El vehículo aéreo de combate no tripulado MQ-20 Avenger (UCAV, por sus siglas en inglés) realizó un nuevo ejercicio de combate aire-aire simulado el 8 de julio de 2025, según anunció General Atomics-Aeronautical Systems (GA-ASI) el 17 de julio. La prueba, que incluyó aeronaves reales y simuladas, tuvo un alcance considerablemente más amplio, al incorporar sensores de corto y largo alcance con el fin de lograr efectos en la cadena de destrucción a gran distancia.
Esta nueva prueba tuvo lugar poco más de un mes después de que el Avenger, mediante el software de autonomía Hivemind de Shield AI, efectuara el 11 de junio un derribo simulado autónomo en el marco de un ejercicio que integró múltiples aeronaves reales y virtuales. Shield AI precisó que también participó el gemelo digital del UCAV.
Estas actividades se desarrollaron tras las pruebas realizadas durante el ejercicio Orange Flag 25-1, en febrero de 2025, en las que se evaluó una arquitectura de autonomía de referencia en el MQ-20. En esa ocasión, el UCAV alternó el control entre el software Hivemind de Shield AI y el software de autonomía provisto por el gobierno, con el objetivo de validar el grado de madurez de ambos sistemas.
La demostración incorporó un Avión de Combate Colaborativo (CCA, por sus siglas en inglés), una implementación de autonomía de titularidad gubernamental plenamente conforme a los estándares, y un sistema de mando y control más allá de la línea de visión (BLOS C2), según explicó GA-ASI. El MQ-20 Avenger, propiedad de la empresa, actuó como sustituto de un CCA, en un entorno con control de emisiones (EMCON) de los sensores.
Se emplearon un total de cuatro plataformas sustitutas de CCA: una real (el MQ-20) y tres virtuales. El dron operó de forma autónoma y recibió información situacional en tiempo real, así como asignaciones autónomas, a través del Ecosistema Central de Autonomía Táctica (TacACE), con el fin de completar la cadena de destrucción.
Las operaciones se dirigieron mediante nodos distribuidos de mando y control de frontera, impulsados por el software Optix.C2 y Omniview, que permitieron el mando y control más allá de la línea de visión. Optix.C2, desarrollado por General Atomics-Intelligence, proporcionó funciones de mando y control local con baja latencia, manteniéndose conectado a la visión operacional ampliada, lo que posibilitó una coordinación en tiempo real a través de múltiples dominios.
El Dr. Brian Ralston, presidente de GA-Intelligence, afirmó en el comunicado: “La plataforma de datos Optix y su capacidad de mando y control permiten una integración y experimentación rápidas para responder a las necesidades críticas del Departamento de Defensa y de la Comunidad de Inteligencia”.
Durante el vuelo, General Atomics logró fusionar exitosamente los datos de sensores espaciales y tácticos con el nodo de mando y control, lo que otorgó a la aeronave una imagen completa de amenazas en tiempo real. “La demostración también incluyó la coordinación en vivo de tareas de inteligencia, vigilancia y reconocimiento (ISR), así como tareas cinéticas, mediante una interfaz unificada de operador compatible con prácticamente cualquier entorno en la nube”, señala el comunicado.
Mediante sensores externos para recolectar pasivamente el movimiento de objetivos aéreos, y respetando las restricciones EMCON para evitar emisiones de los sensores propios, el MQ-20 patrulló de manera autónoma una zona designada de Patrullaje Aéreo de Combate (CAP). Posteriormente, un operador dirigió a los cuatro sustitutos CCA para investigar múltiples objetivos de interés. Una vez identificados como amenazas, el operador ordenó iniciar la intervención BLOS.
“Los sistemas autónomos maniobraron hasta posicionarse, simularon lanzamientos de misiles, evaluaron los daños de combate y regresaron a la zona CAP sin necesidad de nuevas instrucciones del operador”, detalló GA-ASI en el comunicado. Michael Atwood, vicepresidente de Programas Avanzados de la compañía, calificó la demostración como “un avance significativo en autonomía e interfaces hombre-máquina, elementos clave para el combate contra adversarios de nivel similar”.
Mission autonomy. Live-virtual-constructive. Powered by Hivemind.
— Shield AI (@shieldaitech) June 17, 2025
In our latest #MQ20 Avenger flight with @GenAtomics_ASI, Hivemind flew both the live #aircraft and its digital twin—executing real combat maneuvers in a live-virtual op.
“Readiness means flying today, not… pic.twitter.com/TcPIJZS54C
“Al integrar Optix.C2 con TacACE, estamos proporcionando un sistema que opera en el borde táctico y además permite una toma de decisiones y ejecución rápidas en todo el entorno de batalla”, añadió Atwood. “Este es el futuro de la guerra: sistemas autónomos escalables que permiten al combatiente dominar a distancia”.
La prueba del 11 de junio del MQ-20 Avenger con el software Hivemind de Shield AI, en la que el UCAV ejecutó misiones complejas con aeronaves reales y virtuales y logró su primer derribo simulado aire-aire, tuvo como objetivo principal validar las interfaces entre Hivemind y la Arquitectura de Autonomía de Referencia del Gobierno (A-GRA).
