El F-84 pasó de caza fallido a avión clave de ataque a tierra, aportando el 60% de los blancos destruidos por la USAF en Corea.
Un avión diseñado para superioridad aérea que cambió de propósito
Durante la Guerra de Corea (1950-1953), el Republic F-84 Thunderjet se transformó de un caza originalmente destinado a dominar los cielos en un eficaz avión de ataque a tierra. Aunque la guerra marcó el debut de los Cazas en combate moderno, el F-84 destacó más por su capacidad de apoyo cercano que por sus enfrentamientos aire-aire. Diseñado como sucesor del P-47 Thunderbolt por Republic Aviation, el Thunderjet demostró su utilidad al adaptarse a misiones ofensivas contra infraestructura y tropas enemigas.
El desarrollo del F-84 comenzó en 1944, cuando la USAAF solicitó un caza diurno capaz de alcanzar 600 millas por hora con un radio de combate de 850 millas. Alexander Kartveli, ingeniero jefe de Republic, lideró el diseño desde cero, descartando la adaptación del Thunderbolt. El resultado fue un caza de alas rectas propulsado por un motor turbojet Allison J35 que recorría el fuselaje desde la entrada frontal hasta la salida trasera. El prototipo XP-84 voló por primera vez el 28 de febrero de 1946 en la base de Muroc.
Los primeros modelos del F-84 enfrentaron graves problemas técnicos. Fallas estructurales y limitaciones del motor llevaron a que en 1948 la USAF lo declarara incapaz para su rol original. Sin embargo, las variantes posteriores, especialmente el F-84G introducido en 1951, corrigieron los defectos iniciales y permitieron su consolidación como avión operativo.
En los primeros meses de la guerra coreano, aviones como el F-80 y el F-51 Mustang lideraron las operaciones. Recién en diciembre de 1950, el 27th Fighter Escort Wing desplegó los primeros F-84E desde Taegu. Aunque fueron asignados inicialmente como escoltas de B-29 Superfortress, pronto se comprobó que el Thunderjet no podía competir con el MiG-15 soviético, más rápido y maniobrable.
El Thunderjet encontró su rol como plataforma de ataque a tierra
Tras su fracaso en el combate aire-aire, el F-84 fue reasignado a misiones de interdicción terrestre y apoyo cercano. Esta reorientación fue decisiva: el avión se convirtió en una herramienta fundamental para la USAF en tareas ofensivas sobre territorio enemigo. Su armamento incluía seis ametralladoras M3 calibre .50, hasta 32 cohetes HVAR y una capacidad de carga de dos toneladas de bombas.
Durante la guerra, los F-84 realizaron 86,408 misiones, en las que lanzaron 55,586 toneladas de bombas y 6,129 toneladas de napalm. También dispararon más de 22,000 cohetes contra objetivos estratégicos como puentes, depósitos logísticos y concentraciones de artillería. El ataque a la presa Sui-ho en junio de 1952, ejecutado por 84 ThunderCazas, destruyó el 90% del complejo, afectando el suministro eléctrico en Corea del Norte durante dos semanas.
Datos clave sobre el desempeño del F-84 Thunderjet
- Misiones realizadas: 86,408 durante la Guerra de Corea
- Bombas lanzadas: 55,586 toneladas, más que cualquier otro caza de la USAF
- Velocidad máxima: 610 mph; limitada frente al MiG-15
- Capacidad ofensiva: hasta 2 toneladas de bombas y 32 cohetes HVAR
- Hito tecnológico: primer caza en lograr reabastecimiento aéreo exitoso
- Pérdidas totales: 305 aviones, 249 en combate y 56 por otras causas
La robustez del Thunderjet fue una de sus mayores virtudes. Operó en pistas improvisadas bajo condiciones climáticas extremas, y aun así, mostró una notable capacidad para resistir daños y regresar a base. Los pilotos lo apodaron “The Lead Sled” por su peso y lentitud, aunque destacaron su estabilidad al disparar y facilidad de mantenimiento.
Sin embargo, el F-84 tenía limitaciones claras. Su necesidad de largas pistas para el despegue —hasta 10,000 pies en climas cálidos—, su escasa agilidad frente a cazas enemigos y su vulnerabilidad ante la artillería antiaérea lo hacían dependiente de condiciones favorables. El uso de cohetes RATO se volvió común para facilitar sus despegues en combate.
Las pérdidas y logros reflejaron la intensidad de la guerra
El F-84 logró ocho victorias aire-aire confirmadas, una cifra baja pero significativa, considerando que su misión principal no era la superioridad aérea. Su labor estuvo enfocada en destruir objetivos terrestres, donde demostró ser insustituible para la USAF. La pérdida de 305 unidades (249 en combate) ilustró los riesgos asumidos en misiones a baja altitud, constantemente expuestas al fuego antiaéreo norcoreano y chino.
A pesar de los riesgos, el Thunderjet fue responsable de aproximadamente el 60% de los objetivos terrestres destruidos por la USAF durante la guerra, consolidándose como la plataforma de ataque más efectiva de ese conflicto. Esta cifra refleja el cambio doctrinal que impulsó el uso de Cazas no solo como cazas, sino como bombarderos tácticos en conflictos regionales.
Los avances tecnológicos logrados durante la guerra incluyeron el primer reabastecimiento aéreo exitoso de un caza estadounidense, efectuado por el 31st Fighter Escort Wing en 1952. Esta hazaña, parte de la Operación Fox Peter One, permitió vuelos sin escalas desde Georgia hasta Asia, aumentando el alcance estratégico del F-84.
Otro avance fue la incorporación de la bomba nuclear táctica Mark 7 al modelo F-84G, lo que convirtió al Thunderjet en el primer caza monoplaza con capacidad nuclear, ampliando su rol en el naciente escenario de la Guerra Fría. Estas innovaciones sentaron precedentes para el desarrollo de aeronaves futuras con roles versátiles.
El legado del F-84 trascendió la Guerra de Corea
Tras el fin de las hostilidades en 1953, el Thunderjet continuó activo en funciones operativas y de entrenamiento. Más de la mitad de los 7,524 ejemplares producidos fueron exportados a países aliados bajo el Programa de Asistencia Militar, incluyendo a Francia, Turquía y Yugoslavia. Esta distribución fortaleció la presencia aérea estadounidense en el contexto de la Guerra Fría.
En el ámbito doméstico, el F-84 permaneció en servicio con la Guardia Nacional Aérea hasta fines de los años 60. Su fiabilidad también lo convirtió en la aeronave elegida para formar el primer equipo de demostración Thunderbirds de la USAF, lo que subraya su adaptabilidad y resistencia en contextos no bélicos.
El modelo de alas rectas fue reemplazado progresivamente por el F-84F Thunderstreak de alas en flecha, más apto para misiones modernas. No obstante, el diseño y experiencia operativa del Thunderjet influyeron directamente en la evolución de cazas tácticos posteriores, y en la consolidación del concepto de ataque terrestre con Cazas.
La falta de reconocimiento mediático se debió en parte a que las misiones de ataque a tierra no captaban la atención del público como los duelos entre cazas. Sin embargo, el F-84 fue clave para cambiar el curso de la guerra en Corea. Su impacto no solo se midió en objetivos destruidos, sino en su capacidad de redefinir el uso del poder aéreo táctico.
Lejos de ser una nota al margen en la historia, el Thunderjet demostró que un avión puede superar sus limitaciones iniciales y convertirse en una pieza fundamental en el teatro de operaciones. Su legado perdura como ejemplo de cómo la adaptabilidad y la función concreta pueden prevalecer sobre el prestigio.