersónicos T-50 Golden Eagle de Corea del Sur, es el resultado de una colaboración entre Korea Aerospace Industries (KAI) y Lockheed Martin. Este modelo, concebido en los años 90, se unió a las operaciones de las Fuerzas Aéreas de Corea en 2005. Filipinas, por otro lado, sumó doce FA-50 a su flota aérea en 2015.
Haciendo un viaje al pasado, en 1976 se llevó a cabo en la base aérea de Clark, Filipinas, la primera edición de Cope Thunder. Desafortunadamente, la erupción del Monte Pinatubo en 1991 provocó la suspensión del evento. Al siguiente año, el ejercicio se reubicó en la Base Aérea de Eielson, evolucionando hasta ser conocido como Red Flag Alaska.
En un giro emotivo, Cope Thunder regresará a su lugar originario, Filipinas, en 2023, tras más de tres décadas. Este retorno simboliza una oportunidad inigualable para que Estados Unidos y Filipinas fortalezcan sus lazos y mejoren su interoperabilidad.
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La edición Cope Thunder 23-2 contó con la participación del F-22 Raptor perteneciente a la Fuerza Aérea de EE. UU. y el Escuadrón Hawaiian Raptors. Las maniobras se realizaron en diversas localidades, incluyendo la Base Aérea de Clark y la Base Aérea de Mactan, entre otros. La meta primordial era fortalecer la cooperación entre Estados Unidos y Filipinas, permitiendo un intercambio de tácticas y procedimientos para optimizar sus operaciones conjuntas.
En su debut en combate sobre Siria en 2018, el F-22 dejó una marca imborrable al contrarrestar a 587 aviones de combate sirios, iraníes y rusos, además de lanzar 4.250 libras de proyectiles en territorio enemigo, según informes del Pentágono. Durante esta operación, los pilotos del F-22 de la 94.ª Ala de Caza efectuaron 590 vuelos que totalizaron 4.600 horas aéreas, soltando 4.250 libras de munición. Es relevante destacar que, de acuerdo al Pentágono, el F-22 disuadió con éxito a 587 aeronaves enemigas, mostrando su supremacía ante modelos rusos más antiguos. Es importante mencionar que el F-22 estuvo en máxima operatividad durante tres días en dicho conflicto.