For the best domain awareness deep within the battlespace, look to our jet-powered Gambit Series of autonomous collaborative platforms. #GambitUAS are modular and tailorable uncrewed systems that can be finely tuned for the most particular and demanding missions.
— General Atomics Aeronautical Systems, Inc (GA-ASI) (@GenAtomics_ASI) July 20, 2025
Our next-gen… pic.twitter.com/kENH5K3pVJ
Esa misma prueba demostró la capacidad de los MQ-20, reales y virtuales, para comunicarse entre sí, efectuar maniobras de CAP y volar en formación, lo que exhibió un comportamiento táctico avanzado en equipo de dos aeronaves, según explicaron ingenieros y miembros del equipo de Shield AI en una nota breve emitida por la empresa. Las maniobras aire-aire complejas y la coordinación entre distintas plataformas son aspectos cruciales en la validación del software de autonomía, ya que se espera que las aeronaves no tripuladas cooperen de forma fiable con medios tripulados.
Una vez logrado ese objetivo, GA-ASI procedió a demostrar un escenario representativo del mundo real, utilizando satélites y configuraciones de mando y control para intervenciones aire-aire más allá de la línea de visión. El propósito consiste en lograr que los drones operen de manera segura y fiable con una intervención mínima por parte del operador.
En el contexto del primer ejercicio de combate aire-aire simulado del MQ-20 Avenger y los avanzados programas de drones y UCAV de Turquía, explicamos que resulta plenamente factible que fuerzas aéreas de primer nivel, con aeronaves de cuarta, 4.5 y quinta generación, junto con plataformas de alerta temprana aerotransportada (AEW\&C) y satélites, puedan interceptar objetivos aéreos hostiles a larga distancia mediante misiles aire-aire (AAM).
Autonomous flight – delivered at record speed. Through rapid development and integration, GA-ASI continues to prove speed to flight during a recent demonstration of @ShieldAItech AI-powered autonomy software aboard our MQ-20 Avenger®.
— General Atomics Aeronautical Systems, Inc (GA-ASI) (@GenAtomics_ASI) March 4, 2025
Learn more: https://t.co/d4F20WVnE8 pic.twitter.com/AALMWFqitJ
Las soluciones no tripuladas, de bajo costo y riesgo, permiten establecer zonas de negación aérea razonablemente efectivas en sectores de menor amenaza, aliviando la carga sobre los cazas tripulados, conservando así la vida útil de sus células y liberando recursos operativos.
Esto fue lo que publicamos en su momento:
“Escenarios como la imposición de negación aérea, que solo requieren el disparo de un misil aire-aire contra un objetivo hostil —identificado por una firma de radar desconocida y respuestas negativas en las interrogaciones de identificación amigo-enemigo (IFF)— pueden ser ejecutados fácilmente por vehículos aéreos no tripulados. Esta capacidad se potencia aún más si la fuerza aérea dispone de medios de apoyo como aeronaves de cuarta, 4.5 y quinta generación, AEW\&C y satélites”.
La descripción de los parámetros de la prueba más reciente confirma en términos generales ese análisis. Además, GA-ASI ha establecido una colaboración con la empresa sueca Saab para dotar a sus aeronaves pilotadas remotamente de la serie MQ-9 con una capacidad de alerta temprana integrada en un pod.
No está claro si el software de mando y control mencionado anteriormente será aplicable en los MQ-9B Reaper o los RG1 Protector que recibirán los sistemas de Saab. Estas aeronaves también podrían utilizarse como nodos de retransmisión de datos hacia otros sistemas no tripulados cercanos.
La imagen difundida por GA-ASI junto con el comunicado mostró un MQ-20 Avenger junto a un XQ-67A OBSS (Plataforma de Sensores Externos). Aunque el MQ-20 fue el único medio real confirmado en la prueba, es posible que el XQ-67 participe en el futuro, gracias a su capacidad para operar como plataforma de sensores remotos.
El propio XQ-67A realizó una demostración de integración de autonomía con un software gubernamental, según anunció GA-ASI el 16 de julio de 2025. El objetivo consistió en permitir la ejecución dinámica de misiones y la coordinación en tiempo real tanto con sistemas tripulados como no tripulados.
El Avenger, propulsado por un reactor y empleado por GA-ASI como banco de pruebas para futuras Plataformas Colaborativas Autónomas (ACP), se encuentra actualmente en fase de ensayos paralelos con el XQ-67A. Ambos sistemas se utilizan para validar aspectos tecnológicos diferentes, pero complementarios del programa CCA, como la detección remota, el empleo de armamento desde plataformas externas, la autonomía de vuelo mediante inteligencia artificial, así como las arquitecturas e interfaces exigidas por el gobierno.
Estas pruebas no son incidentales. GA-ASI fabrica el YFQ-42A, que, junto con el YFQ-44A de Anduril, se encuentra entre los primeros CCA que se espera operen próximamente junto a cazas tripulados.