El caza F-47 de sexta generación tendrá un radio de combate de más de 1.000 millas náuticas, un 70% superior al F-22, y estará operativo entre 2025 y 2029.
F-47: Avance en rango y sigilo para la Fuerza Aérea de EE. UU.
El caza de sexta generación F-47, desarrollado por Boeing, marca un hito en la aviación militar estadounidense con un radio de combate superior a 1.000 millas náuticas, lo que representa un incremento del 70% respecto al F-22 Raptor, cuyo radio es de 590 millas náuticas. Este alcance permite a los aviones cisterna mantenerse a mayor distancia de zonas de conflicto, una ventaja estratégica en escenarios como el Indo-Pacífico, donde las distancias son vastas y los entornos hostiles. El radio de combate indica la distancia que un avión puede recorrer, ejecutar su misión y regresar a la base sin repostar combustible.
El F-47 alcanza velocidades superiores a Mach 2, igualando o superando al F-22, que también opera en este rango supersónico. En contraste, el F-35 Lightning II tiene un radio de combate de 670 millas náuticas y una velocidad máxima de Mach 1,6. La mejora en el rango del F-47 se atribuye a motores avanzados con modos de alta y baja derivación, que optimizan la eficiencia de combustible para largos tránsitos y ofrecen máximo rendimiento en combate. Esta capacidad es crucial para penetrar defensas antiaéreas enemigas y operar en teatros de gran extensión geográfica.
El sigilo es otro pilar del diseño del F-47, clasificado con capacidades de “Stealth++”, un nivel superior al “Stealth+” del F-22 y al “Stealth” del F-35. Estas designaciones reflejan avances en la reducción de la firma radar, térmica y electrónica, esenciales para sobrevivir frente a sistemas antiaéreos modernos. El F-47 incorpora tecnologías desarrolladas en el programa Next Generation Air Dominance (NGAD), incluyendo innovaciones del Aerospace Innovation Initiative de DARPA, que invirtió miles de millones en prototipos de sexta generación.
La Fuerza Aérea planea adquirir al menos 185 unidades del F-47, igualando o superando la flota actual de F-22, cuyo programa se limitó por costos elevados. El nuevo caza, anunciado en marzo de 2025 como parte del contrato otorgado a Boeing, promete ser más económico que su predecesor, permitiendo una producción en mayor escala. Prototipos del F-47 han volado en secreto durante casi cinco años, lo que sugiere un desarrollo avanzado y pruebas rigurosas antes de su entrada en servicio, programada entre 2025 y 2029.
Especificaciones clave del F-47 y su impacto estratégico
- Radio de combate: Más de 1.000 millas náuticas, un 70% superior al F-22 y 50% al F-35.
- Velocidad: Supera Mach 2, comparable al F-22 y superior al F-35.
- Sigilo: Clasificado como “Stealth++”, con avances en reducción de firmas radar y térmica.
- Cantidad: Al menos 185 unidades, con costos menores al F-22.
- Operatividad: Entrada en servicio entre 2025 y 2029, con prototipos ya probados.
Colaboración con drones y capacidades expandidas
El F-47 operará junto a los Aviones de Combate Colaborativo (CCA), drones diseñados para acompañar a cazas tripulados y ampliar su capacidad de fuego. Los modelos YFQ-42A de General Atomics y YFQ-44A de Anduril tendrán un radio de combate superior a 700 millas náuticas, superando el del F-22 y F-35, aunque con capacidades de sigilo comparables a las del F-35. Estos drones, parte del programa CCA, actuarán como portadores de misiles y sensores, aumentando el alcance y letalidad de cada misión.
El programa CCA contempla la adquisición de más de 1.000 drones, con un lote inicial de 100 a 150 unidades. Las pruebas de vuelo de los prototipos están previstas para 2025, con operatividad también entre 2025 y 2029. La integración de drones con el F-47 transforma cada caza en una formación autónoma, capaz de coordinar ataques y recopilar inteligencia en entornos hostiles. Este enfoque responde a la necesidad de contrarrestar defensas antiaéreas avanzadas y operar en escenarios donde la superioridad aérea no está garantizada.
El diseño del F-47 incorpora lecciones de proyectos anteriores, como el Bird of Prey de Boeing, un prototipo de los años 90 que exploró tecnologías de sigilo sin asistencia computacional. Estas innovaciones, combinadas con avances en fusión de sensores y armas de largo alcance, posicionan al F-47 como un caza optimizado para misiones de penetración profunda y escolta en teatros complejos.
El desarrollo acelerado del F-47, con un cronograma que apunta a operatividad antes de 2030, contrasta con los ciclos de décadas habituales en programas de cazas. Este ritmo responde a la urgencia de mantener la superioridad aérea frente a avances en cazas de sexta generación de otras naciones, como el J-36 chino, que se estima tiene un radio de combate de 1.500 millas náuticas. La Fuerza Aérea ha priorizado el rango, el sigilo y la integración con sistemas no tripulados para asegurar su dominio en futuros conflictos.
Contexto global y evolución de cazas de sexta generación
El F-47 emerge en un contexto de competencia global por cazas de sexta generación. Proyectos como el Tempest del Reino Unido, Italia y Japón, con una capacidad de carga interna superior a 10.000 libras, y el AMCA de India, presentado en Aero India 2025, reflejan la carrera por desarrollar aviones con mayor alcance, sigilo y automatización. El Tempest duplica la carga interna del F-35, que lleva unas 5.000 libras.
El F-47 se distingue por su énfasis en el rango y la integración con drones, adaptándose a las demandas de conflictos en el Indo-Pacífico, donde las bases aéreas son escasas y las distancias operativas extensas. Su capacidad para operar sin tanques externos, que comprometen el sigilo, refuerza su ventaja en entornos de alta amenaza. La Fuerza Aérea ha invertido en tecnologías como el AIM-260, un misil aire-aire y aire-superficie de largo alcance, para complementar las capacidades del F-47.
El programa NGAD, que dio origen al F-47, enfrentó desafíos de costos, con estimaciones iniciales de hasta 300 millones de dólares por unidad, tres veces el costo del F-35. Revisiones en el diseño y la producción han permitido reducir estos costos, lo que garantiza la viabilidad de adquirir una flota significativa. La selección de Boeing en marzo de 2025, tras años de desarrollo secreto, consolida su rol como líder en la aviación militar estadounidense.
El F-47 y los CCA representan un cambio en la doctrina aérea, combinando cazas tripulados con sistemas no tripulados para maximizar la efectividad. Las pruebas de los drones YFQ-42A y YFQ-44A comenzaron en mayo de 2025, lo que marca un paso hacia la integración de estas plataformas en la Fuerza Aérea. Este modelo de combate colaborativo será clave para mantener la superioridad aérea en las próximas décadas.