El Shenyang J-50, prototipo chino de sexta generación, emplea una configuración trimotor para optimizar maniobrabilidad, eficiencia y capacidad stealth en pruebas recientes.
Shenyang J-50: Innovación en propulsión trimotor
El Shenyang J-50, un prototipo de caza de sexta generación desarrollado por la Shenyang Aircraft Corporation (SAC), ha captado la atención global tras su avistamiento en pruebas de vuelo el 26 de diciembre de 2024 en Liaoning, China. A diferencia de otros diseños de sexta generación, como el Chengdu J-36, que también debutó ese día, el J-50 destaca por su configuración trimotor, una elección técnica que busca equilibrar potencia, maniobrabilidad y eficiencia en regímenes supersónicos e hipersónicos. Este diseño, observado en imágenes de alta resolución publicadas en abril de 2025, refleja los avances de China en tecnología aeroespacial y su ambición de competir con programas como el Next Generation Air Dominance (NGAD) de Estados Unidos.
Las pruebas iniciales del J-50, que según informes no confirmados comenzaron el 20 de diciembre de 2024, revelaron un diseño sin cola con alas en configuración lambda y puntas alares móviles. Estas características, combinadas con tres motores turbofan de baja sección radar, posicionan al J-50 como un caza optimizado para operaciones de superioridad aérea y ataques de precisión en entornos de alta amenaza. La configuración trimotor, aunque inusual en cazas modernos, permite al J-50 integrar bahías internas de armas, sensores avanzados y sistemas de inteligencia artificial, manteniendo un perfil stealth robusto.
Imágenes recientes muestran que el J-50 incorpora toberas de vectorización de empuje bidimensional (2D TVC), que mejoran la maniobrabilidad en combates a corta distancia y evaden misiles enemigos. Estas toberas, junto con entradas de aire supersónicas sin divisores (DSI), reducen la firma radar y optimizan el flujo de aire a los motores, mejorando la eficiencia en regímenes de alta velocidad. La ausencia de estabilizadores verticales, un sello distintivo de los cazas de sexta generación, minimiza la sección transversal de radar, mientras que las puntas alares móviles compensan la estabilidad inherente a este diseño aerodinámicamente inestable.

El J-50 se beneficia de los avances en materiales compuestos y recubrimientos absorbentes de radar, que reducen su visibilidad ante sensores enemigos. Su fuselaje, diseñado con líneas angulares y superficies lisas, optimiza la evasión de radar en múltiples bandas de frecuencia. Además, la integración de inteligencia artificial permite al J-50 gestionar misiones autónomas, analizar escenarios de combate en tiempo real y coordinarse con drones de apoyo, conocidos como “loyal wingman”, en operaciones de red centralizada.
Datos clave sobre la configuración trimotor del Shenyang J-50
- Motores: Tres turbofans de baja sección radar, posiblemente variantes del WS-15, con toberas 2D TVC para maniobrabilidad avanzada.
- Supercrucero: Capacidad para mantener velocidades supersónicas sin postcombustión, reduciendo la firma térmica.
- Entradas de aire: Diseño DSI para optimizar el flujo de aire y reducir el peso y la complejidad mecánica.
- Inteligencia artificial: Asistencia en toma de decisiones, gestión de sensores y coordinación con UCAVs.
- Stealth: Configuración sin cola y materiales compuestos para minimizar la sección transversal de radar.
Avances técnicos y pruebas recientes del J-50
El 16 de abril de 2025, el J-50 realizó un nuevo vuelo de prueba cerca de la planta de SAC en Shenyang, sin sonda de datos aéreos, lo que sugiere un avance en la madurez de sus sistemas de control de vuelo. Este vuelo, documentado por analistas como Andreas Rupprecht en plataformas sociales, mostró un diseño más refinado, con un sistema de control de vuelo adaptativo que estabiliza la aeronave sin superficies de control verticales. La configuración trimotor, aunque aumenta la complejidad logística, proporciona redundancia y permite al J-50 operar en misiones de largo alcance con una carga útil significativa.
La elección de tres motores, en contraste con los diseños bimotores tradicionales, responde a la necesidad de equilibrar empuje y eficiencia de combustible. Los motores, probablemente derivados del WS-15, ofrecen capacidad de supercrucero, permitiendo al J-50 mantener velocidades de Mach 2 o superiores sin depender de postcombustión, lo que reduce su firma infrarroja. Esta característica es crucial para operar en entornos de negación de acceso (A2/AD), donde la detección térmica es una amenaza significativa.
El J-50 también incorpora un sistema electro-óptico avanzado, posiblemente ubicado en una protuberancia bajo la cabina, similar al del J-35. Este sistema, combinado con radares de barrido electrónico activo (AESA), permite al J-50 detectar y rastrear objetivos a largas distancias, incluso en condiciones de guerra electrónica intensa. La capacidad de operar con drones autónomos amplía su rol como centro de mando aéreo, compartiendo datos con otras plataformas en tiempo real.
La configuración trimotor también facilita la integración de armas hipersónicas, un objetivo clave para los cazas de sexta generación. Aunque no hay confirmación oficial, analistas especulan que el J-50 podría portar misiles aire-aire de próxima generación, como los sucesores del PL-15, diseñados para alcanzar velocidades hipersónicas y rangos extendidos. Estas armas, alojadas en bahías internas ventrales y laterales, mantienen el perfil stealth del avión durante misiones de penetración profunda.
Contexto estratégico y comparación global

El desarrollo del J-50 se remonta a 2018, cuando SAC comenzó a trabajar en prototipos de sexta generación, según informes de inteligencia citados por Wikipedia. La aparición del J-50 junto al J-36 el 26 de diciembre de 2024, coincidiendo con el aniversario del nacimiento de Mao Zedong, no fue casual. China permitió la difusión de imágenes y videos en redes sociales, sugiriendo una demostración deliberada de su capacidad tecnológica. Esta estrategia contrasta con el secretismo tradicional y refleja la confianza de China en su industria aeroespacial.
En comparación con el J-36, que utiliza una configuración trimotor con un diseño de ala delta doble, el J-50 es más compacto y ágil, diseñado para roles de superioridad aérea y despliegue rápido. Mientras que el J-36 prioriza alcance y capacidad de carga, el J-50 se enfoca en maniobrabilidad y flexibilidad táctica. Esta combinación sugiere que China persigue un enfoque de “alta-baja” en su fuerza aérea, con el J-36 como plataforma pesada y el J-50 como complemento ágil.
A nivel global, el J-50 desafía programas como el NGAD de Estados Unidos, que aún no ha mostrado prototipos públicos. Mientras que NGAD se centra en un sistema de sistemas con drones autónomos y motores adaptativos, el J-50 parece priorizar la agilidad y la stealth activa, posiblemente con tecnologías de camuflaje electrónico. Sin embargo, expertos como Bill Sweetman señalan que la integración de sistemas y la tecnología de motores de China aún no igualan a las plataformas estadounidenses, aunque la brecha se reduce rápidamente.
El impacto estratégico del J-50 se extiende más allá de Asia. Países vecinos como Japón, con su programa GCAP, y India, con el AMCA, enfrentan presión para acelerar sus propios desarrollos. La posibilidad de que el J-50 sea adaptado para operaciones navales, como sugieren especulaciones sobre su compatibilidad con portaaviones como el Fujian, podría transformar la proyección de poder de la Marina del EPL en el Indo-Pacífico.