El Desfile del Día de la Victoria en Rusia ha sido durante mucho tiempo un espectáculo imponente y majestuoso que conmemora la valentía y el sacrificio de los soldados soviéticos en la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, la reciente edición del desfile en Moscú ha dejado mucho que desear, y ha sido considerada una sombra de su grandeza pasada.
En lugar de la impresionante muestra de fuerza y poderío militar al que estábamos acostumbrados, presenciamos un desfile deslucido que se asemejaba más a una exposición de vehículos militares en Europa Occidental o Estados Unidos. En lugar de una gran variedad de tanques y vehículos de combate, solo un solitario T-34 soviético rodó por la Plaza Roja, un recordatorio patético de la gloria pasada.
La razón detrás de la falta de demostración de fuerza
La falta de una demostración adecuada de fuerza militar tiene una explicación preocupante: el Kremlin ha enviado gran parte de su armamento y tripulaciones de tanques a Ucrania, lo que ha dejado una escasez significativa en Rusia. Durante los 15 meses de conflicto en Ucrania, el Kremlin ha perdido miles de tanques, lo que ha debilitado considerablemente su capacidad para exhibir su poderío en el desfile.
Un mensaje engañoso del presidente Putin
A pesar de la falta de exhibición de fuerza, el presidente Putin aprovechó la ocasión para enviar un mensaje engañoso al afirmar falsamente que Occidente había provocado la guerra en Ucrania. Putin comparó el conflicto en Ucrania con la lucha contra los nazis en la Segunda Guerra Mundial, sugiriendo que Rusia está inmersa en un conflicto de gran envergadura y que la civilización está en un punto de inflexión.
Es preocupante que Putin intente distorsionar la realidad y retratar a Rusia como una víctima en este conflicto. La agresión rusa en Ucrania es innegable, y la falta de equipos militares en el desfile es un recordatorio de las pérdidas que Rusia ha sufrido en el conflicto.
Una decepción para el mundo
El desfile militar de Putin en Moscú ha sido una decepción para el mundo. En lugar de mostrar la fortaleza y el poderío militar de Rusia, presenciamos una exhibición pobre y poco impresionante.
El Kremlin debe reflexionar sobre las consecuencias de su agresión en Ucrania y trabajar para restaurar su capacidad militar y su reputación en futuros desfiles. La historia gloriosa del Desfile de los Vencedores merece un tributo adecuado, y Rusia debe estar a la altura de ese legado.